Xavi se asienta en el 'unocerismo' que tanto criticó

Existen muchos casos en la hemeroteca del último año en los que Xavi Hernández muestra cómo es su método para llegar a la victoria. «Nuestra historia desde hace 40 años, que vino Johan, puso un listón: ganar jugando bien», dijo una vez. «No firmo ganar como sea», especificó en otra ocasión. «Si no ganamos bien no estamos contentos», añadió otra vez. Y entre tantas declaraciones de este tipo hay una que le pone en una clara contradicción con lo visto esta última semana: «A nosotros no nos vale con ganar 1-0».

Eso, vencer al 1-0, es lo que ha hecho el Barcelona de Xavi en la última semana. 1-0 al Getafe, 1-0 a la Real Sociedad y 0-1 al Girona. También fue 0-1 al Atlético de Madrid. En realidad el único partido que ha ganado por más de dos goles de distancia desde el regreso del Mundial fue –y exceptuando el partido en Copa en Ceuta, donde había una evidente diferencia– ante el Real Madrid. Todo lo demás es por la mínima y cuatro de ellos al 1-0.

Asentados en el 'unocerismo'

Ganar por la mínima no es ni mucho menos un delito futbolístico. España, sin ir más lejos, ganó un Mundial con estos resultados. El problema de Xavi es que prometió que no ganaría así y que no firmaba hacerlo de esta forma. Pero la realidad es otra: vence así de forma ya continua y es líder de LaLiga porque gana los partidos por 0-1 y sin tener el control de esos duelos. Él, para calmar ese purismo que hay siempre en Barcelona, dicen que tienen «que hacer autocrítica y mejorar en muchos aspectos» pero justifica con sentirse ya asentados en el 'unocerismo' con que el Barça viene de donde viene. «Estaba por los suelos cuando llegué», explica de su equipo.

Y no le falta razón. El Barça estaba muy mal y ahora carbura mejor en España. Hay que especificar que funciona en las competiciones españolas porque en Europa Xavi ha naufragado igual que lo hacían sus antecesores. Pero en España –Liga, Copa, Supercopa...– le vale y además gana sin merecerlo, algo también muy importante para un equipo que necesita de forma urgente títulos. El proyecto culé pasa por ganar LaLiga y este torneo se gana jugando bien, mal o regular. Y eso lo ha aprendido Xavi especialmente esta semana.

Ante el Getafe, hace ahora ya ocho días, el Barça se llevó tres puntos que ni mereció. El cuadro madrileño perdonó, no se creyó que de verdad tenía opciones y regaló la victoria al Barcelona. Con el Girona este sábado fue diferente. El cuadro de Míchel fue mejor, gozó de ocasiones pero tuvo fallos (en ataque y en defensa) impropios de un equipo de Primera. No acertó y el cuadro azulgrana se llevó otros tres puntos sin hacer nada destacable, únicamente aprovechando una jugada aislada. Algo similar ocurrió ante la Real Sociedad en Copa, donde el Barça sí tuvo más ocasiones pero en el que Ter Stegen fue la figura clave.

En abril del pasado año Xavi llegó a decir que «a nosotros nos exige la historia del Barça, no el Madrid. Nuestra historia desde hace 40 años, que vino Johan, puso un listón: ganar jugando bien. Si no no estamos contentos». Aplicando estas palabras Xavi no estará contento esta semana y hubiera preferido no ganar y por lo tanto perder mínimo cuatro puntos –dos ante Getafe y otros dos en Gerona– aunque eso suponga perder el liderato. Evidentemente está contento porque es campeón de invierno y en Liga machan bien.

La realidad del fútbol

A Xavi el 'unocerismo' con el que su equipo le va sacando los partidos le muestra la realidad del fútbol. Una cosa son las palabras y otra los hechos. Está muy bien hablar de que «hay que ser excelentes en todo lo que hacemos» y que «no vale ganar de cualquier forma» pero a la hora de la verdad el 1-0 se firma. Y no es una opinión. El Xavi que dice que «no nos vale con ganar 1-0» es el mismo que actúa para ganar 1-0: con ese resultado se dedica a quitar futbolistas de ataque para meter jugadores defensivos, pierde tiempo y saca el balón como puede, patadones mediante.

Y eso le ha funcionado y le ha servido para llevarse la victoria en partidos donde no merecía el triunfo. Ganar así vale igual que ganar por cinco goles de diferencia. Una Liga se construye con todo tipo de victorias. Eso es lo que ya ha aprendido el Xavi entrenador, que sabe que su puesto depende de ganar y que a eso hay que llegar como sea, también con el 'unocerismo' que dijo que jamás le valdría.