Lia Thomas, mujer transgénero cuya victoria inició la polémica
La asociación estadounidense de atletas prohíbe a las mujeres trans competir en deportes femeninos
Kelley Robinson, presidente de la Campaña de Derechos Humanos que aboga por los derechos LGTBI, ha criticado la postura como una «decisión cobarde que permite la discriminación»
La asociación estadounidense de atletas interuniversitarios (NAIA) ha prohibido a las mujeres transexuales competir en deportes femeninos, adoptando una postura más dura que otros organismos deportivos que permiten a los atletas transexuales competir en función de sus niveles de testosterona.
La NAIA, que representa a pequeñas universidades, es una asociación de menor categoría que la NCAA, la Asociación Nacional de Atletismo Universitario, pero su decisión supone igualmente un precedente importante a nivel político en el debate sobre los derechos de las personas transexuales en el deporte, un tema que está dando mucho debate en Estados Unidos.
«Solo las estudiantes-atletas de la NAIA cuyo sexo biológico sea femenino podrán participar en los deportes femeninos patrocinados por la NAIA» reza el comunicado de la asociación. También afirman que aquellas atletas que hayan iniciado una terapia hormonal masculinizante podrán participar en entrenamientos internos, práctica y actividades de equipo, pero tendrán prohibida su participación en competiciones externas.
La NAIA cuenta con 83.000 deportistas repartidas en 250 escuelas. La política del Comité Olímpico Internacional permite a cada federación deportiva establecer su normativa propia. Kelley Robinson, presidente de la Campaña de Derechos Humanos que aboga por los derechos LGTBI, ha criticado la postura como una «decisión cobarde que permite la discriminación».
La polémica había surgido después de que la nadadora Lia Thomas, una mujer transgénero, ganara el campeonato de 500 yardas estilo libre en la Universidad de Pensilvania.
