Lo que debe y no debe hacer el Real Madrid para eliminar al Manchester City
Revisitar el 4-0 del año pasado y el 3-3 de hace una semana permite esbozar algunas conclusiones sobre lo que debe y no debe hacer el conjunto blanco en Manchester
Hace algo menos de un año, en la vuelta de las semifinales de la pasada Champions League, el Real Madrid firmó en el campo del Manchester City una de las páginas más negras de su gloriosa historia europea. Fue un 4-0 incontestable, rotundo y con la sensación de que, de no ser por Courtois, habría sido más contundente.
Revisitando ese encuentro, y la ida que ambos equipos disputaron hace apenas una semana, podemos intentar aventurar que debe y no debe hacer el Real Madrid en Inglaterra si quiere pasar la eliminatoria. Enfrente, posiblemente el reto más exigente del mundo del fútbol.
Poder correr
Parece de perogrullo, pero es así. Si el Real Madrid quiere tener opciones va a tener que ser capaz de amenazar a campo abierto a su rival. Es de vital importancia en este sentido ver si finalmente el lateral Kyle Walker llega al encuentro, tras perderse la ida. El inglés es posiblemente la referencia mundial en lo que a un lateral defensivo se refiere, y el año pasado logró secar a Vinicius por completo en el Etihad. Sin el brasileño, el Real Madrid se quedó sin salida y se ahogó en su propio vaso, condenado a defender eternamente.
En el encuentro de ida en el Bernabéu, sin Walker enfrente, Ancelotti estuvo brillante invirtiendo los roles del ´7´ brasileño y su compatriota Rodrygo. Metiendo a Vini por dentro logró confundir al City, mientras que, con el exjugador del Santos en su mejor posición, torturó a Manuel Akanji. Fue un planteamiento ganador, y así debió ser, pero entre la falta de acierto y el gris encuentro de Bellingham al final fue el Real Madrid quien rescató un empate al final.
Ahora, la cuestión es que nos tienen preparados ambos entrenadores. ¿Jugará Walker? ¿Vinicius lo hará por dentro o por fuera? De esas respuestas, y del éxito de ambos planteamientos, depende una gran parte de las opciones de clasificación. El Real Madrid necesita a Vinicius.
Poder guardar el balón
Se ha establecido desde hace unos años, concretamente desde que la liga inglesa, impulsada por los derechos televisivos, se convirtió en la mejor del mundo de que, en partidos europeos, los equipos de la isla se imponen a sus contrincantes por una cuestión de «ritmo». El «ritmo inglés» se dice. Que en España se juega muy lento y cuando se sale a Europa eso penaliza.
La realidad, sin embargo, lleva la contraria a esa creencia. El Real Madrid lleva años sometiendo a equipos ingleses en la Champions League a partir de imprimir ritmos bajos a los partidos. Concretamente, los ritmos de Kroos y Modric. El City en su campo es un ciclón, te somete mucho, por lo que tener a dos jugadores sobre los que poder descansar y quitarle tiempo al rival es oro puro. Los minutos de Modric en la ida fueron sus mejores en la temporada. No es casualidad.
Que Kroos y Luka aparezcan y le den aire significará que el Real Madrid estará más cerca de las semifinales. Toni lleva toda la temporada siendo uno de los mejores del mundo; Modric puede estar dispuesto a dar su ´último baile´ en Europa.
La contundencia defensiva
Quizás, el gran error de Ancelotti el año pasado fue sentar en el banquillo a Antonio Rüdiger, optando por la pareja conformada por Éder Militao y Alaba. El alemán había secado a Haaland en la ida, pero en la vuelta no jugó y el City fue imparable.
Este año Carlo no tropezará en la misma piedra. Rüdiger será titular en Manchester y se volverá a medir al delantero noruego. De ese duelo, del vencedor de esa batalla, dependerán bastantes de las opciones de la eliminatoria.
Otra decisión debatible del Madrid el año pasado fue alinear a Camavinga de lateral izquierdo, dejando en el banquillo a Mendy. Eduardo había sido, quizás, el mejor jugador del Madrid en aquel encuentro de ida, e indudablemente aporta mucho más con balón que Ferland... pero también sufre mucho más sin el mismo.
En el partido de la semana pasada, Carvajal y Mendy estuvieron tan bien en defensa que acabaron cortocircuitando al City, obligado a jugar por dentro. En el caso del francés, será vital tenerle y que pueda contener al extremo derecho de los ingleses, ya sea Bernardo Silva o Foden. El año pasado Camavinga se desangró en el Etihad; ahora le toca al Real Madrid construir sobre Mendy.
Defender lo indefendible
El Manchester City es el mejor equipo del mundo atacando lo que el propio Pep Guardiola denominó «la zona indefendible». Esto es, el espacio que se abre entre el lateral que salta a defender por fuera y el central que se queda fijado en el área. Es el movimiento marca de la casa de Kevin de Bruyne. El City juega por fuera, Haaland sujeta a los centrales en el área y los centrocampistas se desmarcan por dentro, llegando a línea de fondo.
Para lograr esto, tal y como se vio en la ida, Guardiola adelanta a un defensa, John Stones, a la línea de mediocentros para que forme pareja con Rodri y que los dos interiores tengan mucha libertad para romper por dentro. Si el Real Madrid es capaz de limitar esto, de mitigar su impacto, podrá empezar a sobrevivir en Manchester. El año pasado no fue capaz.
¿Qué se necesita para ello? Que los interiores del Real Madrid ofrezcan un recorrido descomunal, persiguiendo constantemente a sus pares e impidiéndoles centrar y recibir con comodidad. El físico de Fede Valverde se presenta absolutamente imprescindible. El Madrid deberá cerrar muy bien dentro, estar juntos y no descomponerse jamás.
En juego, volver a las semifinales de la Copa de Europa.