'El Camino de Santiago': una guía para el siglo XXI

Cualquier peregrino lo sabe bien. Caminar hacia la meta siempre ayuda a comprender la propia vida. A través de sus múltiples vías, el Camino de Santiago lo confirma a cada paso. Uno peregrina para encontrarse consigo mismo, con los otros y con el Otro. Y, en muchas ocasiones, lo hace acompañado de molestias musculares y ampollas. El compromiso del peregrinar es un éxodo hacia el interior que impacta la realidad. El peregrino vive aún hoy su particular experiencia del desierto, del éxodo a la intemperie, despojado de muchas de las seguridades cotidianas.

El periodista Manuel Garrido nos ofrece una didáctica guía del itinerario jacobeo, que permite al interesado hacerse una idea de los cambios que el Camino ha ido sufriendo desde el descubrimiento del sepulcro en tiempos de Alfonso II de Asturias, conocido como el Casto (791-842). Desde entonces, Santiago de Compostela se ha convertido en un faro político, religioso y cultural para España y Europa. La catedral ha jugado un papel esencial en el día a día. Como nos recordaba Gonzalo Torrente Ballester (en el delicioso Compostela y su ángel), las campanas hacen y deshacen la ciudad y es esta particular sonoridad la que constituye el alma de Compostela, su particular ángel. Los peregrinos lo reconocen nada más pisar la capital gallega.

Pero Santiago no siempre ha mantenido la misma fuerza de atracción. Garrido nos acompaña en un viaje por el pasado para conocer los vericuetos que ha atravesado y las encrucijadas del Camino. En su historia ha habido momentos de gran desarrollo y de intensa decadencia, como los sufridos durante el siglo XVI o el siglo XIX. Todos ello está explicado en este breve ensayo que nos invita a lanzar una mirada panorámica a las diversas dimensiones que brotan de este peregrinaje católico.

Quizá lo más interesante de este recorrido, por menos conocido sea la narración de ese lento renacer, que perfilará definitivamente el Camino de la actualidad en las últimas décadas de siglo XX. Por estas páginas transitan personajes, ritos y tradiciones que dan color al peregrinaje hacia Santiago: las leyendas sobre el Apóstol en la Hispania romana, el Códice Calixtino, la evolución arquitectónica de un templo que sigue fascinando desde su Pórtico de la Gloria, el papel del botafumeiro o el motivo del color amarillo de las icónicas flechas que indican el trayecto por los distintos pueblos y ciudades de España.

Otros capítulos buscan explicar lo que sucede alrededor del Camino buceando en las formas de peregrinar o en las asociaciones que se encargan de cuidar la tradición. De estos apartados finales, se debe destacar el dedicado con finura a la hospitalidad como un hecho consustancial del peregrinar. Cualquiera que haya hecho el Camino, total o parcialmente, sabe lo que esto supone a la hora de atender el descanso y cuidado de los peregrinos.

Lo señala el propio Manuel Garrido al inicio, el Camino de Santiago es una de las más grandes y longevas creaciones de la Europa del último milenio. Y no es poca cosa. Leer con atención esta cuidada obra es otra manera de mantener el testimonio de una larga tradición espiritual y cultural, que sigue siendo atractiva para millones de personas, pero que tiene que luchar contra la expansión de mercadotecnia de souvenirs idénticos y de ese consumismo que dificulta experiencias auténticas del peregrinaje. En estas páginas no se hurta al lector de estas otras derivaciones más preocupantes para el sentido profundo del caminar jacobeo. En definitiva, El Camino de Santiago: doce siglos de historia es el libro que debe llevar en su mochila cualquier peregrino. La bibliografía final ayuda a seguir el trayecto con la recopilación de otros trabajos interesantes (solamente se echa en falta los recomendables trabajos de Antón Pazos). Entre todos ellos, no me resisto a animar a la reedición de los tres tomos de Las peregrinaciones a Santiago de Compostela de Luis Vázquez de Parga, José María Lacarra y Juan Uría Riu. Este texto clásico también forma parte del legado del Camino y merece nuevos lectores.