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Qatarí que te viTomás Guasch

Jornada diabólica, sí: la estrella fue Dembélé

Hay que felicitar a Luis Enrique. También a Guardiola cuyo cuero cabelludo estuvo en grave peligro con el gol del Brujas que cerró la primera parte

Actualizada 00:25

Al grano. Al Madrid le esperan City o Celtic de Glasgow en el cruce diabólico, la repesca. La vuelta, en el Bernabéu. Al Atleti, ya en octavos, Madrid, City o Bayern, descartemos a los escoceses. Al Barça, PSG, Benfica, Brest o Mónaco. Con tres de los cuatro ya ha jugado: por ahí patina la cosa. La primera solución, el cruce del Madrid, el viernes.

Ah, como el ingenio popular es el que es, en cuanto todo acabó recibí este mensaje: Apunta, camino del Madrid a la 16. City, Atleti (octavos), Arsenal (cuartos), Barça (semifinal) y Liverpool, en la finalísima. Pues su camino estos últimos años ha ido muy por ahí, ha enfrentado a los más grandes. Sólo le faltaría el Bayern.

La esperada última jornada fue excitante, pero pasó poco. Fue de más a menos. Pasaban 24, oigan. Hay que perder incluso la cartera para no clasificar. Sabor a los viejos tiempos sí tuvo, ¡gol en la Balastera!, pero sorpresón, tortazo, no hubo. Sí en la estrella de la jornada: Dembélé, que metió tres de los cuatro goles del PSG. Jugar lo ha hecho en plan Guadiana casi siempre, si ahora rompe a meter goles... Su equipo ha protagonizado un 'rush' final impresionante, ocho goles a City y Stuttgart con el agua al cuello.

Hay que felicitar a Luis Enrique. También a Guardiola cuyo cuero cabelludo estuvo en grave peligro con el gol del Brujas que cerró la primera parte. Remontó y están todos los que iban a estar. Repito: clasificaban 24.

El Madrid jugó uno de sus partidos favoritos. Fue generoso en lo defensivo, todos los delanteros del Brest le tiraron a Courtois, podrán contarlo a sus nietos. Y ganó por tres, esta vez con un magnífico Rodrygo que no estuvo lejos de los méritos de Dembelé. El partido era manejable , de ahí que cantaran las tres amarillas que vieron los blancos. Y rarito porque tu suerte cara al bombo estaba echada, para el rival era un reto ganar al Rey, se trataba eso, de ganar y salir indemne. Eso lo logró. En realidad, un triunfo más, ducha y a casa.

El Atleti había visto al Salzburgo en el Bernabéu y se aplicó. Al cuarto de hora ganaba 0-2, al descanso pudo volverse a Madrid y el rival no habría puesto pegas. Curioso lo suyo: queda quinto, desempeño magnífico, y le espera lo que le espera, repito: Madrid, City o Bayern. ¿Pero este Atleti debe temer a alguien? No.

El Barça no pudo con el Atalanta, equipo que le fue a buscar y ahí le duele más porque tiene más difícil hacer lo que le gusta. Tenía los deberes hechos. El como sería que le tocara el PSG, claro. Es una Champions rarita. Convencido, convencido la verdad es que no estoy.

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