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Sorolla fotografiado en su juventud

Sorolla fotografiado en su juventud

Un Sorolla veinteañero buscando futuro en Roma protagoniza su nueva exposición en Valencia

El artista andaba tras una beca que le permitiera viajar a Italia para completar su formación, algo que conseguiría sin mucho esfuerzo, gracias al cuadro El crit del Palleter

La cantidad de exposiciones en honor a Joaquín Sorolla (Valencia, 1863 – Cercedilla, 1923) conmemorando su centenario sigue en aumento, esta vez en su ciudad de origen, Valencia, que ha inaugurado «Sorolla en Roma. El artista y la pensión de la Diputación de Valencia (1884 – 1889)», disponible hasta el 2 de julio en el Salón Respecte del Palacio del Marqués de la Scala.

La muestra, que en su mayoría pertenece a la propia institución, consiste en un total de treinta obras que le sirvieron para conseguir una disputada beca de estudios que le permitió trasladarse cuatro años a Italia.

Otras obras han sido cedidas por el Museo Sorolla de Madrid, como un cuadro prestado por la Fundación BBVA y dos dibujos originales procedentes del Ayuntamiento de Requena (Valencia), junto con documentos curiosos como la letra J con la que firmaba su producción anónima, el título de pensionado en Roma y la carta de su futuro suegro, el fotógrafo Antonio García, justificando el retraso en los envíos del artista a la Diputación.

El estrés de Sorolla

Esta beca corría a cargo de la Diputación provincial de Valencia que, al fin, se la concedió. De esta manera pudo estudiar las pinturas de los grandes maestros italianos, viajando por Roma, Nápoles, Florencia y Asís. Durante su instancia, tuvo que superar varios problemas para lograr que le mantuvieran la pensión de tres mil pesetas.

'Desnudo de mujer', de Joaquín Sorolla

Desnudo de mujer, de Joaquín Sorolla

Entre las obras destaca un controvertido desnudo femenino, que casi le mereció la pérdida del mecenazgo al considerarlo el jurado como inapropiada, o el óleo El padre Jofré defendiendo a un loco, que pintó en Asís en 1887 y que fue la obra con la que concluyó su estancia patrocinada en Italia.

Además, se muestran las pinturas que tuvo que presentar a los concursos para poder obtener la beca, que consiguió con la obra El crit del Palleter, y las que envió desde Italia para que se corroborara su progreso. Al parecer, casi pierde la beca a causa del retraso de los envíos.

Un grito contra los franceses

La pintura de historia era la que imponía los criterios académicos de entonces, y Sorolla, aunque pocos años más tarde sería el principal abanderado contra este género, cuando en su juventud lo practicó, rompió los criterios establecidos y empezó a demostrar sus dotes de gran maestro. Y «el grito del palleter» (el que vendía pajuelas) es pintura cargada de historia, y rompe los criterios formales de la época.

La obra 'El crit del Palleter', con la que Joaquín Sorolla ganó la beca para estudiar en Roma

La obra El crit del Palleter, con la que Joaquín Sorolla ganó la beca para estudiar en Roma

La escena tuvo carácter obligatorio para todos los concursantes y representa uno de los momentos del grito patriótico de 1808: la arenga lanza por Vicente Domènech, llamado «el Palleter» porque vendía palletes –pajas o pajuelas para encender fuego–, en los escalones de la Lonja de Valencia a los campesinos que allí andaban comerciando sus productos. El grito supuso el estallido de la rebelión antifrancesa en Valencia.

Para que la exposición sea más inmersiva, los comisarios han decidido hacer uso de las nuevas tecnologías al recrear en vídeo la Roma y Valencia de la época.

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