Hay que leer a Puskas
El Madrid palma en Palma con un autogol, un penalti fallado y viendo las mismas tarjetas que el Mallorca que cometió 29 faltas, récord de esta Liga. Diez de ellas a Vinicius, que fue amonestado
Se va confirmando: hay años que mejor no levantarse. En la Liga, digo. En japonés clásico la tiene el Madrid. Hay que ver: palma en Palma con un autogol, un penalti fallado y viendo las mismas tarjetas que el Mallorca que cometió 29 faltas, récord de esta Liga. Diez de ellas a Vinicius, que fue amonestado. Esta víctima sigue siendo el malo. Tiene mérito. Todo.
El Mallorca dejó una gran lección: el partido perfecto no tiene por qué ser bonito. A no ser que admitamos que la resistencia lo es. Tenía un plan y lo bordó. Defendió como un solo hombre, rascó lo esperado y como para ganar hay que meter un gol se le apareció la cabeza de Nacho: bingo. No volverá a jugar un partido así, con esa intensidad y demás, hasta la vuelta del Madrid a la isla la próxima temporada. Ni uno más.
Montó su esperada trinchera y el Madrid no supo atacarla. En la hostilidad más tremenda le faltaron ideas, duende. Y sin eso no hay remate. Un rival así no es frecuente, que al Madrid le cueste imponer su calidad sí ha pasado más de una vez esta Liga. Espesura, lesiones, ausencias. Lo que hay.
Y lo más hiriente en blanco. Sus futbolistas no han leído a Puskas. Asensio tiene un zapatazo que recuerda –a lo lejos, sí, claro– a los del gran 10 húngaro. Que dejó frases que son consejos. Uno referido al tiro de penalti: «Carga el cañón, apunta al hierro y que se tire el portero».
El hierro ya no está. En sus tiempos ayudaba a montar la red y había uno, horizontal, detrás de cada poste. Carga, apunta y a sacar de centro. No está, pero si te fijas bien lo ves. El penalti lo puedes mandar fuera, a Manacor esta vez, a casa de Rafa. Pero ni en broma te lo puede parar el portero. Es pecado. ¿Verdad, Pancho?
