Sudor frío árabe
El Madrid, finalista. Falta el Barça. Llega a meterse el Valencia y teníamos un lío. A Rubi y Geri les vendieron que tendrían un Clásico con trofeo en juego y no ha habido manera
Dice Rubiales que se van cumpliendo los objetivos que le animaron a mandar la Supercopa a Arabia. Uno, importantísimo para el pagano anfitrión, está a camino: el Madrid, finalista. Falta el Barça. Llega a meterse el Valencia y teníamos un lío. Faltó poco.
Y es que a cambio de 40 kilos, Rubi y Geri, dos artistas contando cosas, les vendieron que tendrían un Clásico con trofeo en juego y no ha habido manera. Lo más parecido, la semifinal del año pasado. Emparejamos a Madrid y Barça para asegurar el tanto, pero no era lo prometido: la final, cohetes, espanta suegras. Con permiso de la autoridad y si el Betis no lo impide, el primer Clásico con copa allí se jugará el domingo, Dios mediante.
Hubo sudor frío árabe ciento veintitantos tantos minutos. Rubiales también se tocaba la cabeza. Y es que el Madrid se metió sólo por penaltis. La cosa estuvo lo que se dice en el aire. El Valencia llegó asustado, o eso decían. Cosa rara viendo al Madrid post Mundial, igual algo tiene que ver eso, no sé…
El Valencia compitió: pues claro. El de Ancelotti es un equipo más de primeros de agosto que de enero. Lento, carretón, plomizo. Lejísimos de un buen Madrid, luego la duda no es por su suerte en esta Supercopa sino si lo suyo tiene arreglo y para cuándo. Los optimistas dicen que más o menos así estuvo el año pasado a estas alturas, veremos a ver.
De momento lo único cierto es que uno no sabe si el de 37 años es Modric o Vinicius. Tela.