Pogacar regala espectáculo en el Tour y se acerca a Vingegaard en un ascenso durísimo al Puy de Dôme

Tadej Pogacar esta regalando un Tour de Francia heroico. El esloveno, perdedor el año pasado en el duelo cara a cara con Vingegaard, quiere revancha. Y lo demuestra con un esfuerzo titánico. En el durísimo Puy de Dôme, una cima que es realmente un volcán inactivo, ha vuelto a atacar a su rival y le ha arañado ocho segundos. Son insuficientes, Vingegaard sigue como líder de la general (con una ventaja aun de 17 segundos).

Pogacar atacó al final, cuando la ascensión era más una rampa imposible de pedalear. Quedaba un kilómetro y medio, pero eso era un esfuerzo extra. Vingegaard se separó, no llegó nunca a estar a rueda, pero al final entró a meta como pudo y manteniendo el liderato. El danés es también otra figura heroica en una lucha mano a mano que parecía imposible de que fuera mejor que la del año pasado, pero van por el camino de superarla.

35 años hacía que el Tour no subía al Puy de Dôme, un puerto con escenas legendarias en la carrera más importante del ciclismo. Aquí ganaron Bahamontes, Ocaña, Julio Jiménez. También Perico Delgado construyó aquí su Tour del 88. Aquí se vivieron momentos clave en la historia del Tour. 35 años después se han vuelto a ver escenas casi dramáticas porque la subida, especialmente los últimos cuatro kilómetros, era tremenda, al 12% y empinadísima.

La etapa la ha ganado el canadiense Michael Woods, que lo que hizo además fue quitársela al Movistar, el único equipo español en el Tour. El estadounidense Matteo Jorgenson hizo en cabeza casi toda la ascensión, pero se desfondó al final. Con el respeto a Woods, la noticia estaba algo detrás, en ese duelo Pogacar-Vingegaard.

Con ellos fue Carlos Rodríguez, la gran esperanza del ciclismo español. No aguantó el tramo final aunque sigue cuarto en la general, recortándole unos pocos segundos (17) a Hindley, que mantiene la posición de podio. Rodríguez está a 4'22'' del liderato, a 1'44'' del podio.