El Barcelona despierta a tiempo de la pesadilla y logra una remontada épica

Salió el FC Barcelona con su once de gala con la única novedad de Szczesny en portería. Está Hansi Flick intentando meter en la dinámica del grupo al guardameta polaco y le volvió a salir mal. Una noche horrible donde evidenció nuevamente que estaba más para disfrutar en un chiringuito de Marbella que para jugar en un equipo élite de Europa. Encajó cuatro, pero el Barça recuperó su pegada e hizo cinco. Difícil de creer, pero así ocurrió.

El Barça consigue con esta locura el billete a los octavos de final. Una liberación en un calendario tan apretado y un regalo económico que le viene fenomenal a unas arcas tan diezmadas. Hay señalados en el partido, pero no es el momento. Es turno para los elogios, Lewandowski, aunque de penalti, recuperó su olfato goleador y Raphinha sigue de dulce y puso el broche de oro a una noche de lo más extraña

La propuesta del Barça fue la misma de siempre, fútbol ofensivo y más cuando en el minuto 2 el Benfica ya iba por delante. Recibió Carreras en banda izquierda, avanzó y se sacó un magnífico centro raso para que Pavlidis la tenga empujara al fondo de la portería y diese el primer golpe al equipo azulgrana.

El duelo tenía un ritmo frenético y Aurenses perdonó el segundo de Las Águilas mientras que el Barça buscaba hacer acto de presencia en Da Luz. Se encargó Antonio Silva de meter a los de Flick tras hacer un penalti innecesario sobre Alejandro Balde que Makkiele no vio en directo, pero señaló tras revisarlo en el VAR. No falló Lewandowski desde los 11 metros y el Barcelona creía en la victoria, pero apareció el show de Szczesny.

Mala actuación de Szczesny

Quería la remontada el Barcelona y estuvo a punto de lograrla Gavi, pero se la negó Trubin. De esto que cuando los de Flick comenzaban a sentirse cómodos un balón largo sin rumbo alguno terminó con el meta polaco yendo a por ella e impactando con Balde. Total, que ambos cayeron al suelo y el balón le quedó muerto a Pavlidis para que hiciera el segundo. Peor aún fue cuando a los pocos minutos cometió un penalti absurdo y los lusos aumentaron distancias. Otra vez el delantero heleno.

Así se fueron las cosas al descanso y todo parecía visto para sentencia. Sin embargo, los hombres de Flick siguieron creyendo y hasta Szczesny se reenganchó al duelo. Lewandowski estuvo cerca de recortar distancias, pero tuvo que ser Raphinha el que marcara un tanto extrañísimo pero que valía igual. Despejó Trubin pero le quedó bajo de altura, dio la pelota en la cabeza del brasileño y se metió para dentro. No era la noche de los porteros.

Aun así, el Benfica se quitó el miedo en el cuerpo y, en un abrir y cerrar de ojos, una internada peligrosa de Schjelderup que terminó en un centro raso sirvió para que Araujo desviara la pelota a su propia portería. Ahora sí que sí, el partido parecía decidido y los azulgranas se jugarían el pase a octavos en la última jornada. Nada de esto fue así y el Barça siguió creyendo hasta la victoria.

Si el penalti del Szczesny había sido cuestionable, ahora era turno para un penalti de Carreras sobre Lamine Yamal que también dejó dudas. Sea como sea, el VAR no dijo nada y Lewandowski logró el doblete desde los 11 metros. Volvían a recortar distancias y había tiempo para rescatar algún punto. Ahí apareció Pedri para regalarle el gol a un protagonista inesperado, Eric García, que está más dentro que fuera de la plantilla pero puso un cabezazo imperial para firmar las tablas. 4-4.

Se lanzó con todo el conjunto de Flick a por la victoria, con el Benfica noqueado, pero apareció Di María para intentar hacer el quinto y Szczesny para resarcirse de una noche que pintaba a terrorífica. La locura estaba desatada y quedaba la traca final, pasando de un posible penalti a favor del Benfica al quinto del Barça por medio de Raphinha tras una contra que definió con un disparo raso. Locura en Da Luz y victoria clave para el Barcelona.