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Kylian Mbappé durante el partido de Champions League contra el Liverpool

Kylian Mbappé durante el partido de Champions League contra el LiverpoolEFE

A Mbappé se le acaban las excusas: sin Vinicius y por la izquierda tampoco arranca

El delantero francés, que debía echarse al equipo a la espalda, solo disparó una vez a puerta: el penalti detenido por Kelleher

El 27 de noviembre era el día señalado en el calendario. Anfield, el escenario. Sin Vinicius —y sin excusas— tendría que liderar el ataque del club blanco, necesitado de puntos en Champions. Para esto lo ficharon, para tirar del carro en los momentos clave.

En redes sociales se barruntaba la dicotomía a la que se enfrentaba Mbappé: echarse el equipo a la espalda a imagen y semejanza del ausente Vini o comenzar a asemejarse al ausente Hazard, el peor fichaje de la historia reciente del Real Madrid.

Tétrico. Así fue el partido del delantero francés. Hubo que esperar hasta el minuto 61 para ver su primer disparo a puerta, que fue el penalti detenido por Kelleher. En el 88’ lo volvió a intentar, pero fue bloqueado. Dio 18 pases en todo el partido y, aunque tan solo intentó 6 regates, perdió la posesión en 15 ocasiones, desembocando una de ellas en el penalti de Mendy a Salah.

La peligrosidad, más bien la ausencia de ella, de Mbappé se puede ver reflejada en que solo recibió una falta en todo el partido y fue en el minuto 17. Hasta el joven lateral red, Connor Bradley, —21 años y 8 partidos de competición europea— le dio una lección de seguridad con una contundente entrada cuando se marchaba hacia portería. Y es que lo que más molesta es su indolencia en el campo, su falta de compromiso defensivo en la presión y su constante racaneo de desmarques.

Conor Bradley le roba el balón con una entrada a Kylian Mbappé

Conor Bradley le roba el balón con una entrada a Kylian MbappéEFE

La «medicina es tener paciencia»

El encargado de reaccionar, Ancelotti afirmaba en rueda de prensa que necesita la «medicina» de la «paciencia» ante su sequía goleadora. La dimensión del jugador requiere esperarle, pero sus actuaciones no lo merecen. Aunque no es el mayor problema del equipo, sus grandes actuaciones se están convirtiendo en un borroso recuerdo, cada vez más lejano, empañado por la ansiedad de alguien a quien parece pesarle el escudo.

Su entrenador le enviaba un mensaje ante su falta de confianza. «Cuando las cosas no salen como uno quiere, hay que jugar de forma sencilla», decía el técnico italiano. Lo cierto es que si algo no le faltará al delantero será oportunidades en el once.

Atrás quedó aquel 14 de agosto del estreno de Mbappé frente a la Atalanta. Caprichos del destino, el próximo encuentro del conjunto merengue en Champions League los volverá a juntar, esta vez necesitado de puntos para avanzar de ronda, mientras que el equipo italiano ostenta el quinto puesto en la tabla de la máxima competición continental. Será una bola de partido.

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