Dos Murillos de Sevilla, a la venta para sacar fondos tras la caída de Abengoa
Una obra del pintor sevillano está inmersa en el concurso de acreedores de Abengoa y un segundo lienzo del mismo autor ha sido puesto a la venta por la fundación de la compañía para conseguir fondos que garanticen su funcionamiento
Las obras de Esteban Murillo llevan en el ojo del huracán más de siete años. En concreto, desde la quiebra de la multinacional española Abengoa en 2015, que dejó dos obras del pintor barroco, ubicadas en la sede de la compañía, sin hogar. Enclavado en el populoso barrio hispalense de Santa Cruz, el antiguo Hospital de los Venerables Sacerdotes había sido reconvertido en la sede de la fundación de la compañía Abengoa, el Fondo de Cultura de Sevilla (Focus).
Sin embargo, el 24 de noviembre de 2015, la empresa anunciaba que solicitaba el preconcurso de acreedores tras el fracaso en la búsqueda del capital necesario para seguir funcionando. Al día siguiente, sus acciones se desplomaron más del 70 % en bolsa en su vuelta a la negociación. Desde entonces, una crisis tras otra ha llevado a su cierre, dejando en el aire el destino de diversas obras de arte. Entre ellas, dos cuadros del sevillano Murillo.
El Banco Santander, que ya dispone de una extensa colección de arte, parece el mejor postor en la venta. De hecho, la entidad que preside Ana Botín se ha hecho, en los últimos meses, con algunas obras de arte, desde un cuadro de Goya que pertenecía a Esperanza Aguirre a otras pertenecientes al Grupo Villar Mir, que pagó parte de su deuda con el Santander con cuadros de grandes figuras de la pintura española. Entre ellos, Las lágrimas de San Pedro, de Velázquez; Descanso en la huida a Egipto, de José Ribera; San Antonio Abad, de Zurbarán, y Retrato de don Valentín Belvís de Moncada y Pizarro, de Goya. Abengoa, uno de los principales acreedores del Santander, podría recurrir al mismo proceso para saldar su deuda.
Uno de los cuadros de Murillo a la venta es San Pedro penitente de los Venerables, originalmente pensado para adornar un retablo del Hospital de los Venerables de Sevilla. Allí estuvo colgado desde 1701 hasta que, en plena Guerra de la Independencia, fue confiscado y en 2014, Abengoa la adquirió por seis millones de euros.
Aunque en la actualidad permanece expuesto en el lugar para el que fue concebido por Murillo, su ubicación final depende del proceso de liquidación de los bienes de la compañía, si bien por la solicitud de la obra como Bien de Interés Cultural (BIC) no podrá salir al extranjero sin la aprobación del Ministerio de Cultura. Por ello, si se tramita la consideración de BIC, los museos tendrán derecho de tanteo por delante de una venta privada, como ocurrió con el trasvase de obras de Villar Mir al Banco Santander.
El otro Murillo
Según El Confidencial, la caída de Abengoa también podría desencadenar la venta y la consecuente salida de la fundación Focus y de la ciudad de Sevilla de un segundo Murillo colgado en las paredes del Hospital de los Venerables, una Santa Catalina.
La crisis de la multinacional provocará la salida de varias joyas de la colección (previo tanteo de los museos estatales cuando se trate de BIC). Entre ellas, La Sagrada Familia de Bartolomeo Cavarozzi, uno de los discípulos más destacados de Caravaggio y con una notable producción en España. La fundación ha decidido sacar a la venta estas dos obras para obtener ingresos extraordinarios que suplan los fondos que ha dejado de aportarle Abengoa y, de ese modo, poder costear sus gastos ordinarios.