Entrevista
Gortázar: «La memoria histórica es un invento de Zapatero, ampliado por Sánchez, para derribar la Transición»
El doctor en Historia Guillermo Gortázar publicó en 2024 Un veraneo de muerte. San Sebastián 1936 (Espuela de Plata), una de las muchas desconocidas historias (excepcional y documentadamente esclarecedora) que no tienen Memoria Histórica que las reivindique
El doctor en Historia Guillermo Gortázar publicó en 2024 Un veraneo de muerte. San Sebastián 1936 (Espuela de Plata). La terrible y casi desconocida historia de los 57 días que San Sebastián estuvo en manos de los salvajes milicianos revolucionarios en el verano de 1936.
El paso terrible de la ciudad elegante y estival, convertida por dos meses en un invierno repentino de terror narrado por los propios protagonistas en un ejercicio de rescate histórico casi milagroso que no solo tiene (como muchos otros episodios desconocidos, incluida la historia completa de la Guerra Civil), una Memoria Histórica hecha ley por el Gobierno que la recuerde, sino por consigna su sectario olvido selectivo.
–Franco, Franco y Franco 50 años después. Y no es nuevo. En 2014 el alcalde de Bildu erigió un monumento en San Sebastián en memoria de los represaliados del franquismo, pero no de los represaliados por la República.
–En efecto. Es un recordatorio parcial y sectario. La Guerra fue el resultado del fracaso de la II República. El Frente Popular pretendía un nuevo régimen revolucionario contra la propiedad y la libertad. El golpe de estado de Mola y Sanjurjo fue más social que militar, por eso ganaron la guerra. Las víctimas inocentes de la guerra fueron cuantiosas en ambos frentes y todas ellas merecen un reconocimiento por su sacrificio. No solo las de un lado.
Todas las víctimas inocentes de la guerra merecen un reconocimiento. No solo las de un lado
–Ya se ha hablado mucho de esta parcialidad asombrosa. Y no solo sigue Sánchez en el empeño para ocultar sus escándalos, sino que organiza «cien días de Juegos» como un emperador romano…
–Pan y circo. Es un buen ejemplo, al tiempo que se derrumbaba el Imperio romano. Son maniobras de distracción absurdas, de un gobierno terminal. El caso es que mi libro El secreto de Franco se ha disparado de nuevo en ventas y todo indica que el franquismo, por mucho que se empeñen, fue una dictadura transitoria de reconstrucción. Un régimen autoritario excepcional consecuencia de la Guerra Civil. Lo que se está desvelando es quienes llevaron a España, con su sectarismo, a un enfrentamiento civil.
–En Un veraneo de muerte se trata un episodio de horror. Los testimonios provienen de todos los lados y usted deja que el lector saque sus propias conclusiones, todo lo contrario de lo que hace el Gobierno, intentando inocular un relato sectario…
–Si escuchamos a los pacientes comprendemos la enfermedad. Hay muy buenas historias de la Guerra Civil. Creo que la singularidad de Un veraneo de muerte consiste en que no lo relatan generales de Estado mayor desde la distancia del frente de guerra o historiadores décadas después. Mi libro es una crónica vivencial de muchas personas de aquellos días. Al recoger relatos vividos de todas las ideologías el lector se hace, por sí mismo, una composición de lugar.
Las potencias demoliberales no apoyaron al inexistente gobierno republicano porque vieron que era el inicio de una dictadura del proletariado
–La Ley de Memoria Democrática obvia las diez checas de San Sebastián (tantas como en Madrid) de las que usted escribe en su libro. En Alemania es delito hacer apología del fascismo y del comunismo. Aquí solo se señala al fascismo…
–Cierto. Parte de la falsedad de considerar la reacción de autodefensa de la sociedad española en 1936 como un movimiento conspiratorio golpista y antidemocrático cuando el impulso social fue un movimiento de supervivencia frente a un proyecto socialista, comunista y anarquista que tenía a los soviets leninistas como modelo. Los líderes de la izquierda no lo ocultaban y lo ejecutaban. Por eso las potencias demoliberales, sobre todo Inglaterra y Francia, no apoyaron al inexistente gobierno republicano después del 18 de julio de 1936: vieron que lo que se autodenominaba República era el inicio de una dictadura del proletariado y declararon, el 28 de agosto de 1936, la No Intervención.
Una carta reivindicativa de la memoria de todas las víctimas de San Sebastián en 1936 ha sido rechazada por el pleno del Ayuntamiento de San Sebastián
–¿El «simple» olvido de estos 57 días de terror en la Memoria de un país es un síntoma de la ínfima calidad de la democracia española causada por sus actuales gobernantes?
–Treinta y dos firmantes de una carta reivindicativa de la memoria de TODAS las víctimas de San Sebastián en el verano de 1936 ha sido rechazada por el pleno del Ayuntamiento de San Sebastián. Una evidencia más de sectarismo. Estamos a la espera de que el Defensor del Pueblo nos reciba y defienda la memoria de los inocentes asesinados en la capital guipuzcoana entre el 18 de julio y el 23 de septiembre de 1936.
–Un veraneo de muerte es un libro de documentación. Un conjunto de testimonios recogidos de distintos archivos históricos españoles. Es la verdad frente al relato que sin embargo triunfa sobre aquella de manera desquiciante.
–Así es. He dado voz a los protagonistas de la sociedad, desde todas las perspectivas. No estaría mal que los historiadores parciales de la memoria histórica aprendieran algo de objetividad.
La memoria histórica es un invento de Zapatero, ampliado por Sánchez, para derribar la Transición
–La mayoría de los habitantes en aquel momento de San Sebastián percibieron la entrada de las tropas de Franco como una liberación, una realidad muy diferente de la que se difunde.
–Guste o no, el hecho evidente hasta en los documentales es que las tropas nacionales eran recibidas con albricias, sobre todo en san Sebastián, Bilbao y Barcelona. Significaba para una amplia parte de la sociedad, la paz, el fin del terror, el desorden y el hambre.
–¿Es la Ley de Memoria Democrática un muro que ahora se pretende elevar y apuntalar por el Gobierno para permanecer en el poder frente a cualquier tipo de oposición?
–La memoria histórica es un invento de Zapatero, ampliado por Sánchez, para movilizar a su electorado y derribar la Transición, el mejor logro histórico de las generaciones que, en los años setenta, deseábamos la libertad y la reconciliación. Ahora la libertad está en precario, la calidad democrática es muy deficiente y la reconciliación es un lejano recuerdo por el intenso sectarismo del Gobierno.