Cine
La película de Kevin Costner que obligó a cambiar la ley en Estados Unidos
El famoso filme dirigido por Oliver Stone recaudó 200 millones de dólares
Kevin Costner, el famoso actor y director estadounidense, ha marcado un antes y un después en el mundo del cine. De hecho, alguna de sus películas han contribuido a modificar ciertas normas. Es justo lo que sucedió con JFK: Caso abierto, un largometraje basado en el asesinato de John F. Kennedy, el trigésimo quinto presidente de EEUU. Este suceso todavía cuenta con muchas preguntas sin resolver y Oliver Stone, director del proyecto citado anteriormente, intentó encontrar respuestas. La cinta vio la luz en 1991 y la polémica empezó antes de su estreno.
George Lardner, uno de los corresponsables más prestigiosos de The Washington Post, visitó los estudios de rodaje que había preparado Oliver Stone. Después de leer los guiones previos, el escritor aseguró que JFK: Caso abierto estaba poniendo en circulación algunas informaciones que no estaban contrastadas. Los más críticos llegaron a afirmar que esta película había activado varios bulos que no favorecían a la buena reputación de Estados Unidos. Esa es una de las razones por las que las autoridades dieron un paso adelante y compartieron información que hasta la fecha había permanecido bajo llave.
La Junta de Revisión de Registros hizo públicos una serie de documentos entre 1992 y 2017. Todo estaba previsto para que estos datos trascendieran a partir de 2029, cuando el asesinato de John F. Kennedy estuviese lejos y sus detalles no condicionasen a la sociedad. Sin embargo, la hoja de ruta se vio alterada porque la película protagonizada por Kevin Costner tuvo una enorme repercusión y se estrenó en muchísimos países.
Kevin Costner como Jim Garrison
Durante los 188 minutos que dura la película, Kevin Costner mantiene en tensión al espectador interpretando a Jim Garrison, el fiscal de Luisiana que se encargó de investigar el asesinato de Kennedy. El actor de Hollywood, bajo las órdenes del director Oliver Stone, puso encima de la mesa algunas teorías que no sentaron bien a las autoridades de Estados Unidos. No obstante, los espectadores aplaudieron tanto este proyecto que la Academia lo estudió de cerca y decidieron nominarlo a ocho premios diferentes.
El éxito de JFK: Caso abierto se tradujo en unos resultados económicos bastante atractivos. Según los datos oficiales, la película contaba con un presupuesto de 40 millones de dólares (38 millones de euros) y recaudó un total de 200 millones de dólares (191.700 millones de euros).
Fueron muchos los factores que contribuyeron al éxito de esta película: el malestar que se generó por la gestión que EEUU hizo en su momento del asesinato del presidente, las normas que se tuvieron que cambiar para calmar al pueblo, los planteamientos que se pusieron encima de la mesa y los actores que participaron. Kevin Costner fue el más famoso, aunque algunos de sus compañeros también se merecen ser mencionados: Gary Oldman, Laurie Metcalf, John Candy o Joe Pesci, entre otros.
Costner, en la piel del fiscal Jim Garrison, convenció a gran parte del público de que el crimen de John F. Kennedy estaba vinculado con el de Robert F. Kennedy y con el de Martin Luther King Jr. Es más, relacionó todo esto con una conspiración que implicaba al FBI, al Servicio Secreto y a la CIA. Por ese motivo, la ley no tuvo más remedio que cambiar y hacer públicos algunos informes que ayudaran a tranquilizar a la opinión popular.