El drama europeo del PSG: sin margen de error y con posibilidades reales de caer eliminado

El PSG de Luis Enrique está en la cuerda floja. Su futuro en la Champions pende de un hilo y desde el país vecino ya han empezado a catalogar su andadura europea como un auténtico drama. No es para menos. El conjunto parisino está siendo la gran decepción de la máxima competición europea y lo peor es que no está dando síntomas de mejora.

En cinco partidos disputados, el equipo de Luis Enrique solo ha sido capaz de sacar cuatro puntos, un bagaje muy pobre para un conjunto que estaba llamado a lograr la clasificación directa a los octavos de final como uno de los ocho mejores clasificados. Pero el tiempo se ha encargado de demostrar que la sombra de Kylian Mbappé es alargada y que sin el astro de Bondy, el equipo no funciona.

Los números del PSG son preocupantes. Una vez disputado su quinto partido en la fase de la liga de la Champions, el conjunto francés ocupa la vigesimosexta posición de la tabla y está siendo uno de los peores equipos de toda la liguilla de 36 equipos. ¿Qué quiere decir eso? Que si la Champions acabara esta semana, el equipo parisino estaría eliminado de competiciones europeas y se quedaría sin la posibilidad de luchar por la obsesión de Nasser Al-Khelaïfi, que no es otra que ganar la ansiada 'Orejona'.

Está claro que hay algo que no funciona en el PSG. Luis Enrique no se cansa de repetir que él es el principal culpable de todo esto y que acepta todo tipo de críticas. Razón no le falta al técnico asturiano. Pero además de Luis Enrique, también habría que estudiar el nivel de la plantilla. Los jugadores no creen en lo que hacen y ante eso, no hay mucho que hacer. Los resultados dependen de lo que se haga en el terreno de juego y si los protagonistas no van todos a una, entonces no hay nada que hacer. En estos momentos, el vestuario del PSG es un auténtico polvorín.

Luis Enrique cuenta con el respaldo de la directiva. Solo hay que ver que esta misma semana, Al-Khelaïfi ratificó al gijonés, afirmó que a los proyectos hay que darles tiempo y que confía plenamente en poder meterse en el play-in de la Champions, es decir, en los puestos comprendidos entre el noveno y el vigesimocuarto. Teniendo en cuenta la situación actual del equipo, eso sería la mejor de las noticias. Sin embargo, visto lo visto, los seguidores del PSG han bajado los brazos y la prensa francesa se ha encargado de tildar a los parisinos como un equipo inexistente dirigido por un técnico arrogante. Las aguas bajan revueltas en el río Sena.

De aquí a que acabe la fase de la liga de la Champions, al PSG le restan tres partidos y la mala noticia es que se ha quedado sin margen de error. Otro pinchazo puede ser definitivo. Y su calendario no es demasiado esperanzador. En la sexta jornada, los de Luis Enrique viajarán a Austria para medirse al RB Salzburgo, un rival a priori asequible para el conjunto francés. Por lo tanto, no vale otra cosa que no sea la victoria.

Después del partido contra el conjunto austriaco, el PSG regresará al Parque de los Príncipes para recibir al City de Guardiola. Habrá que ver qué hacen los dos equipos en la sexta jornada, pero todo hace pensar que se va a tratar de una final en mayúsculas.

Y para cerrar la fase de la liga de la máxima competición europea, los parisinos tendrán que viajar a Alemania para medirse al Stuttgart, un equipo que ya ha demostrado que sabe competir, que estuvo cerca de costarle un disgusto al Real Madrid en la primera jornada en la Champions y que en su estadio es un rival muy engañoso (el año pasado quedaron segundos en la Bundesliga).

El drama se ha instalado en París y da la impresión de que la situación no va a cambiar a corto plazo. Los jugadores están perdidos y la prensa está aprovechando esta situación para cargar contra el técnico gijonés. Solo hay que ver la opinión que tiene L'Équipe de todo esto: «En esto ha desembocado el PSG, un club que no existe más en Europa, que pierde un partido por un error garrafal del portero, y por una expulsión estúpida, propia de un equipo francés de los 80, un club relegado en lo más bajo de la clasificación, con tres derrotas en cinco partidos europeos, y un entrenador en el banco cuya arrogancia contrasta con una autoevaluación demasiado blanda».

En definitiva, el PSG necesita reaccionar como sea. De lo contrario, el problema puede ser morrocotudo y la figura de Luis Enrique quedaría muy debilitada. Para poner en contexto este desastre, solo hay que comprobar que el PSG no se queda fuera de una fase de grupos de la Champions desde la temporada 2004/05 (aunque bien es cierto que estuvo ocho años sin jugar la máxima competición europea).