Ancelotti sí tiene un plan y la Supercopa de Europa es el reto para cumplirlo
El Real Madrid busca el primer título de la temporada ante el Eintracht de Frankfurt
Cuenta la historia que el partido que el Real Madrid juega este miércoles en Helsinki es muy novedoso. Con 120 años de historia jamás el club blanco había jugado de forma oficial en Finlandia, uno de los pocos países europeos que faltaban por ver al 14 veces campeón de Europa en su territorio. Lo harán en un encuentro muy relevante con todo un título en juego. Arranca, ahora sí, la temporada 2022/23 de fútbol.
El Real Madrid inicia en el Olímpico de Helsinki el año de los seis títulos. Esos serán todos por los que juegue el club blanco y por los que Florentino ya ha transmitido que hay que pelear. No hay trofeo pequeño y no solo la Champions hay que ganar. Ese camino se inicia este miércoles ante el Eintracht de Frankfurt en una Supercopa de Europa que llega muy pronto, aún sin equipos con gran ritmo, pero que es un título prestigioso que no hay que minimizar.
Además, más allá de si se gane o se pierda, el Real Madrid tiene en este partido el comienzo de una temporada ilusionante a la vez que difícil ya que igualar la anterior es complicado. Se enfrenta el club a un segundo año con pequeños cambios y en el que Ancelotti ya ha dibujado un plan. El italiano sí tiene plan y espera que no naufrague como el otro plan famosísimo del deporte.
Ha repetido 'Carletto' que si bien la Supercopa cuenta para la temporada que ahora se inicia, este título es la consecuencia de haber ganado la Champions el pasado año, por lo que tienen que ser los de París quienes defiendan el honor del Real Madrid en Helsinki. Y como los once de Saint Denis siguen en el equipo serán ellos quienes salgan a jugar ante un Eintracht más rodado y con la hazaña del Camp Nou muy presente. En el recuerdo de los dos equipos la final de la Copa de Europa de 1960, cuando el cuadro español ganó 7-3 en Glasgow al alemán en la considerada mejor final de la historia, esa en la que Ferenc Puskás marcó cuatro goles y Alfredo Di Stéfano otros tres y que la BBC emitía cada Navidad al valorarla como la expresión más brillante de este deporte.
El plan de Ancelotti pasa por traer a escena aquellos que le dieron grandeza la pasada temporada. El italiano es muy clásico, no quiere inventos y lo que le funcionó no lo tocará. Da igual que haya habido un verano de por medio. Evidentemente habrá cambios a lo largo del curso, es imposible jugar con los mismos once, pero su plan pasa por tener un bloque compacto que vaya siendo sustituido por pequeños toques. Es por ello que tiene claro que los pilares de la 14ª –Courtois, la CMK en el centro del campo, Vinicius, Benzema arriba...– no se toca. Y que si hay pequeñas modificaciones será en aquello que se ha renovado, la entrada de Rüdiger en defensa y la de Tchouaméni en el centro del campo. El francés lo tiene más difícil y arriba todo seguirá igual ya con la única sombra de Rodrygo, Asensio y Ceballos buscando un hueco que será de Fede Valverde, consistente en los grandes duelos.
Experto en gestión de vestuarios (hubo momentos en los que para desacreditarle se le definía como únicamente gestor de emociones), Ancelotti no quiere improvisaciones y en la pretemporada –la única forma de ver qué Madrid hay ahora– demostró que tiene claro que hay once que parten de titulares y que son aquellos que ya jugaron en París. No significa ello que durante la temporada vaya a traer novedades, toda vez que esta plantilla necesita más que nunca relevos y oxígeno. «Hemos fichado dos jugadores que han mejorado la calidad del equipo», dijo Ancelotti en la previa de esta Supercopa de Europa, en la que reconoció que Rüdiger y Tchouaméni aportan «calidad y aspecto físico» a esta plantilla, de ahí que haya mejorado.
Tiene Ancelotti, y así como todo el Madrid, el primer reto en un año, que es el segundo del italiano, y que buscará de toda forma que no se repita lo que fue su segunda temporada en su primera etapa en el Madrid. Los segundos años de Carlo no han sido precisamente buenos y en Helsinki tiene la oportunidad de avisar que este Real Madrid es igual de peligroso que el año pasado. Para eso hace falta un plan y Ancelotti lo tiene. Ahora falta ejecutarlo y la primera gran prueba es este miércoles en Finlandia.