Julián Álvarez desata la locura y el Atlético se lleva el duelo derrochando coraje y corazón

El Atlético de Madrid pagó más de 80 millones para que le ayudara a vivir noches como esta. Estamos hablando de Julián Álvarez. El argentino demostró su capacidad goleadora con dos goles decisivos y le dio al equipo rojiblanco medio billete para los octavos de final de la Champions (2-1).

La afición colchonera tenía ganas de revancha. Hace más de dos años, en este mismo escenario, el Atleti se quedó fuera de la Champions en un dramático partido frente al Bayer Leverkusen (Carrasco se sigue acordando de ese penalti fallado en el minuto 90). Por lo tanto, el Fondo Sur del Metropolitano apretó desde el inicio para tratar de llevar en volandas a sus once guerreros.

El Atleti salió con ganas al duelo. Pero la posesión era de los alemanes. Así que al cuadro colchonero le iba a tocar crecer desde la defensa para después poder salir como aviones al contraataque en busca del gol.

Los minutos iniciales fueron de tanteo y pronto se pudo ver la inteligencia táctica de Florian Wirtz, la gran estrella del conjunto aspirina. El alemán estaba en todos lados, no tenía problemas en bajar a recibir y cuando se acercaba al área levantaba el periscopio para buscar en carrera a Grimaldo o a Frimpong, los dos carrileros del equipo de Xabi Alonso.

Superado el primer cuarto de hora, el Leverkusen se fue entonando cada vez más y, en poco más de cinco minutos, los alemanes acumularon varias llegadas extremadamente peligrosas que salvó Oblak sin demasiados problemas. El inconveniente para el Atleti llegó al borde del minuto 25. Pablo Barrios entró pasado de revoluciones, se llevó puesto a Mukiele y, tras revisión de VAR, el canterano vio la roja directa. Se le complicaba sobremanera el duelo al Atleti.

El estar en superioridad numérica le vino de lujo al Bayer Leverkusen. Tuvieron más hueco en el medio y trataron de aprovechar esos espacios con pases rápidos y, sobre todo, precisos, algo que se le da francamente bien al equipo aspirina.

Los alemanes no lograron aprovechar las constantes llegadas al área de Oblak y eso llevó al Atleti a apretar algo más antes del intermedio. Sin embargo, los pupilos del 'Cholo' Simeone no fueron capaces de poner en apuros a un Kovar que estaba viendo el partido demasiado tranquilo. Y cuando parecía que se iba a llegar 0-0 al descanso, tras una tapada a bocajarro de Giménez a Wirtz, Piero Hincapié aprovechó un envío en segunda jugada de Mukiele y que el central ecuatoriano remató solo para batir a Oblak. El Leverkusen logró su objetivo. 0-1 al descanso.

El Atleti responde rápido

La segunda mitad arrancó con cambios en los dos equipos. Simeone dejó en el vestuario a Javi Galán para dar entrada a Reinildo y Xabi Alonso respondió metiendo en el campo a Schick (otro delantero) en lugar de Mukiele.

Al igual que en la primera mitad, el Leverkusen arrancó mandón. Se hizo con el control del balón y la circulación fue extremadamente rápida. Daba la sensación de que el 0-2 podía caer pronto. Sin embargo, lo que pasó fue que el Atleti aprovechó una pérdida de los alemanes en el centro del campo, Julián peleó el balón como si fuera el último, le ganó el duelo a Jonathan Tah a base de garra y pundonor y cruzó el balón para anotar el tanto de la igualada.

El gol dio alas al Atleti, la grada se vino arriba y empezó un nuevo partido completamente distinto en el que los dos equipos iban a tener que arriesgar si querían llevarse la victoria. Los próximos minutos iban a ser de alto voltaje. La tensión se podía cortar con un cuchillo. Ninguno de los dos equipos quería perder.

Los decibelios subieron exponencialmente y la grada celebraba cualquier pérdida de balón del Leverkusen. El partido se empezó a calentar y quedó claro que la victoria se la iba a llevar el que mejor mantuviera la compostura y el que fuera más paciente.

Pasados unos minutos, el Leverkusen enfrió el duelo a través del balón y empezó a jugar con más cautela. El 1-1 no era el peor de los resultados, pero había que tener mil ojos. El equipo de Xabi Alonso no se podía descuidar lo más mínimo si quería marcharse del Metropolitano con un punto.

A quince del final, se igualaron las fuerzas en lo numérico. Hincapié cometió una falta al borde del área con la que derribó a Giuliano y Davide Massa esta vez no se lo perdonó. A la calle el ecuatoriano.

A partir de ahí, el duelo se rompió por completo. El Bayer salía en estampida, el Atleti apretaba al máximo en busca del error y el balón pasaba de un lado a otro con una velocidad tremenda. En este contexto, el Atleti fue el que apretó más y Julián Álvarez marcó su particular doblete en el 90' tras aprovechar una prolongación dentro del área de su paisano Ángel Correa. Victoria capital para el Atleti, que tiene medio billete para los octavos en el bolsillo.