El nuevo formato de la Champions, a examen: ¿emocionante o inentendible?
La UEFA renovó la competición para intentar espantar la idea de Superliga que sobrevuela en la cabeza de varios clubes
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solo queda una jornada de esta primera fase del nuevo formato de la Champions League. La UEFA revolucionó la Copa de Europa con la intención de espantar la idea de la Superliga. La gran novedad estaba en que dejaba de haber la clásica fase de grupos de cuatro equipos divididos en ocho grupos y se pasaba a todos en una misma liga, además de meter cuatro nuevos conjuntos en la competición.
Por tanto, 36 equipos en una misma liga en la que los ocho primeros se clasifican directamente a octavos y los 16 siguientes juegan unos playoffs de acceso a las eliminatorias. La cosa de esta liguilla es que cada equipo juega ocho partidos y no todos contra todos, por lo que se utiliza el conocido como formato suizo. En teoría todos iban a enfrentarse a conjuntos del mismo nivel, pero luego en la práctica ha habido mucha desigualdad.
A esto hay que sumarle que se juegan 288 partidos de fútbol para que solo 12 caigan eliminados de manera directa. Demasiados encuentros para al final tener tan poca repercusión, pues la realidad es que esto fomenta que todos los grandes estén en la siguiente fase. No obstante, también hay que decir que muchos colosos europeos se quedarán fuera de octavos y que habrá eliminatorias de lo más atractivas desde el principio.
Aun así, la realidad es que esta primera fase –a la que se han añadido dos partidos– está sobre todo pensada para sacar dinero con los derechos televisivos. Ha habido partidos de un nivel muy bajo y, por mucho que también se hayan visto grandes batallas, da la sensación de que se han cargado las piernas de los futbolistas con muchos minutos innecesarios. Encima, la ronda de playoffs a octavos añade más partidos a un calendario donde no hay ni un solo respiro.
ENCUESTA
Por tanto, el debate sobre este nuevo formato de Champions está abierto y ha cogido fuerza a medida que ha avanzado la competición. Al principio, como tampoco ocurría gran cosa se ganara o se perdiera, generaba un poco de indiferencia siempre y cuando se estuviera entre los 24 primeros. Sin embargo, ahora que la primera fase está llegando a su fin ha habido todo tipo de reacciones. Entusiasmados, gente que no lo entiende y aficionados que exigen volver al anterior o la Superliga.
Para empezar, eso de que no todos se enfrenten con todos no termina de convencer. Por mucho que cada conjunto se mida a dos equipos de cada bombo, lo cierto es que al competir en la misma liga hay una desigualdad inmensa. Uno de los casos más llamativos es el del PSG y el Brest. Los de Luis Enrique han tenido a: Bayern, Manchester City, Arsenal y Atlético de Madrid, mientras que los de Roy Eric solo han tenido a Real Madrid, Barcelona y Bayer Leverkusen como grandes rivales y todos en casa.
ENCUESTA
Más allá de la fase regular, está el asunto de los playoffs y las eliminatorias. Está claro que con este formato se favorece que haya grandes partidos desde el comienzo y además es más fácil que los equipos pequeños se despidan antes. Cuantos más encuentros menos opciones. Pero también es una realidad que el sistema de emparejamiento no es del todo justo. Si esto acabara así el Real Madrid, que es decimosexto, se repartiría un rival con el Bayern de Múnich, decimoquinto. Juventus, el 17º, y Celtic, el 18º, serían los oponentes. Uno para cada uno en un sorteo binario.
La cosa es que los ganadores de este playoff tendrían sí o sí que jugar ante primero (Liverpool) o segundo (Barcelona) en los octavos. Mientras tanto el Stuttgart, que es el 24º, jugaría su ronda de acceso a octavos con Aston Villa 9º o AS Monaco 10º y si les gana cogería su plaza, por lo que en octavos mediría fuerzas con Atalanta 7º o Leverkusen 8º, dos rivales mucho más asequibles.
No llueve a gusto de todos
Pasados los octavos tampoco habrá sorteo puro, siempre se tendrá en cuenta la fase regular y primero y segundo únicamente podrían coincidir en la final. En el resto de conjuntos si habría algo más de movimiento y el factor cancha se sortearía. Aun así, sigue habiendo muchas dudas sobre cómo será el formato a partir de cuartos y la mayoría reconoce no entenderlo.
Todavía es pronto para poner las notas a este nuevo sistema, que ya cuenta con defensores y detractores. Lo que está claro es que nunca llueve a gusto de todos y la Superliga sigue dando pasos para en un futuro tratar de llevar a cabo la competición. El tiempo dirá.