Corrida de la prensa
Ureña y De Justo sobreviven a imponentes 'victorinos' y a los elementos
Paco Ureña corta una oreja del tercero de la tarde y Emilio de Justo realiza la faena más rotunda al sexto, arruinada por los aceros, en un festejo marcado por las hechuras y la exigencia de la corrida de Victorino Martín
Aun sin triunfo rotundo, Paco Ureña y Emilio de Justo sobrevivieron a una tarde en la que se las vieron frente a imponentes toros de Victorino Martín y a los elementos. Ambos toreros, que saludaron a los tendidos tras romperse el paseíllo, tuvieron material para quizás lograr algo más, pero dadas las circunstancias, tampoco fue triunfo menor salir indemnes.
Al contrario que la Armada Invencible, el murciano y el extremeño salieron a flote frente a una corrida muy bien presentada, de imponentes hechuras –varios aplaudidos de salida–, y bajo los designios del viento, los truenos y hasta algo de lluvia en el cierre de un San Isidro tan convulso en lo metereológico como polémico en las decisiones de la presidencia.
Puntuó Ureña con una oreja, la que le arrancó al buen tercero, y se salvó de milagro -y varias veces- ante el primero, que le volteó y golpeó dramáticamente en varias ocasiones. De Justo realizó quizás la faena más rotunda de la tarde, al sexto, pero el éxito se difuminó por culpa de su mala espada. Y el palco volvió a hacer gala de una arbitraria lógica al negar a ambos matadores el trofeo que el respetable venteño pidió mayoritariamente tras pasaportar sus respectivos dos primeros oponentes.
Épica y dramatismo
Los 'victorinos' no decepcionaron no solo por su presentación sino por su juego, ya que algunos de ellos ofrecieron un comportamiento tan trepidante como exigente.
Bajo la atenta mirada del rey Felipe VI, que presenció la tradicional Corrida de la Prensa con la que se cierra el serial, ambos matadores ofrecieron, cada uno a su estilo, una dimensión torera donde se quedaron a la misma distancia de abrir la puerta grande que la de la enfermería.
Ureña sufrió de lo lindo ante la alimaña que hizo primero, siendo volteado con saña y pisoteado por el animal. Las imágenes de la abundante brecha sangrante en su frente no engañan. Cuando tuvo que coger la espada, fue tirarse a matar o morir, saliendo volteado en la suerte suprema. Hubo, en plena efervescencia, petición de oreja. E insensibilidad del palco, que no la concedió.
El tercero fue otro toro muy serio donde los dos matadores del cartel brillaron con el capote. Ureña logró dos series muy ligadas con la derecha y el 'victorino' fue a más en una faena donde ofreció una embestida muy humillada. Al primer intento con la espada volvió a sufrir un pitonazo en su muslo, pero en el segundo cobró un estoconazo que hizo rodar al toro sin puntilla, lo que le permitió cortar a la sazón la única oreja de la tarde.
El quinto, que brindó a su compañero Emilio de Justo, había sido ovacionado de salida y peleó en varas. El problema es que, bajo los designios de Eolo, el 'victorino' se quedaba muy corto en la muleta del murciano, que se la jugó para acabar volviendo a ser prendido. La dosis de dramatismo estaba cumplida.
Importante faena de De Justo
Dio la sensación el extremeño que pudo hacer algo más con el buen cuarto, frente a la molestia del viento, y así lo había visto el público que abarrotaba hoy el coso de la calle Alcalá, premiando al toro con una ovación y silenciando su actuación. Aunque dibujó bellos muletazos, no acabó de sentirse a gusto frente al poderío del cárdeno.
Sin embargo, De Justo se reservó para el final lo mejor de su repertorio. El sexto, de nombre 'Director' era tremendamente serio de presentación y ofreció una buena pelea en el caballo.
El diestro cacereño pudo por fin apostar con las dos primeras tandas sobre la derecha, donde el animal ofrecía transmisión en un trasteo que llegó a los tendidos.
Por el izquierdo no bajó sus prestaciones y la faena cogió altos vuelos, pero el acero echó por tierra las opciones de triunfo.
Previamente, un trofeo del codicioso segundo se le pidió pero con otra muestra de sordera desde el palco, que no atendió la reclamación. Hubo naturales muy relajados de bello trazo y factura en la faena, coronada por un espadazo. El presidente se llevó un merecido abucheo por no sacar el pañuelo.
FICHA DEL FESTEJO
- Domingo 4 de junio. Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Feria de San Isidro, última de abono. Toros de Victorino Martín, bien presentados, de bonitas hechuras. Encastados y poderosos, aunque algunos desarrollaron peligro. Al término de la corrida saludó el mayoral de la ganadería. Lleno de no hay billetes en la Corrida de la Prensa, a la que acudió el rey Felipe VI acompañado por el ministro de Cultura Miquel Iceta.
- Paco Ureña, ovación tras petición, oreja y ovación tras dos avisos
- Emilio de Justo, ovación tras petición y bronca al palco por no conceder la oreja, silencio tras aviso y aplausos tras aviso