El meteórico ascenso del Unión Berlín, el equipo que jugaba en la Alemania comunista
El equipo de la capital alemana está viviendo unos buenos años en lo deportivo, pero para llegar hasta aquí ha sabido lo que es sufrir de verdad
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La Champions League es especial. De eso no hay dudas y es algo que todos los aficionados al fútbol saben. Es un torneo diferente y atractivo que siempre trae consigo historias conmovedoras, sobre todo relacionadas con los equipos que la disputan.
Y el Unión Berlín es uno de esos equipos que tienen ese componente emocional. Hasta hace no mucho, nadie, salvo los seguidores alemanes, se acordaba de este equipo, pero la realidad es que es un club icónico del fútbol alemán. Tiene 117 años de historia, se fundó el 17 de junio de 1906 y su primer nombre fue Olympia Oberschöneweide.
Su ascenso en los últimos años ha sido meteórico. Llegar a disputar la Champions League está al alcance de muy pocos. No obstante, para llegar hasta aquí ha tenido que pasar por una serie de penalidades que han forjado su carácter. Básicamente por la situación política que vivió Alemania a lo largo del siglo XX.
La división del país afectó sobremanera al Unión Berlín. De hecho, en el 1961 –fecha en la que se levantó el Muro de Berlín– el club se vio obligado a descender al tercer nivel del fútbol de Alemania Oriental. Fueron tiempos convulsos para el club teutón y en tan solo cinco años tuvieron que renovarse tres veces. Esto respondía al interés que tenía la República Democrática Alemana (RDA) en convertirse en una potencia futbolística.
Los enemigos de la Stasi
El Unión Berlín tenía muy claro que quería ser un club con una idiosincrasia bastante marcada. De hecho, entre los años 70 y 80 se autoproclamaron un club enemigo del sistema y mostraron su odio al BFC Dynamo, el equipo de la Stasi (Ministerio para la Seguridad del Estado) que ganó diez títulos de manera consecutiva. Este ministerio tenía como principal objetivo espiar a la población y así poder hallar posibles casos de rebeldía.
Si en los años 70-80 la situación del conjunto Eisern era complicada, a partir de 1990 lo fue aún más. La caída del Muro de Berlín y la unificación alemana dejaron muy tocado al Unión Berlín. El club obrero de la capital alemana tuvo que lidiar con muchos problemas económicos y llegaron a un punto en el que no pudieron competir en la 2. Bundesliga por falta de garantías bancarias.
El Unión Berlín nunca se ha caracterizado por ser un equipo competitivo deportivamente hablando. Sí llegó a disputar la extinta Copa de la UEFA en 2001, competición a la que accedió por quedar subcampeón de la DFB Pokal (Copa alemana), pero esos tiempos de 'gloria' duraron muy poco ya que en el año 2004 rozó la desaparición. Esa temporada el club tenía una deuda cercana a los 1,5 millones y los socios decidieron donar su propia sangre para juntar ese dinero que necesitaba la entidad berlinesa para salvarse. Esa campaña se denominó Blüten fue Union (Sangrando por Unión).
Sin embargo, en la temporada 2008-2009 el Unión Berlín sí pudo celebrar por fin una estabilidad económica. Ese año estaba disputando la 2. Bundesliga y, poco a poco, fue creciendo hasta conseguir el ansiado ascenso a la Bundesliga en el año 2018/19. El subir a Primera generó un poco de vértigo en la institución. Los aficionados temían que el estar en la élite les iba a quitar la condición de espíritu de barrio.
Estar en Primera cambió la mentalidad del club. La llegada de Dirk Zingler (presidente), Urs Fischer (exentrenador) y Oliver Ruhnert (director deportivo) al Unión Berlín dotó de estabilidad al club y les sirvió para cambiar de mentalidad, algo que le vino como anillo al dedo al equipo berlinés.
Rival del Madrid en Champions
Desde la temporada 2018/19 el Unión Berlín ha protagonizado un ascenso meteórico. En su primer año en la Bundesliga el conjunto acerero acabó en undécima posición; en la siguiente entraron en Europa League y esta temporada están jugando la Champions League.
Y el destino ha juntado al Unión Berlín, equipo modesto donde los haya, con el Real Madrid, el mejor club del mundo y el rey de Europa. El duelo de ida en el Bernabéu fue vibrante y de no ser por Bellingham el conjunto alemán se hubiera ido de la capital española con un meritorio punto.
Y este martes llega el partido de vuelta. El Unión Berlín recibirá al Real Madrid en el Estadio Olímpico de la capital alemana, campo en el que España jugará su primer partido de la próxima Eurocopa y dónde se han jugado varias finales (Mundial 2006, Champions 2015, el año que viene esa Eurocopa...).
De normal, los Eisern juegan sus partidos en el Stadion An der Alsten Försterei, situado en el barrio de Köpenick, pero las normas de la UEFA son las que son y han considerado que la escasez de asientos no ha sido suficiente para dejarles jugar allí. Si el Unión consigue ganar al Madrid y el Braga no hace lo mismo con el Nápoles, podría meterse en la Europa League y seguir ingresando dinero en sus arcas.