El vacío del Barça en Montjuic que contrasta con los llenos del Bernabéu cuando estaba en obras

Decía Joan Laporta antes del partido ante el Atlético que necesitaban «el empuje de la afición». El presidente del Barça no parece que tenga mucho tirón entre su hinchada. La imagen de un Estadio Olímpico de Montjuic medio vacío es la imagen repetida este lunes tras el partido de Liga ante el Atlético.

Tan solo 34.588 aficionados del Barça acudieron al campo a ver uno de los partidos más importantes del año. Con gradas vacías y un aforo ridículo (el peor de toda la temporada) el club azulgrana dio una imagen pésima, una impropia desconexión entre aficionados y equipo.

Tal y como contó ya El Debate, el Barça es el 19º equipo de España en abonados, por detrás de equipos de Segunda (el Espanyol por ejemplo) y hasta de Primera RFEF (Deportivo de La Coruña). El club ha sido incapaz de movilizar a su afición a otra zona de la ciudad con motivo de las obras del Camp Nou. La mayoría de culés han abandonado este curso futbolístico a su equipo solo por cambiar de estadio, por ir a una zona diferente de Barcelona.

El paupérrimo dato de espectadores en este decisivo duelo ante el Atlético contrasta con el que firmó el Real Madrid cuando su estadio estaba en obras. Porque el Barça no es el único club que ha puesto a su campo en obras. Si bien el Madrid siguió jugando en el Bernabéu y el Barcelona sí cambia de emplazamiento esto no es motivo para no hacer una comparación lógica, principalmente porque el que es aficionado de un equipo lo es juegue donde juegue. No es un tema exclusivo de Madrid-Barça, son muchos los equipos que han tenido que cambiar de estadios por diferentes razones y cuyas aficiones no les han abandonado.

Cuando al Bernabéu solo pudieron entrar 50.000 espectadores por las obras, los aficionados madridistas llenaron su estadio sin problemas. Sí que en algunos encuentros la cifra fue inferior, pero eso era lo raro, la excepción, lo aislado. De forma habitual el Santiago Bernabéu siempre estuvo lleno a pesar de que existían incomodidades para entrar al campo por motivo de las obras. El coliseo blanco, que llegó a tener un aforo de 32.522 en la peor época de la covid, siempre tiene gente.

50.000 (aproximadamente) es el aforo que tiene Montjuic. Solo se llenó en el partido ante el Real Madrid. El resto de partidos se ha superado los 40.000 con esfuerzo y eso que el Barcelona cuenta con una enorme masa social, con un gran número de socios y aficionados. A veces ni llega a esos 40.000. A la mayoría de los culés no les apetece ir hasta Montjuic, alejado del centro de la ciudad. Son aquellos que solo van cuando hay facilidades.

La imagen ante el Atlético de Madrid, con sectores de las gradas vacíos y muchísimos asientos sin ocupar, pone de manifiesto que este Barcelona de Xavi no engancha por mucho que sea el vigente campeón de Liga. Las entradas son caras sí (entre 90 y 290 euros, una barbaridad) pero en la línea del resto de estadios de España y también de lo que antes se pagaba por ir al Camp Nou. Solo consiguió Laporta convencer a solo 17.000 abonados cuando se preveía que fueran a ser 45.000.