El PSG quiere el traspaso de Mbappé al Madrid, pero el problema es la madre
Al-Khelaifi ha hablado con Fayza Lamari para solventar el traspaso. El club quiere cobrar 200 millones, pero mamá Mbappé desea los 60 de prima de fichaje de julio, aunque se vaya
El jugador desea jugar en Madrid, pero el empeño de su madre puede dejarle otra vez en el PSG, que ofrece a Fayza renovar hasta 2025 y ponerle un precio de traspaso de 200 millones en 2024
El problema es la madre. El problema de Kylian Mbappé es haber dejado dirigir su carrera por mamá, ni siquiera por papá, y Fayza Lamari se ha dedicado a sacar dinero con un monetarismo preocupante que lo que ha hecho es perjudicar ostensiblemente la trayectoria profesional de su hijo. Mamá ha obtenido ya 500 millones para Kylian en seis años, pero no tiene ni idea de fútbol, de los códigos, del respeto a los clubes, de mantener una palabra dada, y lo que está consiguiendo es que Mbappé pierda protagonismo a escala mundial. Si no sale del París Saint-Germain este verano o el próximo, este gran futbolista irá descendiendo paulatinamente en su carrera con el peligro de convertirse en un Neymar, pero mucho más joven. Ya le está sucediendo.
El problema de Mbappé es que su madre se ha encandilado al ver tantos millones de euros que ella solicitaba y el PSG le entregaba. Se ha perdido en ese peseterismo casi ratero sin darse cuenta que la carrera de una estrella se acabará pronto si solo piensa en eso.
Ya tendría una Champions
Kylian ha permitido que su madre traicionara a Florentino Pérez hace dos años de la manera más burda. Los representantes oficiales del planeta fútbol tienen razón al decir que si el jugador se hubiera dejado llevar por un apoderado de verdad, o por su abogada Verheusen, hoy estaría jugando en el Real Madrid y ya llevaría un mínimo de una Champions y dos Balones de Oro.
Pero su madre ha entrado como un elefante en una cacharrería en el orbe del balompié y su máquina de hacer dinero se ha transformado en una forma cansina cada verano. Ha logrado que mucha parte del madridismo ya no quiera que venga el francés. Cuidado.
El PSG y el grupo QSI, que representa a Qatar, han hablado con Fayza Lamari para solucionar una situación que está enquistada. La estrella ha dicho que no renueva y que se iría libre dentro de un año, argumento que obliga a la entidad parisina a traspasarle ahora. Y el dilema es que Fayza quiere cobrar los 60 millones de prima de fidelidad que su hijo debe percibir en julio y los otros 60 que debe cobrar en septiembre una vez acabado el mercado de verano. Cantidades que mamá exigió y que Qatar le ofreció con tal de quedarse con Mbappé más tiempo. El Real Madrid observa los toros desde la barrera.
No es problema del Madrid
La rúbrica de estos contratos tan golosos y ajenos al mercado son producto de estos clubes-estado pagados por dictaduras árabes que pueden desvirtuarlo todo dando dinero a diestro y siniestro, un dinero que no se gana en el campo y que es un insulto a la realidad del mercado. Esta incongruencia económica, de equipos que pagan con dinero que no producen, ha provocado esta realidad tan difícil de solventar, porque mamá Mbappé quiere cobrar los 120 millones de primas de fidelidad o al menos los 60 del mes de julio, antes de aceptar un traspaso. Y este monetarismo fomentado por el propio París Saint-Germain con abonos desorbitados puede hacer que su hijo al final no termine nunca en el Real Madrid.
Si no existiera este problema de por medio, el París Saint-Germain y Real Madrid podrían pactar ahora mismo un traspaso por 200 millones, 140 inmediatos y 60 en bonus sencillos abonar en cuatro años, y todo estaría solucionado. Pero Fayza tiene la sartén por el mango y primero desea percibir los 60 millones de su prima de fidelidad.
Nasser Al-Khelaifi ha querido hablar con la madre para llegar a un acuerdo en este sentido. Los árabes han pretendido montar otra trama suculenta de dinero con tal de conseguir que Mbappé firme un nuevo contrato hasta 2025. Y la envolvente es que rubrique ese acuerdo con la inclusión de una cláusula de rescisión privada que permita al francés marcharse en el mes de julio de 2024 si un equipo paga 200 millones. Tiene que ser un pacto privado de transferencia porque en Francia no están admitidas futbolísticamente las cláusulas de rescisión. Si el delantero admitiera este pacto, su continuidad por un año y el precio de traspaso, cobraría las dos primas de fichajes por valor de 120 millones.
El Real Madrid deja claro que los litigios de esas cláusulas incongruentes no son de su incumbencia y que esos problemas los deben de solucionar la madre de Mbappé y el París Saint-Germain, visto que la joven figura es incapaz de llevar los vestigios de su carrera por sí mismo.
200 millones de tope
A la espera, el Real Madrid sí sabe y no contesta cuando escucha que el París Saint-Germain podría subir el precio del traspaso para pagarse esos 60 millones de prima. Pero la casa blanca ofreció 200 millones hace dos temporadas y los árabes ni le contestaron. Ahora no subirá esa cifra.
Es el monetarismo extremado de la madre y la dificultad de solucionar un asunto de 120 millones de primas son las causas por las que el Real Madrid siempre habla de Mbappé como objetivo en 2024.
Enero de 2024 o se acabó
Si el París Saint-Germain y la madre del jugador no alcanzan un pacto este verano para que fiche por el Real Madrid, 2024 será el último tren para el francés en la casa blanca. Por eso Florentino Pérez siempre habla del próximo año. Los agentes internacionales que negocian en su nombre han dejado claro a la familia Mbappé que, si no hay traspaso dentro de unos días, la meta será que el futbolista firme a primeros de enero de 2024 el contrato que le haría jugador del Madrid en julio de ese año. Una meta que puede cumplirse tanto si queda libre como si extiende ahora su convenio con el París Saint-Germain con esa cláusula privada de marcharse en julio del próximo curso.
Al Real Madrid le gustaría que el futbolista aguantara hasta 2024 y quedara libre. Le pagaría una prima de fichaje por esa carta de libertad de 130 millones, pero no daría ni un euro al equipo parisino, un hecho que les agradaría después de la soberbia demostrada por los árabes durante todos estos años.
La entidad del Bernabéu es consciente sin embargo de que es muy difícil que el París Saint-Germain admita una operación en la que no perciba dinero por el morboso adiós del jugador. Especialmente porque la madre es musulmana y siempre ha dicho que el día que su hijo se marche dejará un buen dinero en el PSG. Todo presagia que así será.
El club español si deja entrever que enero de 2024 es el tiempo límite. Si esta situación enquistada continuara hasta principios del año, exigiría a Kylian Mbappé firmar entonces por el Real Madrid. Si no lo hiciera entonces, se olvidarían de él para siempre. Pero esperan a ver si el toro llega antes.
Un acuerdo rápido
Los intermediarios internacionales que dialogan en nombre del Real Madrid y contemplan estas vicisitudes entre la madre del jugador y el París Saint-Germain reflexionan con razón que si se cediera en el litigio de las primas de fidelidad el acuerdo de traspaso sería rápido y fácil. Es la causa por la que la posibilidad de la transferencia es viable este verano. La entidad parisina necesita tras pasarle ya para percibir un dinero. No puede dejarle marchar gratis. Y su oferta de una renovación hasta 2025 con ese precio de traspaso en 2024 es un caramelito para la madre, que mira el dinero por encima de la trayectoria profesional de su hijo.
Mientras el joven disfruta de las vacaciones en Miami y no defiende sus intereses, mamá Fayza no es consciente de que si Kylian Mbappé fuera futbolista del Real Madrid ganaría dinero hasta el final de sus días, no solo como futbolista. Si su despliegue en el conjunto blanco cumpliera los presagios que todos tenemos se convertiría en una leyenda y una vez colgadas las botas continuaría en la empresa Real Madrid hasta el final de su vida. Pero está claro que mamá Mbappé solo ve los primeros árboles y no ve el bosque.
Luka Modric podría ser un gran ejemplo para ella. El croata ha exigido renovar por el Real Madrid por encima de los 180 millones que le ofrecían desde Arabia Saudí y cuando se retire será un emblema del Real Madrid a lo largo de toda su vida. Mbappé podría ser lo mismo. De momento ya ha perdido dos años y ha dejado de ganar una o dos Champions y uno o dos Balones de Oro. No tendría que haber esperado a ver cómo Haaland ganaba con el City una Copa de Europa para valorar su realidad. Es tan pobre que solo tiene dinero. Y los premios empiezan a colocar al noruego en primera posición. Cuidado, Fayza, que el cuento comienza a acabarse. Es ahora o nunca. El PSG también lo piensa, obligado por sus necesidades de traspasarle si no renueva hasta 2025.
Cuestión de horas
Las necesidades urgentes aprietan a cada parte por intereses contrapuestos y esa emergencia puede provocar que Nasser Al-Khelaifi se digne a descender de su púlpito de soberbia y comunique al Real Madrid que está dispuesto a traspasarle en este mes de julio por 200 millones. Para ello, la madre tendrá también que bajarse de su tribuna del dinero para ponerse en la realidad del fútbol. El acuerdo es posible. El Real Madrid presencia el espectáculo desde chiqueros.