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Cinco novelas españolas de humor absurdo absolutamente geniales

La literatura española ha mostrado siempre una gran capacidad para la comedia, el género humorístico y la parodia Seleccionamos aquí cinco novelas emblemáticas de humor absurdo de nuestra literatura

Miguel Pérez Pichel
Miguel Pérez Pichel

Actualizada 04:30

Hoy lamentablemente descatalogada, para muchos lectores El hombre que compró un automóvil es la novela más conocida de Wenceslao Fernández Flórez, más incluso que El bosque animado, gracias a una ampliamente difundida edición de la colección Tus Libros de Anaya. Escrita en la eclosión del automóvil en España, esta novela es un ejemplo de la prodigiosa imaginación de Fernández Flórez, su agudeza para el humor y su dominio de la narrativa. Por medio d la exageración, la caricaturización extrema, la retranca y el absurdo, Fernández Flórez compuso una de las mejores novelas españolas de humor de la historia de nuestra literatura.

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El hombre que compró un automóvil

Hoy lamentablemente descatalogada, para muchos lectores El hombre que compró un automóvil es la novela más conocida de Wenceslao Fernández Flórez, más incluso que El bosque animado, gracias a una ampliamente difundida edición de la colección Tus Libros de Anaya. Escrita en la eclosión del automóvil en España, esta novela es un ejemplo de la prodigiosa imaginación de Fernández Flórez, su agudeza para el humor y su dominio de la narrativa. Por medio d la exageración, la caricaturización extrema, la retranca y el absurdo, Fernández Flórez compuso una de las mejores novelas españolas de humor de la historia de nuestra literatura.

Anaya

La primera incursión de Jardiel Poncela en la narrativa es esta demencial Amor se escribe sin hace, una auténtica obra maestra de la literatura humorística española. Jardiel sigue el ejemplo de Cervantes y, del mismo modo que el Quijote parodió las novelas de caballerías, Jardiel Poncela parodia en esta novela la literatura romántica que en su época experimentaba un auge de popularidad. En un ambiente burgués de alta sociedad, un mundo que recuerda a esos ambientes selectos y elegantes retratado por Francis Scott Fitzgerald en novelas como el Gran Gatsby o Suave es la noche, Jardiel Poncela construye una historia de amor absurdo y ridículo a partir de una premisa: todas las palabras importantes se escriben con “h” y, puesto que la palabra “amor” carece de dicha frase, el amor no es algo por lo que haya que preocuparse demasiado.

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Amor se escribe sin hache

La primera incursión de Jardiel Poncela en la narrativa es esta demencial Amor se escribe sin hache, una auténtica obra maestra de la literatura humorística española. Jardiel sigue el ejemplo de Cervantes y, del mismo modo que el Quijote parodió las novelas de caballerías, Jardiel Poncela parodia en esta novela la literatura romántica que en su época experimentaba un auge de popularidad. En un ambiente burgués de alta sociedad, un mundo que recuerda a esos ambientes selectos y elegantes retratado por Francis Scott Fitzgerald en novelas como el Gran Gatsby o Suave es la noche, Jardiel Poncela construye una historia de amor absurdo y ridículo a partir de una premisa: todas las palabras importantes se escriben con «h» y, puesto que la palabra «amor» carece de dicha frase, el amor no es algo por lo que haya que preocuparse demasiado.

Editorial Verbum

También tristemente descatalogada, esta novela de Miguel Mihura es un auténtico peligro. Quien la lea no podrá parar de reír ante las situaciones absurdas, imposibles, rocambolescas y catastróficas que narra con la naturalidad con la que se canta bajo la ducha. Mis memorias de Miguel Mihura es un ejemplo de la capacidad del autor de Tres sombreros de copa, maestro del género burlesco que dio buena muestra de su genialidad en las páginas de La Codorniz, para exprimir todas las capacidades que tiene el español para desatar la carcajada.

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Mis memorias

También tristemente descatalogada, esta novela de Miguel Mihura es un auténtico peligro. Quien la lea no podrá parar de reír ante las situaciones absurdas, imposibles, rocambolescas y catastróficas que narra con la naturalidad con la que se canta bajo la ducha. Mis memorias de Miguel Mihura es un ejemplo de la capacidad del autor de Tres sombreros de copa, maestro del género burlesco que dio buena muestra de su genialidad en las páginas de La Codorniz, para exprimir todas las capacidades que tiene el español para desatar la carcajada.

Temas de Hoy

Quizás sea injusto que muchos lectores recuerden a Eduardo Mendoza por Sin noticias de Gurb y no por, por ejemplo, La verdad sobre el caso Savolta o La ciudad de los prodigios. Sin embargo, Sin noticias de Gurb es uno de los libros más releídos por los lectores españoles y una de las novelas más de humor más legendarias escritas en español. En un tono de parodia absoluta, el extraterrestre Gurb aterriza con su nave espacial en la Barcelona que se preparaba para las Olimpiadas del 92. Tras adoptar la apariencia de Marta Sánchez se lanza a explorar el planeta hasta que se pierde. Otro alienígena tiene la misión de buscar y rescatar a su compañero en medio de situaciones grotescas, un absurdo hiperbólico y un contexto paródico.

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Sin noticias de Gurb

Quizás sea injusto que muchos lectores recuerden a Eduardo Mendoza por Sin noticias de Gurb y no por, por ejemplo, La verdad sobre el caso Savolta o La ciudad de los prodigios. Sin embargo, Sin noticias de Gurb es uno de los libros más releídos por los lectores españoles y una de las novelas más de humor más legendarias escritas en español. En un tono de parodia absoluta, el extraterrestre Gurb aterriza con su nave espacial en la Barcelona que se preparaba para las Olimpiadas del 92. Tras adoptar la apariencia de Marta Sánchez se lanza a explorar el planeta hasta que se pierde. Otro alienígena tiene la misión de buscar y rescatar a su compañero en medio de situaciones grotescas, un absurdo hiperbólico y un contexto paródico.

Seix Barral

¿Es El Buscón de Quevedo una novela paródica? Por supuesto. Esta novela picaresca, junto con el Lazarillo y el Guzmán de Alfarache la más emblemática del género, es una sucesión de situaciones absurdas, paródicas, humorísticas e hiperbólicas en la que Francisco de Quevedo despliega todo su ingenio. Utilizada para criticar y parodiar la sociedad española del Siglo de Oro, la espada de Damocles de la Inquisición obligó a Quevedo a retorcer el lenguaje para que no pareciera que decía lo que quería decir, lo que, al final, revirtió en beneficio de una novela que no puede leerse sin parar de reír. Y, como botón de muestra, baste con citar esa descripción del Licenciado Cabra, el “clérigo cerbatana”.

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El Buscón

¿Es El Buscón de Quevedo una novela paródica? Por supuesto. Esta novela picaresca, junto con el Lazarillo y el Guzmán de Alfarache la más emblemática del género, es una sucesión de situaciones absurdas, paródicas, humorísticas e hiperbólicas en la que Francisco de Quevedo despliega todo su ingenio. Utilizada para criticar y parodiar la sociedad española del Siglo de Oro, la espada de Damocles de la Inquisición obligó a Quevedo a retorcer el lenguaje para que no pareciera que decía lo que quería decir, lo que, al final, revirtió en beneficio de una novela que no puede leerse sin parar de reír. Y, como botón de muestra, baste con citar esa descripción del Licenciado Cabra, el «clérigo cerbatana».

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