Bellingham explica en el clásico por qué es el mejor futbolista del mundo

Es el elegido. Es el mejor futbolista del mundo en la actualidad. Es un ciclón sin precedente. Jude Bellingham es un portento futbolístico como nunca antes se había visto en el Real Madrid. Su irrupción es impresionante y él solo remontó el partido más internacional, el más mediático. Bellingham fue el héroe del clásico.

Lo contábamos en la previa del Barça-Madrid. No es que fuera el primer clásico de Jude sino que era además la figura más internacional del partido que da la vuelta al mundo. Su reto era grande: seguir a su gran nivel, a un ritmo goleador que no es tampoco normal en su carrera... Todo lo hizo. El inglés se puso el traje de líder (lo es) e hizo lo que Cristiano protagonizó en el clásico del año 2012, el que el propio Bellingham reconoció que tenía como referente.

La actuación de Jude fue enorme. No fue su mejor partido en lo que es minuto a minuto, en las acciones colectivas, pero es que con dos acciones demostró por qué es el mejor del mundo. Es en estos partidos donde se ven a las estrellas, a los jugadores que marcan una época en el fútbol. No es lo mismo hacer una buena actuación en Vigo (con todo el respeto al Celta, por supuesto) que en Barcelona. Bellingham lo hace en todos los campos de España.

Con 1-0 y un mal partido del Real Madrid (superado por un Barça normalito, sin alardes), apareció Bellingham en el minuto 68. Lo hizo con un fuerte disparo desde fuera del área, un remate con alma y corazón que entró como un misil en la portería de Ter Stegen. Fue una acción individual que va aparte del ritmo o guion de cualquier encuentro. El Barça dominaba, el Madrid no hacía nada y de repente entra la calidad de Bellingham.

Jude está en todos lados e igual está fuera del área que dentro. Lo justo era ya el empate, pero en el fútbol la justicia la dan los goles. Por merecimientos el Madrid no se mereció la victoria en el clásico, pero es que con Bellingham entran más condicionantes que la lógica. En el tiempo de descuento, cuando ya todos más o menos se conformaban con el empate, Joselu centró al área, Modric tocó el balón con el píe muy forzado y de repente apareció el ingles, de puro delantero centro, para empujar y gol. Era el 1-2 en el tiempo de descuento.

La relevancia está en los goles, en las acciones individuales y en aparecer cuando su equipo no estaba haciendo nada e incluso estaba dormido. Sin ser un delantero centro lleva 13 goles en 14 partidos. Jamás se ha visto algo así. Un solo jugador, joven todavía (tiene 20 años), pudo cambiar el rumbo del partido de fútbol más mediático del mundo. Eso, y unido a sus tres meses de un excelso nivel, le hace ser el mejor futbolista del mundo en la actualidad.

Además Bellingham también salvó el fallo de Ancelotti en el clásico. Una vez más el técnico italiano se mareó ante el Barça. Siempre que va a Barcelona hace algún error táctico. Le puede la presión en este partido. Lo corrigió con la entrada en la segunda mitad de Camavinga (por el lesionado Mendy) y de Modric, incombustible y mucho más eficiente este año como revulsivo. Lo del francés fue inclinar el campo en favor de los madridistas.

Ya nadie se acordará del mal partido que hizo el Real Madrid en Barcelona. En ningún momento controló el encuentro y apenas tuvo ocasiones. Tampoco se recordará que un Barça normalito, sin desengrasar la máquina, mantuvo la calma y la tranquilidad hasta que irrumpió Bellingham. Eso le hace ser ya el mejor jugador del mundo justo ahora que se dará el Balón de Oro, un Balón de Oro en el que en la pelea no entra Jude porque juzga lo hecho la temporada anterior. A este ritmo, el próximo de 2024 sí tendrá sabor inglés.