El ultimátum a Hazard: siete meses para ganarse a Ancelotti y al Bernabéu

El 13 de junio de 2019, Eden Hazard se presentó en el Santiago Bernabéu ante más de 50.000 aficionados que poblaban las gradas de la que sería su nueva casa. Un ejemplo de la magnitud que suponía la operación. El equipo blanco se hacía con los servicios del líder del Chelsea y la estrella de la selección belga, elogiado por su desborde y su dirección del ataque.

Tras unas emotivas palabras de Florentino Pérez, Hazard tomó la palabra y dijo: «Intentaré ser el mejor jugador del mundo, lo primero era venir al mejor equipo del mundo». Dos años y medio después el belga es un suplente habitual que no encarrilla diez partidos consecutivos desde su llegada y donde solo unas decenas de fieles creen a día de hoy en él, muy lejos de esos 50.000 que coreaban su nombre en su presentación.

Eden parece vivir en un permanente gafe que le hace estar alejado de los terrenos de juego. Lesiones de toda índole que no le han permitido trasladar su calidad al conjunto merengue. Cuando no es una lesión ósea, es una muscular. Ahora, ha sido una gastroenteritis que le ha tenido KO desde hace diez días. Este contratiempo unido a su falta de ritmo de competición, hacen que el belga no se encuentre al cien por cien. Sin embargo, Ancelotti confirmó en rueda de prensa que tendrá minutos ante el Athletic.

Una nueva oportunidad, quién sabe si la última. Quedan siete meses para que acabe la temporada. Ese es el tiempo que el futbolista tiene para convencer a un Bernabéu que cada vez se muestra más escéptico con ver al Hazard por el que el Real Madrid desembolsó más de 100 millones de euros al Chelsea, y a un Ancelotti al que se le acaban los argumentos para defenderle. Por si fuera poco, Vinicius es inamovible del once titular gracias a su eclosión de juego y de acierto de cara a gol, justo por lo que se le criticaba. A eso se le une que Rodrygo, Lucas Vázquez, Asensio y Valverde están por delante de él, a día de hoy.

Una losa más para un futbolista, como el belga, que necesita ritmo de competición, que necesita la urgencia de volver a sentirse futbolista. Carletto sabedor de todo esto, le dará un nuevo voto de confianza ante los leones. La pelota está ahora en el tejado del jugador, que deberá aprovechar los minutos si no quiere que su nombre se empiece a considerar como uno de los que nutran una futura lista de bajas a final de temporada.