La importancia arqueológica de encontrar una caca humana vikinga
Con unas medidas de 20 centímetros de largo y 5 centímetros de ancho, se cree que el enorme coprolito es el ejemplo más grande de heces humanas fosilizadas (paleofecas) jamás encontrado
En la ciudad de York, en Inglaterra, tienen a gala el hallazgo y el orgullo de tener una rica historia que se remonta a la época romana. Por eso, la ciudad siempre ha estado tomada por excavaciones arqueológicas.
Quizá uno de los más extraños, aunque también de los más reveladores, sea el famoso fósil de heces vikingas, conocidas como el coprolito de Lloyds Bank.
La pieza más grande
Se trata de la pieza más grande de heces humanas fosilizadas y se descubrió en 1972, con la ya conocida en otras ocasiones, historia de la apertura prevista de una nueva sucursal bancaria en la ciudad.
Al empezar las excavaciones para los cimientos, los trabajadores encontraron todo tipo de artefactos vikingos.
Con unas medidas de 20 centímetros de largo y 5 centímetros de ancho, se cree que el enorme coprolito es el ejemplo más grande de heces humanas jamás encontrado, ya que el excremento data del siglo IX d. C.
Problemas de insalubridad
Normalmente, los excrementos se descomponen rápidamente, y solo queda un mantillo inútil para la investigación. Sin embargo, gracias las características especiales del suelo de York, algunos de estos residuos han quedado prácticamente intactos.
El análisis del coprolito es de gran importancia, ya que permite conocer la dieta de aquellos hombres. En este caso, el vikingo vivía de carne y granos, y comía muy poca fruta y verduras; hecho este que solo habla de las aficiones individuales, ya que en la zona había fruta y verdura suficiente.
También se han encontrado parásitos intestinales, como huevos de gusano y tricocéfalos, bastante comunes en las heces vikingas, que demuestra que la suciedad y la insalubridad en la que vivían era un grave problema.