Samu Omorodion, el '9' que España ha sacado de un laboratorio como respuesta al fútbol moderno
En una época donde cuesta encontrar delanteros de primer nivel en los principales países, España ha podido encontrar una joya oculta
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El 1 de julio de 2012, en el Olímpico de Kiev, en la final de la Eurocopa donde España le endosó un escandaloso 4-0 a Italia, el último título de un ciclo maravilloso e irrepetible, el elegido por Vicente del Bosque para ocupar la posición de '9' en ese partido fue Cesc Fábregas.
Esto tiene una doble lectura. Por un lado, la abrumadora cantidad de talento que juntó España en el mediocampo en esos años. Tantos, tan buenos, que tenían que jugar algunos fuera de posición para que cupiesen todos. En el comentado partido ante Italia, los seis jugadores de arriba de la selección fueron Sergio Busquets, Xabi Alonso, Xavi Hernández, Andrés Iniesta, David Silva y el propio Fábregas.
La segunda manera de verlo es que España, tras el ocaso de las carreras de Fernando Torres y David Villa, no ha llegado a tener un delantero centro de primerísimo nivel, que obligara a los rivales a replantearse cosas a la hora de medirse a España.
Es cierto que se nacionalizó a Diego Costa y el exjugador del Atlético Madrid fue un muy buen delantero, con etapas en el club madrileño y en el Chelsea que le situaron en la élite, pero con España, pese a dejar buenos momentos, su trayectoria internacional se caracterizó por la irregularidad.
Tampoco es esto una crítica a Álvaro Morata, actual delantero y capitán de la selección que, además, está viviendo el mejor momento de su carrera, marcando goles a diestro y siniestro. Pero a España le ha faltado un representante en lo que a grandes delanteros de la última década se refiere (Suárez, Benzema, Kane, Lewandowski, Agüero, Ibrahimovic...), algo que sí ha tenido en portería, defensa y mediocampo.
Y como las mejores cosas llegan cuando no las esperas, a España le ha salido, de repente, un delantero jovencísimo que se está colando en las estadísticas de los mejores delanteros de Europa.
Samuel Omorodion, nacido en Melilla en 2004, hijo de padres nigerianos, ha tenido un ascenso meteórico. Su debut en el primer equipo del Granada, club al que se unió en 2021 para jugar en el juvenil, resultó ser su único encuentro en el primer equipo nazarí. Salió de titular contra el Atlético Madrid en la jornada 1, marcó un gol y jugó tan bien que el propio equipo colchonero no dudó y le fichó.
Posteriormente, sabiendo que necesitaba minutos y foguearse en Primera División, le cedieron al Alavés. En 16 partidos de liga lleva cinco goles, pero su impacto está siendo bastante más grande que esa mera cifra.
Es el tercer delantero, de las cinco grandes ligas, que más ocasiones se genera por cada 90 minutos: una cada 45 minutos. Solo está por detrás de Sérhou Guirassy, del Stuttgart, y de Erling Haaland. Se genera mucho, aunque también presenta un gran margen de mejora en la definición, como quedó patente en el encuentro ante el Barcelona, de hace unas semanas.
En una era como la actual, donde los derroteros del fútbol son buscar presiones altas, tener un delantero como Samu, autosuficiente a campo abierto, capaz de generarse él solo el espacio y el remate, es una bendición. Con solo 19 años a sus espaldas, en cuanto mejore un poco sus ratios de conversión de cara a puerta se colocará como uno de los delanteros más temibles que puedan enfrentar los defensas.
Es el jugador más rápido de la liga, es alto, va bien de cabeza, corpulento para ganar duelos y aguantar de espaldas, instalando al equipo arriba. Su equipo, el Alavés, pasa largos tramos defendiendo en campo propio, perdiendo altura defensiva, pero saben que el peligro siempre está presente con la sempiterna amenaza de Omorodion al espacio.
Se está haciendo habitual en las convocatorias de España en categoría sub-21, donde está añadiendo al combinado nacional la amenaza de cara a gol que le caracteriza en su club. De seguir así, no será sorprendente verle en un futuro, no muy lejano, representar a la absoluta.
En una época donde a los principales países del mundo del fútbol les está costando producir delanteros de élite (ahí están los casos de Alemania o Italia), España ha podido encontrar su joya escondida. Perfectamente adaptada para el fútbol actual, como una pieza de laboratorio diseñada previamente.