Marco Reus y su particular final feliz: ganar la Champions y despedirse a lo grande del Borussia Dortmund

En el fútbol, como en cualquier otro ámbito de la vida, las etapas llegan a su fin. Y si el que se va es uno de los grandes ídolos de la afición, la despedida duele y es muy difícil de digerir. Ya sucedió en el pasado con muchos otros jugadores, pero si el que dice adiós es uno de los referentes de la afición ese hasta siempre se siente como el nacimiento de un hijo. Es decir, con gran emoción.

Estamos hablando de Marco Reus (Dortmund, 1989), el gran ídolo del Borussia Dortmund y uno de los futbolistas más determinantes del conjunto alemán. El tiempo pasa volando y en una disciplina tan exigente como el fútbol, la edad no perdona. El centrocampista ha tomado la decisión de dejar, después de doce años, el club de su vida. Reus llegó al Signal Iduna Park en 2012 y necesitó muy poco para meterse en el bolsillo a su afición. Antes de recalar en el conjunto borusser, el centrocampista alemán pasó por el Rott Weiss Ahlen y el Borussia Mönchengladbach.

Su trayectoria en Dortmund ha tenido todo. Tanto momentos positivos como negativos, tanto alegrías como sinsabores. Se podría decir que lo malo ha tenido más peso que lo bueno. Jürgen Klopp fue su gran valedor y Reus tuvo la suerte de coincidir en el Dortmund con jugadores de clase mundial como Robert Lewandowski o Ilkay Gündogan, por citar dos ejemplos. De hecho, esos tres jugadores le causaron pesadillas al Real Madrid en 2013. Ese 4-1 en el Signal Iduna Park todavía le escuece al madridismo.

Marco Reus estuvo en el punto de mira muchas veces. Su falta de ambición le perjudicó en exceso. Al final, estar en el Dortmund no le garantizaba ganar año tras año y es por eso que algunos de los mejores equipos del Viejo Continente se interesaron en hacerse con sus servicios. Sin embargo, él tenía muy claro que el Borussia Dortmund era su club y lo sentía como una familia. De ahí no se iba a ir hasta que no consiguiese un gran título.

Ese deseo nunca se llegó a cumplir. Para muchos, Marco Reus es considerado como el futbolista más desafortunado de Europa. Las lesiones le lastraron en los momentos decisivos y ha sido un tipo con muy mala suerte. Perder un título de Bundesliga con todo a favor fue la gota que colmó el vaso. Y a esto hubo que añadirle que una inoportuna lesión le privó de disputar el Mundial 2014, torneo que acabó ganando Alemania.

Quiere despedirse a lo grande

El acto de despedida de Marco Reus en el Borussia Dortmund estuvo a la altura de su leyenda. De hecho, fue muy parecido al que vivió su compatriota Toni Kroos con el Real Madrid. Como dirían los ingleses: Game recognize game. Para agradecer todo el cariño recibido, y esto fue curioso, Marco Reus decidió pagarle una cerveza a los 80.000 aficionados que estuvieron en el Signal Iduna Park el día de su adiós. Cosas que solo pasan en Alemania.

La Bundesliga del Borussia Dortmund ha sido cuanto menos decepcionante. No obstante, el fútbol le ha brindado una última oportunidad a Marco Reus para que se pueda despedir como lo que es: una leyenda. Disputar una final de Champions 11 años después y en Wembley, el estadio que vio cómo el Bayern le ganó la final al Dortmund en el último minuto con un gol del neerlandés Arjen Robben.

Marco Reus quiere su final feliz. Y él lo ha confirmado en más de una entrevista. «Yo diría que no hay nada mejor que jugar tu último partido en una final de la Champions League y ganarla. Empezar con una final de la Champions League en Wembley en 2013 y terminar con una en 2024 para tu último partido: hay peores maneras de acabar una carrera en el Dortmund».

El fútbol le debe una a Marco Reus, pero el alemán no quiere que le pase lo mismo que a Gianluigi Buffon en 2017, cuando la Juventus (su equipo) perdió la final de Cardiff contra el Madrid. El alemán quiere despedirse del Borussia Dortmund a lo grande. Busca su final feliz para poder irse con la conciencia tranquila. No será fácil. El Real Madrid es su rival en dicha final, pero después de haber dejado en el camino a equipos como el PSV, el Atlético de Madrid o el PSG todo es posible. Y el '11' del Dortmund lo sabe. Quiere encumbrarse en la catedral del fútbol inglés.