
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una entrevista en el programa Al Rojo Vivo
Televisión
La obsesión de Sánchez con las televisiones: no le vale con TVE y La Sexta a su favor y quería otra con Prisa
En su última visita a El Hormiguero, el programa de televisión que mayor incordio le ha producido en los últimos años —por el simple hecho de que sus tertulianos se muestran críticos con el Gobierno—, Pedro Sánchez se quejó ante Pablo Motos de la desproporción en las tertulias entre las opiniones de derechas y las de izquierdas. Sánchez tendría razón en su observación si no fuera por un detalle importante: que él piensa que la balanza está inclinada del lado de la derecha cuando realmente sucede al contrario.
De entrada, Sánchez y el PSOE cuentan cada día con el seguidismo de la televisión pública española desde la mañana y hasta la noche. Desde La Hora de La 1, el programa de análisis informativo presentado por Silvia Intxaurrondo y Marc Sala por el que raro es el día que no pasa un ministro, hasta un formato de entretenimiento como La Revuelta, con David Broncano, llevado a TVE como antídoto contra El Hormiguero y Pablo Motos y no solo en términos de audiencia.
Eso solo en La 1, con el añadido de las diferentes ediciones del Telediario volcadas descaradamente del lado de la izquierda. Pero por el Canal 24 Horas, primero, y en La 1 después, asoma también cada noche Xabier Fortes con La Noche en 24H para rematar la jornada con el análisis de la actualidad, las entrevistas, las tertulias y hasta la elección de los medios de comunicación para las portadas del día siguiente a favor del mismo lado.
Además de la TVE más escorada políticamente de la historia, la izquierda tiene de su parte a La Sexta, que comparte grupo de comunicación (Atresmedia) con Antena 3 pero distinto público objetivo. El gran escudero de Sánchez en La Sexta es Wyoming con su programa, El Intermedio, dedicado a la chanza sin gracia de la oposición. Por allí pasó, antes que por El Hormiguero, Pedro Sánchez en su tour por los medios de comunicación de cara a las elecciones generales.Las mañanas de La Sexta, después del éxito y, ahí sí, las risas de Aruser@s, son de Antonio García Ferreras y Al rojo vivo; las tardes, de Iñaki López y Cristina Pardo en Más Vale Tarde; y, la noche, antes de El Intermedio, comienza con La Sexta Clave. Los jueves emite Conspiranoicos, este jueves con entrevista a José Luis Rodríguez Zapatero; y los sábados por la noche llega La Sexta Xplica!, con José Yélamo.
Frente a toda una televisión pública como TVE y un canal generalista como La Sexta, los azotes del Gobierno de Sánchez en televisión juegan más su papel a título personal que como toda una televisión en bloque: Sandra Golpe y Vicente Vallés en Antena 3 Noticias 1 y Antena 3 Noticias 2, respectivamente; Pablo Motos, en El Hormiguero; Ana Rosa Quintana, de vuelta a las mañanas de Telecinco tras su paso por TardeAR; y en Cuatro, Iker Jiménez, presentador de Horizonte y Cuarto Milenio.
Moncloa tenía todo previsto para contar a su favor con un nuevo canal de televisión en abierto, desarrollado por el Grupo Prisa, hasta que a última hora del martes se produjo el sorprendente anuncio a través de un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores: «Tras analizar el referido proyecto, el Consejo de Administración ha decidido que Prisa no opte a la nueva licencia de televisión, centrando todos sus esfuerzos en las líneas de negocio que actualmente desarrolla PRISA Media, tanto en prensa como en radio».