David Lynch en 2017
La grandeza de David Lynch se mide en palabras, concretamente en una admitida por el diccionario: «lynchiano»
El término está en el diccionario de Oxford desde 2018 y es un adjetivo que define como «característico o que evoca o imita o los filmes o trabajos televisivos» del director estadounidense
Que el nombre (o el apellido) de uno se utilice como palabra registrada para definir algo es un honor que define la propia grandeza. En este caso la grandeza artística y fílmica del director de cine estadounidense David Lynch, recientemente fallecido a los 78 años.
Desde 2018 la palabra «lynchiano» está incluida en el diccionario de Oxford y su definición dice así: «Characteristic, reminiscent, or imitative of the films or television work of David Lynch.
Naomi Watts y Laura Helena Harring en una escena de Mullholland Drive
Lynch is noted for juxtaposing surreal or sinister elements with mundane, everyday environments, and for using compelling visual images to emphasize a dreamlike quality of mystery or menace».
(«Característico, evocador o imitativo de las películas o el trabajo televisivo de David Lynch.
Lynch es conocido por yuxtaponer elementos surrealistas o siniestros con entornos cotidianos y mundanos, y por utilizar imágenes visuales convincentes para enfatizar una cualidad onírica de misterio o amenaza»).
Escena de El hombre elefante
De este modo Lynch es más que un cineasta mítico, ya que sus películas, o más bien el influjo de sus películas, ha hecho posible o inevitable la creación de un adjetivo adoptado por el diccionario más importante en lengua inglesa.
David Lynch fue tan personal, su cine fue tan especial, que ha dado lugar a una nueva expresión: lo surrealista junto a lo mundano, el sueño y el misterio de lo incomprensible y lo desconcertante mezclado con la belleza final que queda no solo en sus escenas, sino en la palabra. En el lenguaje en el que está Lynch y su adjetivo «lynchiano».
