Radiografía de un fiasco: así se hundió Messi en el PSG
El club parisino no renovará al '10' y lo que iba ser el fichaje para lograr la tan deseada Champions ha terminado siendo un total fracaso
Habían fichado al mejor del mundo, Leo Messi. Mbappé, Neymar y Messi, imparables. Nadie en Europa podría ganar al PSG con la llegada del astro argentino. A priori sí, podría haberlo parecido, pero dos años después su fichaje ha sido un espejismo. El club parisino ha sido el hazmerreír del fútbol, fracaso tras fracaso.
Leo fue recibido por todo lo alto en París, locura total la que se vivió en los aledaños del Parque de los Príncipes en su presentación. En la capital francesa todo era felicidad hasta que Messi se puso las botas y debutó. Desde entonces nada ha sido lo mismo. Ni el '10' ni el PSG, que ha dado un paso atrás en su búsqueda por la tan ansiada Liga de Campeones.
Debutó en Francia en la cuarta jornada de liga, pero sólo 24 minutos. Dejó destellos, pero sólo eso, nada más. Se perdió hasta cinco partidos por lesión y finalmente en la 14ª jornada de la competición estrenó su casillero frente al Nantes, eso sí, en Champions ya había marcado una semana antes contra el Manchester City. Su bajo rendimiento evidenciaba que el argentino estaba viviendo una complicada adaptación en París.
Poco a poco se fue entonando, sobre todo en la competición que más ansía el PSG, la Champions. En liga no. Con los parisinos marcó cinco goles en fase de grupos, pero en el momento más importante de la temporada Messi se 'esfumó. En octavos desapareció contra el Madrid, inaudito. No se supo del '10', sí de un estelar Kylian Mbappé que se puso la capa de héroe, pero no fue suficiente para evitar la eliminación. Primer fracaso de Leo.
Sin Liga de Campeones, en París el resto da lo mismo, no importa. La liga se ganó, pero la copa no. Segundo fracaso de Leo. Terminó la temporada con dos títulos (Liga y Supercopa), con unos números muy lejos de los que acostumbraba a hacer el argentino. En 34 partidos marcó 11 goles y repartió 15 asistencias. No rindió como se esperaba.
Nuevo fracaso y repentino adiós
Evidentemente su primera temporada pasó factura. En un lapso de tiempo se convirtió en el principal motivo por el que el PSG se había vuelto a 'estampar' en Champions y en París no le querían ni en pintura. En verano, Al-Khelaifi le quería fuera del club. A él y a su mejor amigo (Neymar). Salir no era una opción para Messi, que quería preparar de la mejor manera posible el Mundial de Qatar, que a posteriori ganaría. Comenzó la temporada siendo otro, adaptado, liderando y marcando diferencias.
Se puso a tono para el Mundial y mejoró su nivel. 11 goles y 14 asistencias como mejor preparación para después salirse con Argentina en la Copa del Mundo y ser nombrado mejor jugador del torneo, por delante de su compañero Mbappé. La situación parecía reconducirse y Messi encaraba positivamente su último año de contrato en París.
Ahora sí, con ese nivel, el club parisino le quería renovar, pero una vez más, la Champions le pasó factura. Intrascendente en el Parque de los Príncipes y en Múnich, volvió a caer en octavos y en el PSG nadie soporta dos fracasos consecutivos, ni el mejor jugador de todos los tiempos. Tercer fracaso de Leo.
A partir de ahí todo fue cuesta abajo. Las críticas fueron contra el argentino, que se perdió más partidos con el París Saint Germain tras el gran esfuerzo en el Mundial. Se le empezó a relacionar con el FC Barcelona, algo que no cayó bien a los aficionados. Contra el Rennes se evidenció el enfado de la grada, que le pitó al salir su nombre en el vídeo marcador. Misma escena que se viviría unos días después frente al Olympique de Lyon. Leo Messi llamó para conocer la propuesta de renovación y el proyecto, no le convenció y ha decidido no renovar.
El rosarino tampoco ayudó a que su situación fuera más idílica, y en los últimos días en París es persona 'non grata'. Se marchó sin el permiso del club a Arabia Saudí, pero no se ha ido de rositas. Dos semanas sin empleo y un ambiente infernal en la capital francesa. Los más 'ultras' del Paris Saint Germain protagonizaron una escena que dejó a las claras que opinan de Leo en estos momentos. Se acercaron a la sede del club y, lejos de abuchear al '10', le dedicaron unos cánticos en castellano: «Messi hijo de p***, Messi hijo de p***», cantaban los aficionados parisinos.
No volverá a vestir la camiseta de 'les rouge-et-bleu', eso parece, nada invita a pensar lo contrario. Los dos años que Leo jugó en el París Saint Germain terminaron siendo un fiasco para el club, económico y deportivo. Nunca vieron la mejor versión del argentino, ni lograron el objetivo por el que le firmaron, fracaso rotundo. Ahora el mundo piensa donde acabará Messi la próxima temporada ¿MLS? ¿Arabia Saudí? ¿Barcelona?