Beatrix Potter, una escritora natural
La exposición 'Beatrix Potter: Drawn to Nature' abre sus puertas en el Museo Victoria and Albert de Londres para contar la historia completa de la vida de la mujer que se esconde tras los famosos cuentos infantiles
Desde que Peter Rabbit correteó por primera vez por el jardín del Sr. McGregor y se trasladó al papel en 1901, los libros infantiles de Beatrix Potter han cautivado a millones de niños de todo el mundo. Pero las aventuras de Peter Rabbit, Jemima Puddle-Duck, Benjamin Bunny y Mrs. Tinggy-Winkle, entre muchas otras, son solo una parte del legado perdurable de Beatrix.
La escritora, ilustradora, científica naturalista y conservacionista Beatrix Potter (Londres, 1866 – Near Sawrey, 1943) podría ser perfectamente la protagonista de una película por su apasionante, compleja e intensa vida. A pesar de haberse criado en la ciudad de Londres, este no era su lugar favorito, como ella misma decía, su verdadera «alegría estaba en el campo del norte». Su pasión por la naturaleza fue tomando forma durante las largas estancias de su familia en el campo. La familia Potter apreciaba el arte y el estudio del medio ambiente, lo que ayudó a Beatrix a ampliar sus horizontes, sin embargo, a pesar de que sus perspectivas eran buenas, sus ambiciones estaban limitadas por las expectativas sociales de la época.
Creatividad en casa
La pequeña Beatrix no tuvo la suerte de ir a la escuela, y aprendía en casa, la mayoría de las veces, de manera autodidacta. Aunque para ella esto era una gran ventaja que le daba una gran libertad para trabajar en su creatividad, se convirtió en una persona muy tímida con un carácter seco; vivía encerrada en su propio caparazón.
A Beatrix le gustaban las acuarelas, un entusiasmo que heredó de su madre, y que hizo que tanto ella como su hermano llenaran cuadernos de dibujo desde muy pequeños. Beatrix fue muy polifacética, y con el tiempo se fue enamorando más del medio que la rodeaba, así que empezó a observarlo, analizarlo y dibujarlo. Pero como no podía disfrutar de la naturaleza desde su habitación en el centro de la ciudad, y tampoco tenía la libertad para acercarse a ella las veces que le hubiera gustado, la joven promesa de la literatura, intentaba introducir el mundo exterior dentro de su casa. Durante muchos años coleccionó mariposas, escarabajos, huevos de aves, conchas, rocas y fósiles. Además, tuvo un total de 92 mascotas a lo largo de su vida, en algunas de las cuales se inspiró para sus historias, especialmente en sus conejos domésticos Benjamin Bouncer y Peter Piper.
El legado de Beatrix Potter
Beatrix tenía más ideas que tiempo para crear. Empezó traduciendo su observación minuciosa de los animales y la naturaleza en intrincadas narraciones pictórica. Las relaciones que ella tenía con los sitios que visitaba eran profundamente emotivas, por lo que lugares reales se convirtieron en el telón de fondo de los mundos mágicos de animales antropomórficos que creaba.
A los 39 años, Beatrix decidió comprar una granja en el Distrito de los Lagos, y la escritura dejó de ser una prioridad para ella. Consciente de que la industrialización era una amenaza creciente en ese lugar, Beatrix se asoció con el National Trust (Fundación Nacional para los Lugares de Interés Histórico o de Belleza Natural) para preservar el paisaje que amaba. Gracias a ella, se salvaron miles de hectáreas. En la actualidad, el National Trust posee y cuida más del 20 % del Distrito de los Lagos, ahora declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, continuando el extraordinario legado de la escritora. «Gracias a sus esfuerzos pioneros de conservación, podemos continuar con su legado de cuidado del paisaje, las tradiciones y el estilo de vida que inspiró a Beatrix, para que pueda seguir inspirando a otros», apunta Helen Antrobus, Conservadora Nacional Adjunta en el National Trust.
Esta exposición sobre la vida de la escritora británica que podremos disfrutar en el Museo Victoria and Albert hasta enero de 2023, te permite viajar «de sur a norte sin salir de la galería» como comentaba Helen Antrobus en una entrevista para El Debate; «puedes empezar en South Kensington y experimentar una pequeña porción del Distrito de los Lagos en una sola exposición. Creo que Beatrix estaría muy contenta de que, en South Kensington, a la que ella llamaba su casa «no querida», haya hoy un poco del Distrito de los Lagos; creo que estaría muy impresionada».
En definitiva, esta exposición que recién abre sus puertas en la capital, se ha convertido en un lugar muy especial en el que conviven animales, lugares, objetos, vestimentas, bocetos y recuerdos, con grandes clásicos de la literatura. Podrás seguir las aventuras de la escritora desde su infancia en el Londres victoriano hasta los dramáticos paisajes montañosos del Distrito de los Lagos, y podrás descubrir la ilimitada creatividad, imaginación y curiosidad de una artista que ha cambiado por completo la forma en la que niños y adultos, perciben el universo. Beatrix Potter solía decir que «no podemos quedarnos en casa toda nuestra vida, debemos presentarnos al mundo y debemos verlo como una aventura». La aventura, esta vez, escogió Londres como promesa del arte y la literatura.