PSG-Mbappé: la guerra continúa
El adiós de Kylian al PSG camino del Real Madrid fue un golpe que tuvo sonrisas, lágrimas y un chantaje decisivo
Los dueños árabes del club parisino nunca pensaron que Kylian tuviera la personalidad de marcharse gratis, pero cuando tocaron a su familia decidió irse
La venganza se sirve fría. Las palabras de los protagonistas y los hechos constatados desvelan una monumental equivocación de Nasser Al-Khelaifi y del emir de Qatar, dueño del PSG, al creer que Kylian Mbappé nunca tendría la valentía de abandonarlos. Durante seis años nunca afrontó las riendas de su carrera y dejó que su madre Fayza Lamary negociara y firmara las cosas. Fue ella la que cometió el gran error de renovar con el París Saint-Germain. Ese fallo de cálculo familiar hizo que la estrella cogiera por fin el toro por los cuernos. Kylian decidió que su futuro estaba en el Real Madrid. Y el burdo chantaje de Al-Khelaifi con su hermano Ethan precipitó los acontecimientos.
Kylian tuvo el carácter de enfrentarse a Nasser Al-Khelaifi y ganó la batalla firmemente apoyado por el Real Madrid, que desde la discreción derrotó a los propietarios del PSG sin hablar con ellos y sin pagar un euro. Ahora, la guerra entre el futbolista y el club parisino continúa en la Justicia. El futbolista exige a la entidad parisina el pago de 55 millones que no ha satisfecho. La prensa francesa toma partido y se une al equipo que les da informativamente de comer. Critica duramente a Mbappé.
El error empresarial y estratégico del París Saint-Germain fue morrocotudo. Nunca creyeron que el mejor futbolista de Francia se iría gratis. En los despachos del club parisino nunca pensaron que tendría el valor de hacerlo. Están acostumbrados a que todos los futbolistas agachen la cabeza ante su dictadura interna. Rabiot fue el primero que les plantó cara y estuvo un año sin jugar hasta que se fue libre. Verratti solo aguantó tres meses ese apartamiento del plantel y volvió al redil cabizbajo.
Mbappé soportó el acoso durante un año. Las feas acciones del PSG contra Kylian y especialmente contra su hermano Ethan, que también militaba en el primer plantel, precipitaron una decisión de marcharse que el hermano mayor tomó sin pensar ya en conseguir un beneficio económico para el club parisino, que iba a por él descaradamente.
Mbappé se marchó gratis
Nasser Al-Khelaifi protagonizó el primer error ejecutivo de no traspasar a Kylian Mbappé por 180 millones cuando el Real Madrid le hizo esta oferta en agosto de 2021. La posterior renovación de la figura francesa le hizo creer que el PSG estaba por encima del Real Madrid y de todo el mundo y que nadie osaría derrotarle y marcharse de allí. Olvidó que quien renovó fue su madre. Y no quiso escuchar a Kylian Mbappé manifestar un mes después que se había equivocado. El qatarí se creyó invencible y fue el comienzo del fin.
El delantero dio el primer paso hacia el Real Madrid cuando manifestó hace un año que no utilizaba la cláusula de extensión de su contrato hasta 2025. Lo que quería decir es que no renovaba y quedaría libre en 2024. Enojado hasta la explosión, Al-Khelaifi le respondió con prepotencia que no se marcharía del PSG, que no le dejaría. Kylian le contestó con una mera sonrisa. Sabía que comenzaba una guerra y ya no valía hablar.
Kylian Mbappé soportó el año pasado el mobbing del PSG. Se quedó entrenando en la ciudad deportiva parisina mientras la plantilla viajaba a la gira veraniega en Japón. Finalmente volvió a la disciplina del equipo, pero Luis Enrique tuvo la orden del emir de Qatar de sentarle durante muchos partidos.
Lo que ya no soportó el líder de la plantilla fue ver cómo su hermano Ethan sufría las consecuencias de esta guerra sin cuartel. Ethan no era convocado para disputar algunos partidos. El chaval, 17 años, lloró. Esas lágrimas le iban a costar aún más caras a Nasser. Desde ese momento, el hermano mayor decidió que se marcharía gratis al Real Madrid. La guerra declarada por el presidente de la entidad rompió todas las relaciones.
Ethan también se marchó
El hermano pequeño de Kylian también tenía contrato hasta 2024. Las actuaciones de Nasser Al-Khelaifi demostraban que su hermano jugaría en el PSG mientras él estuviera. Ni un año mas. Chantaje paralelo no escrito, pero sí firmado. Y cuando la guerra fue total el chico sabía que no podía seguir allí. Ethan firmó el pasado verano por el Lille mientras Kylian rubricaba su acuerdo con el Real Madrid por cinco años.
El Real Madrid sonreía desde el cuartel general de Valdebebas por la sarta de errores que el París Saint-Germain cometía un día sí y otro también. La preocupación del madridismo de sufrir otra renovación de Mbappé a última hora se desvaneció. Era imposible. La estrella no iba a soportar toda esta batalla para claudicar al final. Hasta el elitista sindicato de jugadores francés, que no apoyó a Rabiot y a otros profesionales apartados por el PSG, salió en defensa de Kylian cuando fue separado del equipo el pasado verano. Y el ataque a su hermano pequeño fue determinante. La figura de Francia había dicho a su madre que no seguiría en París y que se marchaba el Real Madrid.
Fayza se reunió con el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al-Thani, para escuchar cómo le ofrecían mil millones por tres temporadas. Su hijo no firmaría.
La clave de toda esta lista de equivocaciones del París Saint-Germain es que en su sede nunca entendieron que un futbolista quiera jugar en el mejor club del mundo, el que gana quince Champions, el Real Madrid. Mbappé vio ganar a los blancos tres Copas de Europa mientras militaba en el equipo parisino.
La polémica del Balón de Oro también ha sido utilizada por los medios franceses para pegarle duro a Mbappé. No soportan en su país que el jugador conceda prioridad al club que le paga en vez de a su selección. Y el sexto puesto de Kylian en el galardón que organiza una empresa francesa ha significado que la prensa local diga que Kylian tiene 25 años y no lo ha conseguido mientras Messi llevaba varios a esa edad. El enfrentamiento que se calienta en Francia contra su estrella se formula por todos los vectores.
El jugador piensa que el PSG debe pagarle 55 millones que están escriturados y si la Justicia Deportiva Francesa no le da la razón acudirá a los tribunales de Justicia general. La guerra va a durar mucho tiempo. Ahora lo único que le importa es conseguir su más alto grado de forma para ser el de antes. Es el consejo de Ancelotti. Y el futbolista lo sabe bien.