Peter Lim, propietario del Vavlencia, en una imagen de archivo
LaLiga no es sitio para forasteros: el naufragio de los equipos con capital extranjero
La conclusión de la temporada evidencia los malos resultados que han cosechado los clubes con dinero de otros países
La temporada 2022-23 de la liga española ha dejado claro las dificultades que tienen los equipos con propietarios extranjeros. Ninguna de las grandes inversiones que han llegado en los últimos años a España en el mundo del fútbol han terminado de funcionar y todos esos clubes han peleado por el descenso o incluso han terminado bajando. De hecho, los tres conjuntos que han descendido a Segunda División cuentan con capital de otros países.
Valladolid, Espanyol y Elche son los que han tenido la mala fortuna de caer al infierno de Segunda y todos ellos con algo en común: son proyectos gestionados por propietarios de otros países.
En un primer momento se montaron estos proyectos aspirando a cotas más altas que salvar la categoría y que han supuesto una enorme decepción y además evidencian la gran diferencia entre el modelo Premier (donde también hay muchos equipos controlados por capital extranjero) y el de LaLiga.
El caso más llamativo es el del Espanyol, un histórico de la liga española y al que el dinero chino le está suponiendo un problema. El club periquito, propiedad del grupo inversor chino Rastar, está experimentando resultados desfavorables en el campo y ha vivido dos descenso desde que comenzó el proyecto.
A pesar de su ascenso en 2021, los catalanes nunca han llegado a estabilizarse en Primera y solo dos años después vuelven a ser equipo de Segunda. Esto ha provocado numerosas quejas de los aficionados, que ven como las promesas del dinero chino han resultado ser papel mojado y lo que en su día iba a ser un equipo llamado a pelear por puestos europeos, ahora vuelve a estar condenado a jugar en la categoría de plata.
El Valencia, un caso similar
Por su parte y aunque ha evitado el descenso, el Valencia está atravesando una situación muy parecida. Peter Lim, un empresario de éxito en Singapur, compró el club por alrededor de 100 millones de euros y parecía dispuesto a hacer grandes inversiones. Sin embargo, pronto se vio que su objetivo real era ganar dinero con el Valencia y vender sus principales activos.
Lim considera que con mantener al equipo en Primera División el club ya es rentable y no cree que merezca la pena invertir en jugadores, por lo que ha cambiado por completo los objetivos del cuarto club más grande de España y mientras él y su empresa (Meriton) lo gestionen, parece que esta será la nueva realidad del Valencia.
Los otros dos descendidos
El Valladolid con el dinero brasileño y el Elche con el argentino eran otros dos proyectos que aspiraban al menos a consolidar al equipo en primera y que se han dado de bruces con la realidad. Dos descenso que han dejado claro lo complicado que es que triunfen en España estos proyectos, pues los techos presupuestarios y salariales que impone la Liga no facilitan la llegada de este dinero.
Además, también el Almería –con el apoyo de Arabia Saudí– ha sufrido de lo lindo para mantenerse en la máxima categoría, aunque en este caso sí se puede catalogar de éxito, ya que era la primera vez en siete años que disputaban la Primera División, por lo que ahora buscarán seguir escalando posiciones y estabilizarse es dicha categoría.
Los proyectos extranjeros que triunfan
Solamente ha habido dos proyectos con capital extranjero que han sacado con nota la temporada. En primer lugar el Girona, propiedad del mismo grupo que gestiona el Manchester City y que se hizo con el club catalán en 2017 por 10 millones de euros. Desde entonces, han ido creciendo hasta quedarse a las puertas de Europa esta temporada y con un modelo muy definido y donde todo gira en torno a las necesidades del equipo inglés.
También ha ido bien el del Mallorca. Tras bajar a segunda en 2020, los propietarios americanos se empeñaron en devolver a la élite al club y llevan dos temporadas salvándose con relativa facilidad. Los baleares han encontrado en Javier Aguirre un técnico de primer nivel y además disponen de un núcleo bastante sólido y que ha conseguido mantener dos años seguidos.
El Mallorca es uno de los pocos equipos con capital extranjero al que le ha ido bien esa aventura
De todos modos, lo que queda claro es que en España estos proyectos no funcionan y los que lo hacen terminan siendo pan para hoy y hambre para mañana, pues no debemos olvidarnos del Málaga. El conjunto andaluz, que llegó a jugar Champions gracias a la llegada de un jeque, ahora está fuera del fútbol profesional y con una situación más que alarmante.
