El Real Madrid se pone serio en Gerona y da el primer golpe en la Liga con una gran goleada

Recital goleador del Real Madrid el día en el que tenía toda la presión. Que si el Barça estaba líder tras ganar al Sevilla, que si el Girona es el equipo revelación (y que partía primero al inicio de la jornada), que si el derbi madrileño demostró las carencias en grandes partidos, que si... Nada, el Madrid es el Madrid y acabó paseándose por tierras catalanas.

Goleada –y cómoda– del equipo de Ancelotti en Gerona (0-3). Efectividad, seriedad y liderato. El Real Madrid sí cumplió esta vez con su condición de favorito y cuando más presión tenía más ejerció de claro candidato al título. Y demostró una fortaleza enorme que deja una lectura para el futuro: será raro que este equipo no dispute hasta el último momento el trofeo (algo que no hizo el año pasado).

0-3 con recital goleador y eso que comenzó mal (muy mal) el partido para el Real Madrid, que cometió los mismos errores del derbi en los primeros cinco minutos. En ese tiempo ya tuvo tiempo el Girona para tener dos ocasiones clarísimas en lo que viene a ser ya el principal problema del conjunto de Ancelotti: la concentración y marcas defensivas. Las ocasiones llegaron como en el Metropolitano, de cabeza, solos, sin oposición. Yangel Herrera la tiró arriba y el ucraniano Tsygankov pegó en el palo.

Salvados esos sustos, que fueron jugadas idénticas a las que el Atlético sí aprovechó, el Madrid se puso ya en serio y con dos arreones y una efectividad total sentenció el partido en el minuto 21. Lo que iba a ser un partido equilibrado entre los dos primeros de la Liga terminó en un encuentro tranquilo para el Real Madrid, ya líder en solitario.

A Ancelotti, por cierto, le dio por cambiar también los nombres en la alineación. Esta vez le salió bien y por eso no habrá ni una sola duda con el técnico italiano. Ganó el Madrid con Camavinga de lateral izquierdo (Fran García y Mendy estaban plenamente disponible y el francés lo hizo de lujo), sin Rodrygo y mezclando a Vinicius y Joselu. Con Kroos pero no Modric (acierto) y con Nacho de central.

En el 17' vimos la jugada del partido. Bellingham se disfrazó de Modric al hacer el pase más característico del croata, un toque con el exterior preciso. El balón recorrió el área y las miradas de los defensores y de repente irrumpió por detrás Joselu, adelantándose a todos, de puro '9', rematando de primeras. Es el cuarto tanto del gallego, fiel a su cita con el gol, garantía de lujo en el ataque madridista. El gol fue precioso. No fue el típico tanto espectacular, por la escuadra o desde el centro del campo, pero fue visualmente una delicia.

Cuatro minutos después llegó el gol de Tchouaméni de la forma ya comentada que tanto sufre el Madrid. Donde las dan, las toman. Era el otro área. Asistencia de Kroos, cabezazo del francés libre de marca. Y un 0-2 que reventaba el duelo en lo que a emoción se refiere, pero que daba al Madrid una tranquilidad para verse líder de la Liga tras superar esta complicada visita.

Con el ritmo ya menor vimos a Bellingham hacer los (casi) 100 metros libres en una enorme carrera en la que solo él creyó que podía llegar a por un balón... al que llegó y que terminó en buen disparo con parada de Gazzaniga. El portero argentino del Girona salvó el tercero en un remate de Kroos al filo del descanso.

Que el Real Madrid tuviera el partido ganado no significaba que no fuera a seguir regalando acciones de ataque al rival. Más fallos defensivos, más remates de jugadores del cuadro catalán sin oposición. Kepa tuvo un paradón muy relevante en una de estas jugadas ya que fue en el minuto 2 de la segunda parte. Otro partido era si hubiera sido gol. El Girona siguió teniendo oportunidades por esta vía. Lo que metió Morata hace seis días aquí lo fallaron David López y Yangel Herrera.

Quien no falló fue Bellingham, que venía fresco tras descansar ante Las Palmas. Raro era que estuviera tres partidos seguidos sin mojar. A la preciosa asistencia en el 0-1 unió el inglés un gran gol aprovechándose de un rechace en el área. Faltaban 20 minutos, pero no pasó nada más salvo una justa tarjeta roja a Nacho en el tiempo de descuento por una durísima e injustificable entrada a Portu tras la que se formó una tangana.

Este partido que termina (al menos por una jornada) con la moda del Girona, un equipo muy bien trabajado, al que no se puede descartar que esté luchando por entrar en Champions, club mimado por el millonario Roures. Y financiado por el grupo del Manchester City. Una moda a día de hoy. El Madrid no lo es, es historia y acabó goleando para dar el primer gran golpe en esta Liga.