Se subasta un Kandinsky que ocultaba la tragedia de una familia judía
Los Stern tuvieron que venderla para sobrevivir, aunque más tarde la mayoría acabó muriendo en Auschwitz
Fue la abuela de Dolly Stern quien compró una de las primeras obras al pintor ruso Kandinsky: una pintura que fue realizada en 1910 y adquirida por la familia poco después. Sin embargo, más tarde tuvieron que deshacerse del cuadro para escapar del terror nazi. Casi 100 años después, la pintura Murnau mit Kirche II será subastada el próximo 1 de marzo por la casa de subastas Sotheby’s: sus beneficios serán repartidos por los descendientes de la familia.
El interés de esta obra, más allá de la belleza del cuadro, reside en que ha sido testigo, de primera mano, de la trágica historia de supervivencia de una familia judía. Dolly Stern y sus familiares son muchas de las víctimas anónimas que intentaron escapar del régimen nazi. La mujer, fallecida en 2014, era un nombre poco conocido hasta ahora. Gracias a la inminente salida de sus memorias (inéditas) y a la próxima subasta de la obra de Kandinsky, se podrá conocer un poco más de su historia.
Los abuelos Stern, propietarios de una gran fábrica textil de Berlín, adquirieron la pintura alrededor de 1910. Con la llegada del nacional socialismo al poder en Alemania, ellos y su familia, entre los que se encontraba la pequeña Dolly con 7 años de edad, tuvieron que emprender una huida hacia Ámsterdam. Para llegar hasta allí, tuvieron que vender la mayoría de sus obras, el cuadro de Kandinsky no fue una excepción, aunque sus esfuerzos fueron inútiles ya que fueron capturados y enviados a Auschwitz.
2 años en una habitación diminuta
Dolly Stern fue la única en salvarse del trágico destino, mientras que sus padres y sus abuelos fueron ejecutados allí, en 1944. La pequeña niña pasó dos años encerrada en una habitación diminuta procurando no hacer ruido para que nadie notase su presencia. Este crudo relato será relatado en las memorias inéditas de Dolly que pronto serán publicadas por su familia.
El viaje del cuadro
Este cuadro estuvo colgado en las paredes del Van Abbemuseum de Eindhoven, Países Bajos, desde 1951. El museo entregó recientemente a los familiares de Dolly quienes acudieron a Sotheby’s para poner en venta la obra. La casa de subastas estima que el precio podría superar los 39,4 millones de euros que se repartirán entre los miembros de la familia.
Según fuentes de la casa, «la pintura es una de las mejores pinturas de Kandinsky que hayan salido al mercado» además «data de un momento transformador en su carrera, resume los comienzos del lenguaje abstracto revolucionario que sustentaría el resto de su trayectoria y pondría a la próxima generación de artistas en un nuevo camino».
Una pintura de esta clase del artista «rara vez salen a subasta, y la mayor parte reside en las principales colecciones de museos de todo el mundo», ha explicado Sotheby’s. La pintura ya ha viajado por Londres, Hong Kong y ahora se dirige a Nueva York en busca de un posible comprador.
Una obra que siempre estará ligada al nombre de Dolly Stern y que cierra, parcialmente, un episodio muy doloroso de la historia.