'¡La que ha liado Rubiales!': cuando la vulgaridad se cruza con el oportunismo político
El 'piquito' del expresidente de la RFEF fue vergonzoso, la cacería posterior lo fue casi más
Hay ocasiones en las que un simple repaso a los hechos es la forma más útil de evidenciar que algo no es tan simple como pudiera parecer. El caso de la polémica desatada tras el beso de Luis Rubiales, por entonces presidente de la RFEF, a la jugadora Jennifer Hermoso en la celebración del Mundial femenino es un ejemplo paradigmático de lo anterior. En cuestión de unas pocas horas, las risas tornaron en caras largas y las bromas en una carrera por repudiar lo máximo posible al dirigente.
Chema Rubio, periodista de El Debate, cumple con su profesión y no solo relata lo sucedido en aquellos días de agosto sino que contextualiza lo ocurrido en ¡La que ha liado Rubiales! En su ensayo solo necesita ceñirse a los hechos para desbaratar cualquier postulado simplista. El expresidente de la RFEF no es un mártir, pero tampoco un violador. Las jugadoras de la Selección han logrado un éxito mayúsculo, pero su actitud y sus formas fuera del terreno de juego no tienen nada de ejemplar. Entre unos y otros, una extrema izquierda morada a punto de ser devorada por su versión rosa y con ganas de cobrarse una última gran pieza.
159 págs.
¡La que ha liado Rubiales!
Todos estos personajes pasan por las páginas de un libro que presenta a los protagonistas de la polémica y profundiza en sus historias. Pero Rubio no se olvida de los secundarios, esos que por acción, omisión o de rebote, se han visto afectados por el 'piquito'. Son estos últimos los que provocan la reflexión más peligrosa, la que entronca con la cultura de la cancelación que tanto daño ha hecho en el mundo anglosajón: ¿hasta que punto ha quedado mermada la libertad de expresión en nuestros días?
Los rincones de la Federación
Uno de los aspectos más interesantes de este trabajo periodístico está relacionado con la Real Federación Española de Fútbol y sus formas. Se cuenta en décadas el tiempo en el que esta institución ha estado puesta en entredicho. El predecesor de Rubiales, Ángel María Villar, dejó su cargo esposado y le sustituyó un exfutbolista que hizo mejor carrera en el mundo del sindicalismo y al que nunca le importaron los medios para lograr sus fines.
Chema Rubio repasa los tejemanejes de Rubiales en la RFEF y los muchos motivos que existieron para que dejara su cargo antes del famoso y vulgar beso. También utiliza el fútbol sala, deporte que conoce bien, como paradigma de los métodos del expresidente caído. El de Motril caminó por la cuerda floja sabiendo que bajo sus pies estaba la red gubernamental socialista. Cuando el feminismo se cruzó en su camino, aquel salvavidas desapareció.
Banderas políticas
¡La que ha liado Rubiales! no es una defensa del dirigente, pero tampoco lo es de Hermoso y su entorno. La jugadora de la Selección femenina decidió entrar en el juego político y su papel como peón del feminismo izquierdista la ha llevado a dar las campanadas en TVE. Solo ella sabe lo que ocurrió en esas horas en las que pasó de posar sonriente con la foto del 'piquito' a denunciar ante la Justicia una agresión sexual.
De nuevo, el repaso de los hechos le sirve a Chema Rubio para demostrar como el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez usó el triunfo mundialista de la Selección femenina para sus intereses políticos. El deporte era lo de menos y para la historia quedará ese BOE que premiaba a las jugadoras y que tuvo que ser corregido en varias ocasiones por los errores en los nombres de la plantilla.
El ensayo del periodista de El Debate no tiene buenos ni malos y tampoco un final. El juicio por el supuesto caso de agresión sexual está en marcha, la RFEF se renueva a la espera de un nuevo presidente y al son que marcan unas jugadoras que amenazan una y otra vez con no jugar para España si no se cumplen sus exigencias, la prensa vuelve de vez en cuando sobre el asunto y las opiniones discordantes, como la del exfutbolista Alfonso Pérez, son castigadas por aquellos que han hecho de la cancelación y la imposición ideológica un lucrativo medio de vida. Libros como ¡La que ha liado Rubiales! dejan las cosas muy claras sin necesidad de peroratas y sermones, los hechos son suficientes.