Entrevista
Rebeca Windsor, directora de Warner Bros: «Hay series de televisión que se vuelven populares en las plataformas»
El Debate ha hablado con la directiva de la gran compañía audiovisual sobre el mundo del cine y la televisión, así como del perfil del guionista para triunfar en la industria del entretenimiento
La vicepresidenta y directora de la Warner Bros. Television Workshop, Rebecca Windsor, ha visitado Valencia para participar en la 37.ª edición del Festival de Cinema Jove en un encuentro de profesionales del mundo de la creación televisiva. Formada en la Universidad de Northwestern donde estudió teatro para convertirse en actriz, ha sido Gerente de Desarrollo en la compañía de televisión Samuel L. Jackson, UppiTV, y en Mandeville Films y se unió al Festival de Sundance para formar a jóvenes guionistas y directores. Actualmente, es la vicepresidenta y directora de la Warner Bros. Television Workshop, uno de los más selectos y competitivos programas de escritura y dirección para guionistas y directores que quieren trabajar en la industria de la televisión. El Debate ha hablado con la creadora de Stage 13 sobre el mundo del cine y la televisión, así como el perfil del guionista para triunfar en la industria del entretenimiento.
–¿Qué es lo que le hizo entrar en la industria de la televisión y el cine?
–Cuando era joven quería ser actriz, así que eso fue lo que estudié. Fui a la universidad de teatro, me mudé a Nueva York para intentar trabajar como actriz durante varios años, pero finalmente decidí que quería tener más control sobre mi futuro. Como actor, nunca sabes si vas a encontrar el éxito. Me mudé a Los Ángeles, me casé y empecé a pensar en el futuro, pero sabía que todavía quería hacer algo creativo para el cine o la televisión, pero no actuar. Conseguí unas prácticas en una empresa cinematográfica y aprendí lo que era trabajar con los guionistas para que sus guiones cobrasen vida. Eso me hizo sentir que seguía utilizando la parte creativa de mi cerebro, pero con más control sobre mi futuro. A partir de ahí he tenido muchos trabajos de asistente en productoras de cine y televisión, he trabajado en Sundance y ahora estoy en Warner Brothers en el programa de desarrollo de talentos.
–Una profesional como usted, imagino que también tendrá sus series favoritas, ¿no?
–Es muy difícil responder a esa pregunta. Es como elegir a tu hijo favorito. Diría que hay dos que destacan por encima del resto. Cuando era muy joven, la primera serie que me hizo decir «¡Dios mío!», fue Twin Peeks. Probablemente era demasiado joven para verla, pero era tan diferente a todo lo que había visto, que me inspiró. Y, como adulto, Friday Night Lights. Es una serie sobre una pequeña ciudad, un equipo de fútbol de un instituto... Es sobre fútbol, pero al fin y al cabo se trata de una familia que se enfrenta dificultades y aprende a sobrellevarlas. Así que, aunque no sea mi historia, los escritores han conseguido que pueda conectar con la historia y que me resulte emotiva, realista y auténtica. Es una de esas series que considero perfectas.
–¿Cuál es el principal objetivo de este taller para guionistas?
–Desde Warner Bros intentamos encontrar a los creadores del mañana. Buscamos a alguien que tenga una voz, algo especial, una perspectiva única. Queremos poder ver su crecimiento con el tiempo, para que eventualmente puedan crear series para Warner Bros.
La serie no puede tratar sobre el entorno, tiene que ser sobre padres e hijos o sobre la adolescencia o lo que sea, por eso los personajes deben ir siempre por delante
–¿Aceptan los guionistas las críticas? ¿Son capaces de aceptar sus anotaciones y recomendaciones?
–Creo que depende. En primer lugar, depende de la experiencia que tengan. Mis colegas que trabajan con grandes guionistas de televisión me han dicho que no están tan abiertos a las críticas. Piensan: «Sé lo que estoy haciendo. Gracias, pero no, gracias». Pero en mi caso, al trabajar con guionistas emergentes, la mayoría de las veces están muy abiertos a ellas, aunque no hayan pasado por la experiencia de que un ejecutivo critique su trabajo. Hay algunos que se ponen a la defensiva o no están de acuerdo con las notas, pero trabajamos en ello para intentar que sean capaces de trabajar en un espacio de colaboración. Tienen que entender que, sea cual sea la nota, si tiendes a recibir la misma nota de diferentes personas debes escucharla y tratar de arreglarla. Puede ser que lo que estás escribiendo en tu cabeza tenga sentido, pero los demás no lo están entendiendo. Esto no significa que tengas que escuchar todas las opiniones, pero tienes que encontrar el equilibrio entre tu visión y la del estudio.
–¿Cuáles son las principales habilidades que debe tener un buen guionista?
–En la televisión, en particular, el trabajo es muy diferente al del cine. En primer lugar, y para la mayoría, hay que tener buenos personajes. Creo que respondo más a los personajes fuertes que a la construcción del mundo, incluso si estás haciendo ciencia ficción o misterio. El protagonista tiene que importarnos para que nos interesemos por la historia. La serie no puede tratar sobre el entorno, tiene que ser sobre padres e hijos o sobre la adolescencia o lo que sea, por eso los personajes deben ir siempre por delante. Y, en segundo lugar, como la sala de guionistas es un entorno de colaboración, tienes que ser paciente. Hay muchos escritores con talento que quizá no sean las personas más agradables o sean socialmente torpes. Pueden tener carreras increíbles, sobre todo en el cine, donde puedes ganar premios de la Academia y no salir nunca de casa. Pero como en la televisión estás sentado todo el día alrededor de una mesa con gente, tienes que ser alguien con quien los demás quieran pasar 10 horas al día. Buscamos todo eso, y a veces hay guionistas con mucho talento que son geniales, pero no tienen ese elemento extra que buscamos.
–En televisión existe el dicho que «el escritor es el rey». ¿No le parece irónico que en el cine sea completamente opuesto? ¿A qué se debe esta diferencia?
–No sé cómo ha salido así. Hay muchas películas que pueden tener diez guionistas diferentes, con el estudio trayendo nuevos guionistas para añadir líneas cómicas y, normalmente, la mayoría de ellos no están acreditados. Así que sí, se considera que es el medio del director y ellos son los que son aclamados. Pero en la televisión, debido a la larga duración de la historia, se tiende a tener al guionista guiando la serie durante toda su duración ya que no se puede esperar que un director permanezca en una producción durante tanto tiempo. Y es por esta misma razón por la que ahora los guionistas de cine vienen a la televisión, porque tienen más control creativo que en el cine.
No creo que la edad de oro haya terminado, pero si echo la vista atrás tres años me parece que esa época era más preferible
–Desde su experiencia profesional, ¿cree que la estructura de trabajo y escritura de una serie es la adecuada? Hay plataformas como Netflix o HBO MAX que han creado su propia estructura escribiendo toda la temporada antes de comenzar a grabar, ¿es esa una de las razones de su éxito?
–El modelo de sala de guionistas es realmente importante. Hay algunos programas que están empezando a ser escritos por una sola persona, pero creo que hay algo realmente beneficioso en tener una sala de guionistas. Tener diferentes voces y perspectivas puede ayudar a los guionistas con los personajes. Si tienes un personaje que tiene problemas de salud mental, puedes contratar a un escritor que haya experimentado los mismos problemas, para que pueda completar el personaje y darle vida. Pero ahora, con los servicios de streaming, que escriben primero y producen después, el trabajo de los guionistas es mucho más difícil. Normalmente, la escritura y la producción ocurren simultáneamente, lo que permite hacer cambios a lo largo del proceso. Pero creo que hay una conversación más amplia entre los guionistas y la industria, que están muy frustrados, porque no están teniendo la experiencia de la producción en el plató. Y eso es algo malo, porque a medida que los guionistas ascienden, cuando se convierten en creadores, en productores, necesitan tener experiencia de producción.
–Es muy común escuchar a la gente decir que estamos viviendo la época dorada de las series. Sin embargo, otros muchos sostienen que esta llamada época dorada comenzó con Los Soprano y The West Wing y terminó con el desafortunado final de Juego de Tronos. ¿Cuál es su opinión? ¿Es cierto que la televisión se encuentra en su época más esplendorosa?
–No puedo hablar por todos. En mi opinión, o es que haya terminado con Juego de Tronos, pero es interesante porque personalmente me he dado cuenta, al menos en los últimos meses que hay muy buena televisión, pero estoy completamente abrumada por la cantidad de contenido. Hubo un par de meses en los que salieron un montón de series basadas en personajes famosos cuyas vidas se desmoronaron y, realmente, no tuve tiempo de verlas todas. Sin embargo, al mismo tiempo, sigue habiendo programas de televisión increíbles que veo todas las semanas. No creo que la edad de oro haya terminado, pero si echo la vista atrás, tres años, me parece que esa época era más preferible.
–¿Se está adaptando la televisión en abierto a las nuevas demandas de la audiencia o estamos a punto de vivir la extinción de la televisión en abierto?
–Creo que la gente se olvida de que hay un gran segmento de América que todavía ve CSI. Warner Brothers's tiene una comedia en ABC llamada Abbott elementary que fue todo un éxito y está en abierto. Por lo tanto, pienso que todavía hay muy buenos ejemplos de televisión abierta que se convierten en éxitos, pero, en general, sí que parece que la gente se está pasando al streaming. Al final, los jóvenes ven todo en sus teléfonos y muchas series que empiezan en la televisión se vuelven populares una vez que se pasan al streaming como es el caso de Riverdale, Arrow, La casa de papel.
Nunca hay que esperar que las oportunidades lleguen de inmediato
–¿Qué es lo que hace que la ficción americana sea la líder de la industria?
–No creo que sea necesario. Hay muchas series como La casa de papel, El juego del calamar, Lupin, que están comenzando a triunfar internacionalmente. Si lo piensas, hay muchas series americanas que son remakes de series extranjeras, como Homeland. Así que espero que las perspectivas, nuevas y diferentes, se hagan más populares con el tiempo. Aunque sí que es verdad que lo que la televisión americana hace muy bien es completar las historias, cerrar todos los arcos y eso al público le encanta.
–¿Algún consejo para los jóvenes aspirantes a guionistas o directores?
–Sigue trabajando. Sé que parece muy sencillo, pero si eres escritor debes estar escribiendo todo el tiempo. Intenta presentarte a diferentes programas, concursos o festivales para ganar premios y obtener reconocimiento. No te cuesta nada escribir un guion, así que deberías estar escribiendo todo el tiempo. También recomiendo, de verdad, formar un grupo de guionistas con otros guionistas amigos de la universidad para reunirse y estar constantemente escribiendo y retroalimentándose mutuamente para aprender a articular las ideas. Es una buena experiencia de unión y, eso, es realmente importante. Como directores hay que encontrar formas creativas de seguir trabajando en el oficio. Es la única manera de que cuando lleguen las oportunidades estéis preparados. Nunca hay que esperar que las oportunidades lleguen de inmediato. Todo lleva su tiempo y no pasa nada, porque cuando te llegue la oportunidad habrás crecido como cineasta. Y, por último, nunca te compares con los demás porque cada uno tiene su propio camino. El camino no es una línea recta, es un zigzag.