El técnico del City se desesperó por las ocasiones falladas por su equipo
Las caras que delatan el doble discurso de Guardiola
El técnico volvió a usar un doble discurso para decir una cosa y expresar la contraria con sus gestos tanto en el césped como en sala de prensa
Pep Guardiola acabó el encuentro deshaciéndose en elogios hacia sus futbolistas sabedor de que lo habían hecho todo para derrotar al Real Madrid. Sin embargo, los blancos cayeron de pie y se fueron sonriendo del Etihad. Una derrota que sabe a victoria. Guardiola aparentaba ante las cámaras una sonrisa forzada y obligada que no pudo esconder sobre el césped. Ya le pueden recordar una y otra vez que hay pocos entrenadores que atormenten tanto al club de Concha Espina que él seguirá sufriendo ante la imposibilidad de la perfección.
Cada ocasión que marraba su equipo se convertía en una mueca distinta del técnico del City: desesperación, rabia, tensión…Sabedor de que pudo dejar la eliminatoria prácticamente sentenciada, pero dejó vivo al Real Madrid.
El técnico de Sampedor, que en este cruce frente al Real Madrid intenta contenerse cuanto puede en sus mensajes a los medios, se mostró frío tras el partido. Apenas empleó palabras en sus respuestas a lo ocurrido. Sin sonreír, negó sufrimiento alguno: «Para mí el encuentro ha sido igual de divertido que para los aficionados». Aseguró que su equipo había jugado «bien», pese a los errores en la definición y en la retaguardia. Y se limitó a felicitar a sus futbolistas: «Ellos son los que juegan. En ocasiones aciertan, y otras veces fallan».
Sin embargo, sus palabras chocaron con furiosas reacciones protagonizadas en la banda cuando su equipo no acertaba a cerrar la eliminatoria. Con el puño cerrado y las venas a punto de estallar cargó su ira contra Mahrez, Foden y Ederson, entre otros
Guardiola cosechó su 12º victoria ante el Real Madrid en 20 partidos disputados, pero pese a su discurso impostado y sus palabras de elogio, no se fue contento.
Monosílabos prehistóricos
Por si fuera poco, el técnico del City tuvo que pasar por los micrófonos de la prensa española desplazada a Manchester, algo que parece darle más repelús que el escudo del Real Madrid. Se limitó, como en la eliminatoria ante el Atlético de Madrid, a seguir la táctica de responder con monosílabos frustrando la labor periodística.
«¿Tiene algún problema con la prensa española?» Le espetaron en sala de prensa, algo que negó para luego apostillar: «Espero no haber sido arisco en las respuestas. Ustedes me preguntan, yo respondo».
Sin embargo, de nuevo sus palabras contradicen su actitud: pasó de la sonrisas con la CBS, a la seriedad con la prensa española.
