Ancelotti contesta con fútbol de ataque total a quienes ya le habían jubilado
El italiano ha decidido hacer alineaciones ofensivas para explotar el mejor talento de sus jugadores, que se encuentra en la delantera
Ancelotti confirma que Vinicius será Balón de Oro y ya piensa en su segundo
Fueron días duros para Carlo Ancelotti. Curtido en mil batallas, el italiano volvió a constatar al mando del Real Madrid que incluso ganando te dan palos. Sucedió después de la victoria en Vigo. El antimadridismo reinante decía que el entrenador estaba tan acabado como el equipo. Y los críticos valoraban que el técnico estaba perdido y no encontraba ni la táctica ni la tecla con el campeón de Europa. Frente al Borussia Dortmund tuvo una decisión tan radical como natural, basada en el sentido común que, como se sabe, es el menos común de los sentidos. El allenatore lo tiene.
Carlo ha soportado la lenta evolución de muchos futbolistas que disputaron la Eurocopa y no hicieron pretemporada. Manifestaba que el conjunto blanco comenzaría a funcionar bien en noviembre. Y hemos comenzado a ver esa mejoría.
Una progresión que el responsable deportivo del campeón de Liga y de Europa fundamentó en un hecho indiscutible. Comprobó en Vigo cómo la colocación de Tchouaméni por delante de los dos centrales fue un error, porque al ayudar a la defensa para evitar los excesivos goles que le hacen al equipo madrileño dejó el centro del campo sin un pivote destructivo para frenar el contragolpe celeste y el resultado fue contraproducente. El Celta llegó al área madridista en oleadas. Ante el Borussia Dortmund, el hombre de la ceja levantada dio un golpe de timón.
Un ataque espectacular
Harto ya de estar harto, Ancelotti se olvidó del sistema, de estudiar una táctica y tomó una determinación importante ¿Qué es lo mejor que tengo, lo que marca la diferencia? Los delanteros, el ataque que ejecutan Mbappé, Vinicius, Rodrygo y Bellingham, ayudados por Lucas Vázquez, un extremo reconvertido en lateral derecho, como antes ayudaba Carvajal. Pues volquemos todo nuestro juego en un ataque total, aparcando la teoría de las tácticas. La decisión, muy arriesgada, fue un éxito absoluto al borde del abismo.
Fue arriesgada porque el entrenador madridista saltó sin red al Bernabéu para medirse al Borussia Dortmund. Su apuesta por el ataque absoluto supuso que dos destructores como Camavinga y Tchouaméni se quedaron en el banquillo, para formar un centro del campo netamente creativo, con Bellingham, Valverde y Modric, que eran los constructores que debían alimentar a un triplete atacante puro integrado por Rodrygo, Vinicius y Mbappé.
El aficionado no podía pedir más. Vieron una alineación de dibujos animados, todos al ataque. Parecía uno de esos once históricos en los que se mete a Gento, a Di Stéfano, a Puskas, a Zidane y a Cristiano, sin poner futbolistas que destruyan. Ante los alemanes, Ancelotti hizo eso, pero de verdad, en un partido real, jugándose tres puntos muy importantes tras la derrota en Lille.
Hay que ensayarlo más
Ese Real Madrid sin red pagó todo el riesgo porque Carletto les dijo que para jugar con tantos hombres atacantes todos debían de presionar y defender para cubrir ese déficit. Y en el primer tiempo no lo hicieron. El 0-2 fue el reflejo.
El italiano echó la 'bronca' constructiva para dar la vuelta al desastre. Tenía claro en su cabeza que si todos los jugadores mordían e intentaban robar la pelota ganarían, porque la calidad ofensiva es insuperable, la mejor del mundo. Y así ocurrió. En el debate interno quedó patente que hay que practicar más esta forma de jugar para que salga bien desde el principio. El análisis técnico del entrenador con la plantilla se cuestionaba por qué no hicieron todo esto desde el primer minuto del partido ¿Por qué no se presionó desde el principio? Era la pregunta en la cocina de Valdebebas.
Ancelotti reflexiona que ya es una regla no escrita que el Real Madrid tarde mucho en hacer las cosas bien. Necesita que le flagelen los contrarios para fustigarse él mismo con reacciones heroicas. Argumenta con razón que no siempre saldrá todo así de bien. Por ello, exige que todo el equipo esté concentrado para defender y presionar desde el primer momento y no tener que recurrir a la heroica.
Sus pupilos lo admiten. El entrenador, viejo zorro ganador en Europa, asume también que los grandes talentos no son dados al sacrificio y que son las situaciones límite las que les exigen dar el do de pecho y sacar su magia. Es una norma histórica del Real Madrid desde que ganó la primera Copa de Europa en 1956 al Stade de Reims en Francia después de ir perdiendo 2-0.
Le habían de defenestrado ya
Todo el mundo habla de Vinicius como el principal artífice de la remontada y es verdad. Pero quien dio esa vuelta de tuerca a un Real Madrid que no encontraba el camino fue Ancelotti. El entrenador al que muchos ya habían jubilado. El italiano advierte: los exámenes finales son en mayo, junio y julio. Es muy difícil ganar la Champions cada año, pero el veterano ganador deja patente que sabe lo que hace.
Hay otro punto esencial que muchos quieren olvidar cuando les interesa: las lesiones. Carlo ha mantenido el timón con las bajas a lo largo de la temporada de Carvajal, Alaba, Camavinga, Brahim y Courtois. Ahora se ha roto Rodrygo y ha recaído el guardameta belga. Son el precio de la remontada ante el Dortmund. No estarán en el clásico. Sí estará Ancelotti, con su ataque total. Se ha sacado de la chistera otra gran idea cuando el equipo necesitaba un cambio. La ausencia de Rodrygo le permitirá añadir un cuarto centrocampista, Camavinga, en esa táctica ofensiva. Y muchos quieren jubilarle.