Victorino Martín: «La tauromaquia no pertenece a ninguna ideología, es del pueblo»
El ganadero afirma que «no hay que tener complejos a la hora de defender la fiesta de los toros, explicarla y estar presente en todos los foros. Hay que dar a conocer a la sociedad el mundo del toro»
Es una de las voces más respetadas del mundo del toro, seguramente porque, como sus toros, el ganadero Victorino Martín transmite su pasión por el animal y por la Fiesta desde la verdad, la autenticidad y las certezas que da la propia vida y la experiencia de ser un referente en el espectáculo. Siempre comprometido con la defensa de la Fiesta de los toros y lo que toda ella implica, Victorino nunca duda en hacerse visible y transmitir al público qué es el mundo del toro y la Fiesta, tanto desde su propia ganadería como, ahora, desde la presidencia de la Fundación Toro de Lidia. El Debate charló con él sobre la temporada, la situación de la tauromaquia y su futuro, en una conversación reveladora por sus argumentos, razonamientos y, sobre todo, por su verdad desnuda y auténtica.
–Victorino, ¿cómo ha visto la temporada que hemos terminado recientemente?
–Ha sido, francamente, muy rara. Piensa que el primer tercio de la temporada no ha existido porque se ha suspendido la Magdalena de Castellón, las Fallas de Valencia, la Feria de Abril de Sevilla, San Isidro en Madrid y otras muchas ferias que se debieron celebrar y no se han celebrado, salvo esos empresarios valientes que han tirado de arrojo y ahorros y han decidido dar toros en condiciones complicadas jugándose el todo por el todo con las pocas ayudas que pudieron recibir por la difusión de los festejos por televisión. Después ha habido un segundo tercio con mucha incertidumbre porque no se sabía si se podía dar toros o no, ya que se dependía de las medidas de cada zona o comunidad autónoma. Y, finalmente, a partir de finales de agosto es cuando se ha activado un poco más y se ha logrado volver a la actividad, que no a la normalidad. Ha sido en el mes de septiembre cuando se ha logrado dar festejos con mayores garantías y se ha reactivado el sector de una manera más regular dándose corridas de toros en muchos cosos y televisándose festejos. En septiembre hemos rozado en algunos lugares casi la normalidad. Pero es un momento muy raro y eso se refleja en la Fiesta porque la Fiesta no deja de ser un reflejo de la sociedad.
–En lo ganadero, si hacemos un repaso a su temporada, ha lidiado en Madrid en el festejo que abría temporada en Las Ventas, Sevilla, Jaén, Albacete y muchas otras plazas. ¿Qué balance hace en este sentido?
–Ha sido una gran temporada porque ha habido triunfos muy importantes prácticamente en casi todas las corridas lidiadas. Estamos en la línea de regularidad que lleva la ganadería desde hace muchos años y en cada temporada siempre intentamos mejorar y superarnos.
Se está intentando imponer un tipo de pensamiento único que ataca directamente al principio de libertad individual y a los fundamentos básicos de la democracia
–Venimos de un periodo malo para la Fiesta por el contexto vivido en pandemia y donde todos han sufrido, también los ganaderos. ¿Cómo ha vivido y superado esta situación en la que se ha paralizado toda la actividad?
–Han sido casi dos años durísimos y complicados en los que hemos tenido que tirar adelante y sin ingresos. Unos compañeros han tirado de ahorros, otros de hipoteca y así hemos ido saliendo adelante con mucho esfuerzo, la verdad. Ha habido ganaderos que han mandado toros al matadero, nosotros no, y otros han reducido vacas. Cada cual ha salido adelante como ha podido según sus circunstancias. En nuestro caso particular, nosotros nos sentimos unos privilegiados porque hemos podido lidiar todos los cinqueños tanto en 2020 como ahora en 2021 y, además, hemos ido a plazas y a ferias importantes. El primer festejo que se dio en Las Ventas después de un año y medio de pandemia fue con una corrida de toros nuestra y, después, hemos lidiado casi catorce festejos, pero han sido dos años muy complicados.
–A pesar de la dureza del momento, ¿esta situación ha servido para redimensionar el campo bravo español?
–Todo momento de crisis es una oportunidad y creo que, como se han reducido el número de madres y se han matado toros en el campo, esta situación puede haber servido para seleccionar más y hacer una pequeña criba. Desde el punto de vista del mundo del toro creo que deberíamos haber hecho más porque han sido dos años en los que hemos estado parados casi año y medio. Se han podido hacer algunas cosas, pero se deberían haber hecho más.
–En ese hacer cosas la Fundación Toro de Lidia ha impulsado diversas iniciativas como la Gira de la Reconstrucción o el Ciclo de Novilladas con las que se ha intentado abrir las plazas para dar festejos y no pasar en blanco las dos temporadas.
–En esta época la Fundación Toro de Lidia ha sido clave. En el mes de marzo, nada mas comenzar la pandemia, empezamos a presentar distintas iniciativas que se podían impulsar y una de ellas fue la Gira de la Reconstrucción. Esa gira permitió que el año pasado, el 2020, hubiese festejos y se pudieran televisar a través de Movistar. La acción de la fundación ha sido fundamental porque, además, ha provocado reuniones con todos los estamentos y administraciones para que se nos escuchara y nos han escuchado.
La acción de la fundación ha sido fundamental porque, además, ha provocado reuniones con todos los estamentos y administraciones
–¿Cuál es el papel fundamental de la Fundación Toro de Lidia?
–La fundación es el estamento único que nos representa a todos los que formamos parte del mundo del toro y es el estamento en el que todos tenemos que plantear nuestros problemas, dialogar y solucionarlos. Durante este periodo de pandemia la fundación ha actuado siempre con el apoyo de todo el sector porque es la herramienta que está al servicio de todos, siendo esa voz única que nos representa. Actualmente soy quien preside, pero pronto también habrá un relevo como es preceptivo.
–Siempre se hablado del excesivo individualismo que existe en la Fiesta de los toros donde cada cual va a la suya… En ese sentido, ¿se ha dado un paso adelante buscando una cohesión sincera entre todos los estamentos que la componen?
–Somos ibéricos, con lo que no es solo el mundo del toro donde se puede ver esa individualidad sino en otros muchos ámbitos. Nosotros debemos apostar por la unión porque siempre que hemos ido unidos nos ha ido mucho mejor que cuando hemos ido cada cual por nuestra cuenta. Se ha conseguido organizar esa gira de reconstrucción y eso es un ejemplo claro de que la unión siempre es beneficiosa para el conjunto del sector. La unión es esencial y, entre todos, debemos hacer que la fundación sea ese estamento fuerte que represente a todo el sector. Es necesaria para el futuro del mundo del toro y esto es labor de todos, no de unas pocas personas, es labor de los profesionales, los aficionados, las autoridades, de todo el mundo.
Siendo el segundo espectáculo de masas no se nos da la importancia ni la cabida mínima en los medios de comunicación
–¿La defensa de la Fiesta pasa, entonces, por esa unión?
–Es esencial y en ello la fundación ha hecho –desde su creación– una labor tremenda de defensa de la Fiesta de los toros y del sector, tanto en los tribunales o en contestación a los medios cuando se ha producido algún ataque a la tauromaquia y, por supuesto, de difusión y de promoción de la misma.
–Hablando de difusión y de promoción, estamos hablando de que la tauromaquia y el sector mueve cerca de 4.250 millones de euros y es el segundo espectáculo de masas, en cambio no tiene excesiva visibilidad más allá del mundo especializado. ¿Cómo es posible que se den estas circunstancias?
–Hay muchos intereses. Siendo el segundo espectáculo de masas no se nos da la importancia ni la cabida mínima en los medios de comunicación generalistas ni en la televisión pública para que tenga su visibilidad. La Fiesta de los toros no tiene la visibilidad en los informativos de las televisiones que tienen otro tipo de espectáculos, por lo que somos invisibles en ese sentido. No conozco ningún espectáculo que durante treinta y tres días seguidos llene la plaza de toros con veinticuatro mil personas de Las Ventas como San Isidro y, en cambio, la Fiesta de los toros la ignoran, solamente es visible si sucede algún hecho negativo o desagradable. Incluso un gobierno de extrema izquierda como lo fue el de Madrid en la época de Carmena intentó politizar las fiestas de San Isidro cuando es una fiesta arraigada en la sociedad y en el pueblo, hasta lo quitaron del programa de festejos ninguneándola. Y si nos vamos a los Presupuestos Generales del Estado tampoco tenemos ese tratamiento acorde a la importancia del espectáculo. En cambio, somos un sector que genera mucha riqueza y representamos una cultura única de la historia de nuestro país y, sin embargo, siempre que se tiene ocasión la atacan y la menosprecian, incluso si pueden prohibirla la prohíben. Está claro que algo pasa en una sociedad en la que te quieren imponer lo que tienes que hacer y lo que no, y eso es algo que está pasando. En ese sentido, la fundación es punta de lanza en la lucha contra los recortes de las libertades personales e individuales.
Somos un sector que genera mucha riqueza y representamos una cultura única de la historia de nuestro país
–Siempre vemos la Fiesta de los toros como arma arrojadiza entre políticos.
–Nosotros desde la fundación tratamos de que la Fiesta no se politice porque la tauromaquia no pertenece a ninguna ideología, es del pueblo y no es ni de izquierdas ni de derechas sino de todos porque en ella hay aficionados, profesionales y amantes del mundo del toro de todos los colores políticos. Por eso no hay que politizarla, aunque a pesar de los esfuerzos nuestros políticos siempre la intentan politizar y utilizar en su beneficio.
–¿Por qué salta la polémica con tanta facilidad?
–Porque realmente los toros son algo importante en este país, a pesar de la poca visibilidad que realmente se les da. La Fiesta de los toros es una seña de identidad, crea riqueza, trabajo, y forma parte del día a día de este país, aunque lo quieren ocultar. Y eso lo encontramos en todo, en las costumbres, en el habla de la gente, en todo. Incluso los que se dicen no taurinos están imbuidos de la cultura taurina porque esta forma parte de la historia cultural de nuestro país y eso es una realidad, lo quieran los que van contra la Fiesta de los toros o no lo quieran, eso es así, es una evidencia.
–¿Qué se puede hacer, por darla a conocer, además de las iniciativas impulsadas?
–Lo que hay que hacer es no tener complejos a la hora de defender la Fiesta de los toros, explicarla y estar presente en todos los foros. Hay que dar a conocer a la sociedad lo que es el mundo del toro abriendo las puertas de las dehesas, explicando lo que es el toreo, la tradición sobre la que se sustenta, la verdad sobre la que se cimienta. Nosotros, por ejemplo, hacemos visitas guiadas a la ganadería para dar a conocer al toro en el campo, para enseñar todas las labores que se hacen en el cuidado del animal, y eso debe ser una labor de todos los que conformamos el mundo del toro. Y como nosotros ya hay muchos ganaderos que lo están haciendo y es bueno porque mostramos no solamente el espectáculo final que se disfruta y contempla en la plaza de toros, sino que también se muestra todo lo que envuelve al espectáculo. Todos los que nos gusten los toros debemos unirnos a través de un estamento como es la fundación para que tengamos una sola voz en la defensa de la Fiesta.
La tauromaquia es tan importante en este país que debería tener un departamento interministerial
–¿Cuándo pasa la Fiesta de ser un espectáculo aceptado por la mayoría de la sociedad a ser discutido, cuestionado e incluso aborrecido y contestado, en medio de una lucha política e ideológica polarizada?
–La Fiesta sigue siendo muy importante en este país. Alrededor del sesenta por ciento de los municipios siguen celebrando sus fiestas en torno al toro, lo que pasa es que hay muchos intereses. Vivimos un principio de milenio convulso, tenso, intenso, con polarización y movimientos de todo tipo que hacen que haya luchas ideológicas tremendas y la Fiesta de los toros no es ajena a eso. El mundo del toro, como parte importante de este país, no puede ser ajeno a todo ello y por eso es atacado, sobre todo porque se está intentando imponer un tipo de pensamiento único que ataca directamente al principio de libertad individual y a los fundamentos básicos de la democracia. En un mundo globalizado se está intentando también aniquilar las culturas locales y hacer una cultura plana, homogénea, uniforme y fácilmente manipulable. Una cultura única que creo que es un error. Pero la defensa del toro como cultura no es una cuestión solamente mía, si nos vamos a los grandes pensadores todos ellos han defendido las distintas expresiones culturales porque forman parte de nuestra historia como sociedad, como país, y porque forman parte de nuestra riqueza como individuos, como territorio con nuestra historia…, forman parte del patrimonio de la humanidad.
–En la línea de su argumentación, un modo de preservar la Fiesta de los toros fue transferirla del Ministerio del Interior al Ministerio de Cultura para preservarla, impulsarla, mejorarla, protegerla: ¿se ha notado este cambio?
–De momento, ahora se nos escucha mientras que antes se nos perseguía por cualquier cuestión que pudiéramos infringir. Ahora tenemos presencia en foros culturales, en reuniones y encuentros y estamos mejor, aunque personalmente creo que tampoco el Ministerio de Cultura es el sitio ideal porque como la tauromaquia es tan importante en este país debería tener un departamento interministerial en el que estuvieran contemplados todos los aspectos que la conforman. La Fiesta tiene una parte importante en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Ganadería; en el Ministerio de Sanidad; en el de Interior y en el de Cultura, lo ideal hubiera sido crear ese único y exclusivo departamento para ella.
–En muchas ocasiones la Fiesta de los toros ha llamado a las puertas de la administración y no ha sido atendida y si, por ejemplo, nos atenemos a lo más reciente como es la creación de ese bono cultural joven, la Fiesta de los toros ha sido excluida de él, y eso que la Fiesta esta protegida por Ley y en el Ministerio de Cultura. ¿Cómo explicamos esto?
–Las administraciones, actualmente, nos están escuchando todas, y eso es un paso importante. Y lo del bono cultural es ciertamente un atropello que se ha hecho a una parte importante de la cultura de este país. Es una discriminación ideológica y nosotros así lo hemos hecho saber. Nosotros pensamos que es una medida muy clara para adoctrinar a los jóvenes y dirigirles hacia qué parte de la cultura tienen que ir y a qué parte de la cultura no hay que ir. Nosotros creemos que el bono cultural joven es un bono doctrinal. Ha sido un atropello que han hecho a la tauromaquia y, sobre todo, a la libertad, al trato igualitario y a la democracia que tiene que haber en un país como el nuestro.
El bono cultural es ciertamente un atropello que se ha hecho a una parte importante de la cultura de este país
–¿Cómo se lleva con el actual ministro de Cultura?
–Todavía no he hablado con él, aunque si lo he hecho con su director general. Nos atendieron el día que se hizo público el bono cultural y fue una reunión en la que se nos escuchó y pudimos exponer nuestras quejas, nuestras necesidades y nuestros puntos de vista de todo aquello que tiene que ver con la Fiesta de los toros. Ese día estaba la Directora de Bellas Artes y el ministro no estaba porque estaba de viaje oficial, pero espero que pronto nos reciba.
–Si la juventud no lo tiene fácil para acceder a un espectáculo como este: ¿Cómo hacemos para que descubran la Fiesta, la comprendan y terminen siendo aficionados siendo, como son, el futuro de la misma?
–Los jóvenes tienen que tener la libertad de elegir. Cada vez veo más jóvenes en las plazas de toros y eso que están intentándolos apartar de la Fiesta. A los jóvenes se les ha querido apartar de algo que era muy importante en la vida e historia de este país, los toros, pero los jóvenes –que no son tontos– han respondido acercándose a ella, porque descubren una serie de valores que la encarnan y una verdad que les atrae. Y por eso creo que es por lo que ahora se van viendo cada vez más jóvenes que se acercan a la Fiesta de los toros.
–En Portugal han prohibido el acceso de los menores de dieciséis años a los festejos taurinos. Prohibirles el acceso a los jóvenes o invisibilizarla compromete el futuro de la misma. Ante esto, ¿qué hacer? ¿Puede darse una situación similar en nuestro país?
–Ante una situación así lo que hay que hacer es luchar y no permitirlo, porque es un ataque a la libertad de los jóvenes. Si a usted no le gusta algo, me parece muy bien, pero lo que no puede hacer es atacar la libertad individual y prohibirlo. Los que impulsan este tipo de leyes o decisiones saben que hay unas edades en el crecimiento de los niños y jóvenes donde lo que ocurre en su desarrollo conforma o sienta la base de comportamiento en su edad adulta y, por eso, atacan, obstaculizan o mediatizan ese momento del niño o joven quitándoles la posibilidad de conocer una cultura como es la del toro. Les quitan la posibilidad de descubrir un espectáculo como éste con unos valores y unas raíces culturales profundas, porque no hay que olvidar que ver una corrida de toros es un rito sacrificial y como todo rito es profundo y no es fácil de entender de manera que, si no comienzas a edades tempranas a enseñar cómo es, resulta difícil de comprender y vivirlo. Imposibilitando ese aprendizaje consiguen que haya menos juventud en los toros y, por tanto, se pone en peligro el futuro de la Fiesta porque precisamente pasa por los jóvenes, por eso hay que estar con los jóvenes, acercarles y mostrarles cómo es este espectáculo. Lo que han intentado hacer en Portugal ya lo han intentado aquí en España y es una manera de atacar a la Fiesta, a su futuro y a la libertad de elección de los ciudadanos… es un atropello a la libertad y a los valores democráticos. Ellos saben que prohibiendo el acceso están consiguiendo que esos jóvenes no conozcan el mundo del toro y su cultura y, por tanto, constriñen la Fiesta desde su base y comprometen su futuro con ese tipo de decisiones. Por todo eso es por lo que hay que luchar, para no permitir que ese tipo de prohibiciones se hagan efectivas.
Se está intentando aniquilar las culturas locales y hacer una cultura plana, homogénea, uniforme y fácilmente manipulable
–Pensemos en 2022. ¿Será la temporada de la recuperación? ¿Cuáles van a ser las próximas acciones que va a desarrollar la Fundación Toro de Lidia?
–Yo espero que el año que viene, 2022, sea el año de recuperar la actividad y sentar la base para que en el siguiente se pueda recuperar la total normalidad en el mundo del toro, siempre contando con que a la crisis sanitaria se le suma que la sociedad está pasando por una crisis económica, con lo que todo esto influye en la recuperación de la actividad. Deseo que todo vuelva a tomar esa normalidad a la que todos estamos acostumbrados, siempre en la medida de lo posible y acorde a las circunstancias en las que nos encontremos. Eso es lo que yo deseo para la Fiesta y en esa línea la Fundación Toro de Lidia seguirá con sus acciones de difusión y promoción de la Fiesta, celebración de los ciclos de novilladas y apostará por el diálogo con las administraciones para que se nos respete y trate acorde a nuestra importancia. Seguiremos hablando con todos los estamentos del sector para seguir ahondando en esa unión necesaria para todos nosotros y, en esa dirección, seguiremos desarrollando nuestra labor: defender la Fiesta de todos aquellos que la ataquen, darla a conocer y estar presente en los foros y la sociedad, sin complejos.
–¿Y desde el punto de vista ganadero qué espera?
–Queremos seguir en la senda que ya empezamos hace sesenta años y esa senda es la de luchar por el toro que nos gusta. Un toro bravo y encastado, que gusta al aficionado, y que es íntegro. Ese es nuestro objetivo y lucha, intentando estar presente en las ferias importantes y en aquellas otras localidades donde el toro y la Fiesta de los toros sean tratados con dignidad y reconocimiento.