¿Cuánto cuesta hacer una película para los Goya?

Eternamente en crisis, el cine, gran emblema de la cultura patria, acarrea epítetos relacionados con su baja recaudación. La gran oferta de ocio hace que el cine pase a ser secundario, pero ¿cuánto cuesta producir una película?

En la actualidad, hay cinco maneras para poder producir una película en España. La primera de ellas es a través de las ayudas públicas, las conocidas subvenciones, aunque estas sustentan en realidad menos del 20 % del total de películas que se producen al año. La segunda fuente de financiación es la coproducción, tanto con otras productoras nacionales e internacionales como con cadenas de televisión. En general, las películas con mayor recaudación en taquilla han recibido dinero de Antena 3 o Telecinco.

Junto a este formato de coproducción ha aparecido recientemente otro ligado al auge de las plataformas digitales: la preventa de derechos. Los productores venden los derechos a Netflix, Amazon Prime Video o incluso TVE, que tendrán después los derechos de emisión y distribución del producto audiovisual.

En cuarto lugar se encuentran los incentivos fiscales –invertir en cine supone una desgravación fiscal y puede suponer hasta un tercio del presupuesto total de una película– y, por último, se encuentra la financiación bancaria.

Por último, la quinta fuente de financiación es acudir a préstamos bancarios. María Coronado, especialista de Cultura de Triodos Bank, explica a El Debate que, en realidad, aunque «el mundo del cine tiene tendencia a la queja», no es tan difícil ni hacer una película ni financiarla. Ella es la encargada de toda la gestión de puente financiero entre productoras y el banco, y asegura que la tasa de morosidad es inferior al 1 %. «Quizá los artistas del cine tienen el sambenito de informales, pero en realidad en cuanto a creación su ámbito ha experimentado un boom, muy motivado también por la pandemia: más allá de exhibidores y distribuidores, los productores han salido ganando».

Cómo financiar una película de 2,5 millones de euros

Hoy en día, producir una película media como las que están nominadas a los Premios Goya tiene un coste de 2,5 millones de euros. Desde Triodos Bank tienen una política apoyada en tres patas: el análisis cualitativo, los criterios de sostenibilidad y un plan de viabilidad. «A nivel de temática financiamos todo lo que no vaya en contra de los Derechos Humanos. Básicamente la Cultura es libertad de expresión y como tal hay que entenderla. A la hora de estudiar una financiación, valoramos el proyecto de forma integral, no aspectos aislados», explicado Coronado, quien alude a que el cine en nuestro país carece de certificación.

La película debe contar con un plan de financiación cerrado al menos en un 90 %. «Analizamos el presupuesto, los contratos y/o subvenciones que la hacen viable, los contratos de la cadena de titularidad, el calendario y cash flow y otros contratos claves del proyecto. Es muy importante también el management, es decir, quién está detrás de los proyectos y su trayectoria». Esto quiere decir que financiar un proyecto de Almodóvar va a ser siempre más fácil que uno de unos jóvenes que acaban de salir de la academia de cine. Una vez que el proyecto está cerrado, en la fase de preproducción, se toman las decisiones. «El riesgo es muy alto. Una película es un bien intangible, no es una fábrica de productos materiales: ¿y si dejamos el dinero y dentro de tres años no hay proyecto?».

De hecho, es el productor, esa figura olvidada a quien normalmente solo se relacione con el dinero, quien más responsabilidad tiene: acompaña el proyecto desde el inicio, mucho antes de comenzar la producción, y hasta la cancelación del préstamo, mucho después de que la película ha sido estrenada e incluso puede que olvidada: pueden ser hasta cinco años después de estrenar la película.

«Un plan de financiación suele estar compuesto por financiación privada (contratos con televisiones, operadores digitales, distribuidoras, ventas internacionales, etc.) y ayudas públicas europeas, estatales, autonómicas o locales, que son directas (subvenciones) o indirectas (incentivos fiscales, tax rebate, etc.). Desde Triodos Bank hacemos líquidas esas fuentes de financiación para que la productora pueda acometer el proyecto en todas sus fases sin tensiones de tesorería», continúa Coronado, que explica que cuando se realiza el delivery, momento en el que la película se entrega a las televisiones o administraciones, se generan los derechos de cobro de los contratos que cancelarán los préstamos.

El análisis técnico: conocer el cine

Además del análisis financiero, se suele realizar un análisis técnico, conociendo los detalles específicos del plan de rodaje, de las características e incluso, como decíamos, de los valores que hay detrás de un proyecto. «El análisis técnico, que incluye el análisis económico, de todos los elementos esenciales para hacer una película (o una serie de televisión) es vital: es la manera de tener control sobre el proyecto y mitigar los riesgos en la mayor medida de lo posible».

Hay mucha gente detrás de cada proyecto. Hay ayudantes de dirección, ‘scripts’, eléctricos, efectos visuales, personal de localizaciones, directores de ‘casting’; hay proveedores, diseñadores de vestuario, personal de sonido y de iluminación e incluso coordinadores históricos o coaches de intimidad. Hay rodajes en los que se ha tenido que contratar un servicio de guardería (fue el caso de la película Cerdita, con mayoría de mujeres tanto delante como detrás de las cámaras): «Fue una iniciativa pionera, al estilo de Le ballon rouge de Cannes, que se instaló durante las semanas de la grabación para que las mujeres profesionales con hijos no tuvieran que renunciar a trabajar en la película y pudieran conciliar».

Otras dos películas que son ejemplo de financiación privada son Mediterráneo y Verano de 1993. La primera cuenta la iniciativa de Óscar Camps al fundar OpenArms. «Es una historia basada en hechos reales y su fundador ha trabajado codo con codo con el equipo de la película para que quedara reflejada de una manera fidedigna su historia y misión. Open Arms es además, cliente de Triodos Bank», explica Coronado. La segunda fue una gran sorpresa, ya que en realidad no se esperaba un gran resultado de ella: «Tenía un presupuesto modesto, como para una pequeña obra. Nadie, ni siquiera su equipo, esperaban que su obra fuera tan laureada, cuestión que nos hace pensar en que tras una gran historia no tiene por qué haber siempre un desarrollo y presupuestos complejos».