Victoria y colonoscopia
Vamos a ganar la Eurocopa aunque los jugadores puedan pasearse por la Gran Vía sin que les pidan una foto
Ganarle a Croacia tiene mérito. Son pocos, pero juegan bien a todo. Tú echas a un croata al agua y te sale una figura mundial del waterpolo. Le pones una camiseta de tirantes y acaba con dobles dígitos en la NBA. Incluso si lo empadronas en Ponferrada, en una semana te gana el campeonato regional de bolo leonés.
Los madridistas tuvimos a Petrovic y tenemos a Modric, que sigue siendo el mejor incluso cuando llegas a esa edad en la que se te pone la cara de tu hermana, como a Paul McCartney. Algo sabemos de estos tipos que, para lo bueno y lo malo, compiten como si siguieran en los Balcanes, ese valle de lágrimas que explica también su gen resistente y ganador.
Derrotarles para estrenar Eurocopa es un fantástico resultado para una Selección que ilusiona lo mismo que una colonoscopia, pero es tan necesaria como ella: olvidados los tiempos de Casillas, Iniesta, Pujol, Torres, Villa o Ramos, que también son los de don Luis Aragonés y don Vicente del Bosque, hemos de aferrarnos más a la prosa que a la poesía para intentar escribir otro capítulo de nuestra maravillosa historia.
Nunca había acumulado España tantos jugadores capaces de pasear por la Gran Vía sin que les pidan una foto, pero tampoco nunca se ha podido aspirar legítimamente a una victoria final con tintes épicos con ese humilde fondo de armario: lo que no lograron futbolistas inmortales de la generación de Poli Rincón o el Lobo Carrasco pueden conseguirlo sus nietos con un fútbol que no juega a nada concreto y por ello juega a todo a la vez.
Quizá no les conocemos, pero nos reconocemos en ellos: es una España agobiada, trabajadora, sudorosa y solidaria, que no se amnistía ni se indulta a sí misma hasta que el árbitro pita el final. Aprende, Pedro. No seremos los mejores, pero van a tener que pelear mucho para tumbarnos. Que pasen los italianos y los albanos, con remesas de «Hemoal forte» en el botiquín por lo que puedan necesitar. Hemos vuelto, si acaso alguna vez nos fuimos.