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Dani Benítez, en su etapa como futbolista del Granada CF

Dani Benítez, en su etapa como futbolista del Granada CFRRSS

La confesión del jugador español que dio positivo en cocaína: «Una noche me emborraché...»

La vida futbolística de Dani Benítez (Lloseta, Mallorca; 1987) dio un giro de 180 grados en el 2014, año en el que se descubrió que había dado positivo cuando militaba en las filas del Granada, donde se había convertido en la gran estrella del equipo.

Todo giraba en torno a él. Pero la suspensión de dos años (de marzo de 2014 a febrero de 2016) hizo que su carrera se arruinara por completo. Entró en una espiral de problemas, tuvo que lidiar con la etiqueta de drogadicto y muchos pensaron que no iba a volver a calzarse unas botas de fútbol.

Sin embargo, con los años Dani Benítez supo reconducir la situación y consiguió salir del pozo en el que se había metido, algo de lo que se siente orgulloso cada vez que le toca recordar este fatídico episodio. Y esta pasada madrugada, el exfutbolista del Mallorca, Pontevedra, Elche, Granada, Alcorcón, Racing de Ferrol, AEL Limassol, Poblense, Sant Juliá y Arenas de Armilla fue invitado a El Chiringuito para hablar sobre ello.

«Me quitaron mi vida. ¿Si fui adicto después? No, para nada... Siempre he hablado de este tema sin tapujos y no tengo problemas en reconocer el error», empezó diciendo Dani Benítez a la pregunta de Josep Pedrerol.

Acto seguido, Benítez comentó que todo sucedió el día antes del partido frente al Betis, el cual pensaba que no iba a jugar por el hecho de haber salido de una lesión, y eso le llevó a hacer una fiesta en su casa.

«Jugábamos contra el Real Betis en casa, el domingo a las 12. Yo salía de una lesión e hicimos una fiesta en casa. Yo pensaba que no iba a ir convocado, lo he contado muchas veces. Una noche que me emborraché y tomé la peor decisión de mi vida», siguió relatando Dani Benítez.

Y, por último, el futbolista balear, actualmente en el Club Deportivo Huétor Tajar granadino, reconoció que su vuelta al fútbol después de cumplir la sanción fue algo realmente duro: «Cuando volví de los dos años de sanción todas las puertas estaban cerradas. Y eso es una cosa que me dolió mucho. Es normal que no confíen en ti, pero es complicado... Yo lo que quería era volver a ser jugador de fútbol y demostrar que me equivoqué, que tuve un fallo. Fue un fallo muy grave, que no se tenía que haber cometido, pero no puedes borrarlo».

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