Playas, pingüinos y jardines: dos singulares obras de Freud salen a subasta en Christie's
El artista conocido por la crudeza de sus retratos regresa con dos obras que muestran su fascinación por el mundo natural que podrán alcanzar los 10 millones de euros en subasta
Según ha informado la casa de subastas Christie's, el próximo 28 de febrero saldrán a subasta dos raras obras del artista británico Lucian Frued (Berlín, 1922–Londres, 2011)en una sesión dedicada al arte de los siglos XX y XXI, que reflejan la fascinación del artista con el mundo natural.
Las obras son Scillonian Beachscape (1946) y Garden from the window (2002). La primera, en la que vemos el paisaje de una playa de las Islas Sorlingas (Inglaterra) habitada por un pingüino y un cardo, no ha sido expuesta desde 1974 y pertenece a su etapa formativa en Sicilia. La casa de subastas cree que su precio oscilará entre los 3,5 millones de libras y 5,5 millones de libras (entre 3,77 millones de euros y 6,28 millones de euros) mientras que la segunda, de un Freud ya mayor y con mucha experiencia y que plasma una sección en detalle de su jardín, se estima que se venderá por un precio de entre 2,5 millones de libras y 3,5 millones de libras (de 2,86 millones de euros a 4 millones de euros).
La esencia de la realidad
Nieto del creador del psicoanálisis Sigmund Freud, pasó su infancia en Berlín hasta que, tras la llegada de Hitler, su familia se vio obligada a emigrar a Inglaterra. Desde pequeño tuvo claro que quería ser artista. Estudió en la Dedham School of Arts and Crafts y posteriormente en el Goldsmith’s College de Londres. Entre 1958 y 1968 logró exponer en la Marlborough Gallery y desde los años setenta se han celebrado numerosas muestras internacionales de su obra, que lo han convertido en una de las grandes figuras del arte actual. Su formación en el clima intelectual existencialista de la Europa de entreguerras le llevó a utilizar su pintura como instrumento de reflexión sobre la enajenación del hombre contemporáneo.
Es considerado uno de los máximos representantes de la corriente figurativa británica de la segunda mitad del siglo XX que ha dado en llamarse la Escuela de Londres. En sus retratos, centrados principalmente en personas cercanas, Freud consigue desvelar la vulnerabilidad del cuerpo humano a través de la carnalidad. En su obra no busca plasmar su entorno, sino el reflejo de lo que representa lo pintado; es decir, intenta encontrar la esencia más allá de la realidad. Freud solía pintar sobre todo retratos, por lo que esta clase de imágenes resultan excepcionalidades más que pinturas comunes, adquisiciones propias de un coleccionista esmerado.
«Lucian Freud, reverenciado como uno de los grandes pintores del siglo XX, retornaba continuamente al mundo natural como fuente de inspiración», explicó en un comunicado la jefa del departamento de arte contemporáneo y de posguerra de Christie's en Londres, Tessa Lord. «Esa fascinación vital está perfectamente encapsulada en estas dos exquisitas pinturas que ofrecen una visión tanto a la primera etapa de su vida como a la última», agregó la experta.