El mundo de la cultura planta cara a Putin: Disney, Sony y Netflix se unen a las grandes óperas y teatros
Hay muchas formas de hacer la guerra, y muchas maneras de condenar un ataque. Y así está sucediendo en el mundo de la cultura. Uno de los casos paradigmáticos ha sido el del maestro Valery Gergiev: amigo del presidente ruso, Vladimir Putin, ha sido excluido de la Scala de Milán, por no condenar la guerra en Ucrania. Gergiev, uno de los embajadores culturales más importantes de Rusia, debutó el miércoles por la noche en la Scala, con algunas protestas al inicio y aplausos al final, en la representación de La dama de picas de Chaikovski, que debía dirigir otras cuatro veces, desde el 5 al 13 de marzo. Ante su negativa a condenar la invasión rusa, ha sido despedido.
En el sector de las instituciones musicales, todas parecen ir a una: otros organismos de Estados Unidos, Alemania, Holanda, Austria y Gran Bretaña se han desmarcado también de Gergiev, advirtiendo que lo excluirán si no denuncia la invasión de Ucrania: ya ha sido cancelado su concierto con la Filarmónica de Viena en el Carnegie Hall de Nueva York. El alcalde de Múnich, Dieter Reiter, había expresado que Gergiev debía condenar la «guerra brutal y agresiva contra Ucrania, y en particular contra Kiev, ciudad hermanada con nosotros», o será excluido de la orquesta tres años antes de que expire su contrato: también ha sido despedido. Una advertencia similar amenaza con cancelar el 'Festival Gergiev', programado en Róterdam en septiembre.
La Metropolitan Opera de Nueva York también se ha sumado al apoyo a Ucrania contra Rusia. A través de un vídeo colgado en su página web y difundido en sus redes sociales, el gerente general Peter Gelb ha explicado: «La Metropolitan Opera abre su corazón a las víctimas inocentes de la guerra en Ucrania y señala el heroísmo del pueblo ucraniano. Nos solidarizamos con ellos, e instamos a los líderes del mundo libre a que los apoyen en su hora de necesidad». La ópera neoyorquina rechaza la guerra: "Derramamos lágrimas por ellos, incluidos sus hermanos y hermanas en Rusia, que también son víctimas de las mentiras y la propaganda de Putin, que parece tener la intención de destruir a Ucrania, su gente y todas las libertades personales”.
Netflix se niega a aceptar las condiciones de Putin para entrar en Rusia
Netflix también ha plantado cara a Putin: ha anunciado que no cumplirá con la nueva ley audiovisual de Rusia, que obligaría a la plataforma a incluir una veintena de canales públicos para poder operar en el país. La legislación, cuya entrada en vigor estaba prevista para el 1 de marzo, obliga a Netflix y a otros servicios audiovisuales a emitir contenidos de medios afiliados al Kremlin como Channel One, la cadena de entretenimiento NTV y el Canal de la Iglesia Ortodoxa.
«Dada la situación actual, no tenemos planes de añadir esos canales a nuestro servicio», ha explicado un portavoz de la compañía citada por el diario The Wall Street Journal. Netflix lanzó su servicio local en ruso hace poco más de un año y apenas cuenta con 1 millón de suscriptores en ese país, un porcentaje ínfimo de los más de 222 millones de abonados que suma en todo el mundo.
Aún así, la plataforma forma parte de la lista de «servicios audiovisuales» que elabora el regulador mediático de Rusia, Roskomnadzor, y que incluye a todas las plataformas o canales con más de 100.000 espectadores. La nueva ley audiovisual obligará a que todos los servicios de ese listado incluyan contenido procedente de medios controlados por el Gobierno de Vladímir Putin, aunque su implementación quedó suspendida tras la invasión de Ucrania.
La pasada primavera, Netflix anunció su primera serie en el idioma ruso, Anna K, basada en la novela Anna Karénina, de Leon Tolstói. El anuncio llegó horas después de que la tecnológica Meta confirmara que restringirá en sus redes sociales –que incluyen Facebook, Instagram y WhatsApp– el acceso a la cadena RT y a la agencia Sputnik, medios afiliados al Gobierno ruso, por petición de la Unión Europea (UE).
Por su parte, Twitter ha anunciado que añadirá una advertencia en los mensajes que compartan enlaces y noticias de medios controlador por el Kremlin, de los que también tratará de reducir su circulación en la plataforma. «Nuestro producto debe facilitar la comprensión de quién está detrás del contenido que ve y cuáles son sus motivaciones e intenciones», añadió el jefe de integridad de esa plataforma, Yoel Roth.
Disney, Warner y Sony se suman al veto
En las últimas horas, Disney, Warner Bros y Sony han cancelado los estrenos que tenían previstos en Rusia en las próximas semanas. La primera ha sido The Walt Disney Company, que ha comunicado que no estrenará sus nuevas películas en Rusia: «Dada la invasión no provocada de Ucrania y la trágica crisis humanitaria, pausaremos el estreno de nuestras películas en Rusia, incluida la próxima Turning Red de Pixar». Además, la empresa ha añadido que «tomará futuras decisiones comerciales» conforme evolucione la situación y aseguró que se uniría a la asistencia humanitaria a través de otras ONG colaboradoras.
Inmediatamente después del anuncio de Disney, Warner Bros también ha anunciado que cancelará en Rusia el estreno de The Batman, planeado para este viernes, y Animales Fantásticos: Los secretos de Dumbledore, mientras espera «una resolución rápida y pacífica de esta tragedia». La siguiente empresa en unirse a las sanciones ha sido Sony Pictures. Esta compañía ha comunicado que «dada la acción militar en curso en Ucrania y la incertidumbre y la crisis humanitaria que se desarrolla en esa región» han decidido cancelar los estrenos planificados para Rusia.