Nueva locura del lenguaje inclusivo: el gobierno canario presenta «un diccionario sin género»
La docente y expolítica lanzaroteña Inés Rojas de León ha elaborado una guía para hacer un uso del lenguaje más inclusivo y evitar, entre otras cosas, «que se invisibilice a la mujer»
El lenguaje inclusivo, deriva de la ideología de género en torno al que se da uno de los debates más intensos entre las diferentes concepciones ideológicas que anidan en las fuerzas políticas, salta de nuevo a la palestra. Y de nuevo, lo hace impulsado por una fuerza política que se extralimita en sus funciones de gobierno.
La docente y expolítica lanzaroteña Inés Rojas de León ha elaborado «un diccionario sin género» para hacer un uso del lenguaje más inclusivo y evitar, entre otras cosas, «que se invisibilice a la mujer». El trabajo se ha presentado en la Delegación del Gobierno canario en Madrid este jueves, 26 de enero.
Según apunta Rojas, en la presentación del manual, se trata de una guía para hacer un uso del lenguaje más inclusivo; sin embargo, «no se trata de estar desdoblando siempre palabras a la hora de expresarnos», sino de utilizar otras fórmulas.
El diccionario, que lleva por título Sin género de dudas, fue editado en 2020 y no se pudo presentar en su momento debido la pandemia. Sin embargo, la autora ha recorrido las Islas Canarias para presentarlo en distintos centros educativos de secundaria y bachillerato, asociaciones culturales y empresariales y organizaciones políticas.
«La propuesta sorprende, porque creen que es una propuesta más del llamado lenguaje inclusivo, y entonces gusta porque no es que la gente no quiera asumir dicho lenguaje, sino que les resulta difícil y con esta propuesta lo ven más factible y se atreven a empezar porque realmente se conciencian de que sí es importante», aseguraba la docente sin aportar demasiados argumentos.
Según Rojas, el lenguaje inclusivo es «un lenguaje real, justo» y lo que hace es «impedir exclusiones». Según la docente, su uso está justificado por una cuestión de igualdad, pero también desde el punto de vista gramatical: «Evita que nos aturullemos al hablar desdoblando las palabras, gramaticalmente hablando, en masculino y femenino, produciendo rechazo en la población porque le supone dificultad».