Fundado en 1910
Los ministros de Cultura de España y Portugal, Ernest Urtasun (d) y Dalila Rodrigues (3i), y el embajador de Portugal en España, João Mira-Gomes (2i) posan junto con la obra 'Autorretrato en grupo' de José Almada Negreiros (1924-1925) tras presentar, este jueves en el Centro de Arte Reina Sofía, la programación de 'Cultura Portugal' con más de 200 artistas portugueses en más de 70 actividades en 21 localidades de España y Andorra. Junto a ellos, el director y la presidenta del patronato del mMuseo Reina Sofia Ángeles González Sinde, (3d) y Manuel Segade (2d), respectivamente. EFE/ Fernando Villar

Inauguración del programa Cultura Portugal junto a a Autorretrato en grupo de José Almada NegreirosEFE

La presentación de 'Cultura Portugal' en el Reina Sofía termina con «performance» a la que no se quedó Urtasun

La inauguración del 'Programa Cultural Conjunto: Portugal-España: 50 años de cultura y democracia' contó con la presencia (inicial) del ministro y del director del museo

Acudió el ministro Urtasun a la inauguración oficial de programa 'Cultura Portugal' en el Museo Reina Sofía. El evento vinculado al 'Programa Cultural Conjunto: Portugal-España: 50 años de cultura y democracia'.

Un evento que incluyó la presentación de Autorretrato en grupo de José Almada Negreiros, «figura central del modernismo portugués», pero, cómo no la política en el arte, «vivió durante un periodo de grandes cambios políticos y sociales como la transición de la monarquía a la República en 1910».

Almada Negreiros fue conocido por su «Postura combativa contra el conservadurismo y la censura» y en 1927 defendió un «pensamiento de unión de España y Portugal, unión de paz y cultura, que ha de servir al engrandecimiento de ambos pueblos».

Con estos mimbres empezó el acto sobre un programa ahíto de «diálogos contemporáneos», anticapitalismo, «experimentación de procesos artísticos», «feminismo» y también cine, literatura y música, arte de verdad. Una mezcla abigarrada entre lo nuevo y lo viejo.

Manuel Segade, director del Reina Sofía, habló de las raíces africanas de Almada Negreiros, el artista cuya cuadro está de visita como ejemplo de la unión cultural entre ambos países. También de su coincidencia con Pessoa, de su activismo político y de su modernismo contra el academicismo, lo nuevo contra lo viejo, la vanguardia. Ramón Gómez de la Serna, Lorca, Xirgu, Neville o Giménez Caballero fueron sus amigos en el café Pombo y en Lisboa, a caballo entre dos culturas con un nexo peninsular.

Manuel Segade

Un momento de la presentación con Manuel Segade (a la izquierda) y Ernest Urtasun (en el centro)EFE

Dijo Segade que los ministerios vuelven a unir lo portugués y lo español, a Lorca y a Almada, al que Segade llama «transversal» («que tanto nos caracteriza») por »tejer nuevas formas de sociedad".

El embajador en Madrid Joao Mira destacó los 50 años casi compartidos entre los dos países del inicio de las «transiciones democráticas». Habló de los lenguajes universales de la cultura y comparó el cuadro El abrazo, cedido por España con el cuadro de Almada «que también puede ser un abrazo».

La ministra de Cultura lusa habló en portugués con traducción. Dijo al pronunciarlo que le encantaba el nombre de «Ernest Urtasun» y hubo risas. Dijo que el Reina Sofía era magnifico por rescatar el arte contemporáneo y la vanguardia oculta durante décadas. Dijo que España era una «caja de resonancia» de las corrientes culturales de Europa.

Presentación del programa Cultura Portugal

Presentación del programa Cultura PortugalEFE

Urtasun no dijo nada. Llegó, vio y se marchó. Apenas mencionó que se necesitaban más intercambios como este y habló de la creatividad contra la guerra y de la generación del 27, contemporánea y amiga de Almada, el nombre del día, que «pagó con el ostracismo» su vanguardia, aunque el ostracismo más bien lo han sufrido durante décadas otros. Dijo de Portugal que era un istmo de libertad y tolerancia y luego tomó el olivo, expresión taurina, que significa que huyó, que saltó la barrera.

Y no era de extrañar, incluso para él, de lo que allí, en los Jardines de Sabatini, aconteció: una «performance» del artista Pedro Barateiro consistente en dos hombres abrazados que se mueven lentamente, como si bailaran bajo sonidos de tormenta, mientras uno de ellos con una mano por detrás de la cabeza de su amante sujeta un micrófono, y con la otra, por detrás de la espalda lee en su móvil una confusa y heterogénea diatriba social donde cupo la descolonización y la crítica al liberalismo y al capitalismo.

70 actividades en 21 sedes

El embajador de Portugal, el señor Mira (al lado de la presidenta del Real Patronato de la institución, expresidenta de la Academia de Cine, guionista, directora de cine y exministra de Cultura, Ángeles González-Sinde), parecía mirar distraído (y quizá algo incómodo) el movimiento de las ramas de los árboles durante el transcurso del espectáculo asombroso por el valor no continente, sino el que hay echarle para representarlo sin sonrojo. Mal ejemplo de lo que es en realidad, en líneas generales, este buen y esforzado programa 'Cultura Portugal' con más de 70 actividades en 21 sedes españolas.

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