El Real Madrid entra en lo imposible y gana al Almería con un gol en el minuto 99 y tras ir perdiendo 0-2

Cómo es el fútbol. Increíble victoria la que ha logrado el Real Madrid ante el Almería con un gol en el minuto 99 de Dani Carvajal en un partido loco, posiblemente el más inexplicable de toda la temporada. Ganó el Real Madrid (3-2) en un duelo que al descanso perdía por 0-2 y que es un triunfo vital para lograr el título de Liga, torneo del que es líder.

No hay explicación lógica muchas veces a este deporte llamado fútbol. El líder (Real Madrid) ante el último (Almería). En el Bernabéu. Y a los 37 segundos marca el equipo andaluz. Y también en el minuto 43. Y con 0-2 el Real Madrid empata el partido entre un esperpento del árbitro de campo, Hernández Maeso, al que le tenían que llamar todo el rato del VAR. Y el encuentro lo acaba ganando con un gol de Dani Carvajal en el minuto 99 con ¡11 minutos de descuento!

Inexplicable. Así ha sido un Real Madrid - Almería en el que los blancos se llevan el triunfo más espectacular de la temporada con una de esas remontadas que quedan en la historia. De 0-2 a 3-2 y con gol en el minuto ya de la épica.

A los 37 segundos (sí, 37 segundos) comenzó el inexplicable cortocircuito del Real Madrid, al que en la primera mitad se le mezcló todos los males que podía tener: cansancio, falta de ideas, sin ritmo y un rival tremendamente acertado de cara al gol. Casualmente el equipo que menos gol tenía de Primera, que si bien no jugaba tan mal para ser colista le costaba una vida entera marcar gol.

En el Bernabéu marcó dos. Ver para creer. El primero, como decimos, a los 37 segundos. Nacho no se entendió con Mendy al pasar el balón, el Almería sacó una contra rápida que terminó en los pies de Ramazani, que entró solo al área y en el cara a cara con Kepa metió gol. El portero vasco, titular este domingo dentro del plan (que hace aguas) de rotación en la portería, pudo hacer mucho más.

No hubo reacción del Real Madrid. Había jugadores que no podían ni moverse del cansancio. El nerviosismo llegó en el ecuador de la primera mitad cuando el Almería pudo hacer otra jugada de ataque sin problemas y Arribas (canterano blanco) la tiró fuera. Primeros pitos en Chamartín. Pitos de no creer que pasaba aquí.

No había nada del Madrid. Solo podemos contar un centro de Carvajal en el que casi Chumi se marca en propia. No había reacción. Menos cuando Bellingham empezó a cojear tras una durísima entrada en la que Chumi le pisó el tobillo. Y el árbitro –Hernández Maeso– decidió que no era nada pese a que miraba al jugador y al tobillo. Fue el que mejor lo vio. Son de esas jugadas en las que se ve que un árbitro es malo.

Con el descanso ya llamando Edgar se inventó el gol de la Liga para el Almería. Un equipo que no tenía gol acabó por marcar el segundo en un disparo tremendo del ex del Betis, que anotó el gol de su vida con un precioso remate desde fuera del área que le pilló a él hasta por sorpresa. Golazo para poner el 0-2. Hubo pitada al descanso, pero no fue tanta como se podría haber esperado. En la primera parte ni tiró a puerta el Real Madrid.

Reacción al descanso

Ancelotti reaccionó al descanso, no podía hacer otra cosa, y sacó de una tacada a Brahim, Joselu y Fran García. Todos los suplentes calentaron en el descanso, algo que ocurre muy pocas veces (por no decir ninguna). Fuera Nacho, Rodrygo y Mendy. Y el Madrid fue otro. Era normal. Ya empezó a jugar con garras y ganas. El asunto es que por qué Ancelotti no lo hizo de inicio y dio la titularidad a Brahim, Joselu, Camavinga o Ceballos, jugadores frescos, sin tantos minutos. Se notó.

¡Tres revisiones en el VAR!

El Madrid fue otro, se lanzó en tromba a atacar, el Bernabéu empezó a empujar y en el minuto 56 Bellingham marcó de penalti y recortó distancias para los blancos. El penalti fue polémico. Centro al área y Kaiky saltó con el brazo extendido, quizá forzado en la defensa que le hacía a Joselu, contra el que peleaba el balón, que golpeó en esa mano. El fútbol tiene un importante grado de mala suerte. Kaiky no quería tocar el balón, pero lo tocó. Y entonces era penalti. Cosas del fútbol moderno. Lo anotó Bellingham.

Cuando ya el Madrid iba a por el empate el Almería dibujó otra contra perfectamente finalizada con gol por Sergio Arribas. No lo celebró por ser madridista, pero no sumó al marcador porque desde el VAR avisaron al árbitro (que en el campo no veía nada) que la contra se había iniciado por un manotazo de Dion a Bellingham. Era tan clara que el jugador del Almería vio la amarilla ya con la revisión. Está sí que no se puede poner en duda, era clara.

El árbitro de campo, Hernández Maeso, seguía sin dar ni una. Gol de Vinicius en el minuto 67, el del empate. Y anulado por el colegiado porque interpretó que remató con el brazo. Otra vez le tuvieron que llamar del VAR (¡tercera vez!) para decirle que estaba equivocado. El brasileño había rematado con el hombro aunque en algunas tomas de televisión hay serias dudas de si da en la zona del brazo que ya es mano (cabe recordar que según el reglamento hombro y la parte justo debajo no es mano). Se dio por válido. 2-2.

El Madrid bordó entonces el fútbol. Se anuló un gol de Bellingham por fuera de juego (lo era), Maximiano le sacó el gol a Vinicius en el 81' y el inglés pudo marcar el gol de la Liga con una chilena que se fue fuera. Se añadieron 11 minutos (consecuencia de los fallos del árbitro) y a falta de uno, en el 99', marcó Carvajal tirándose como pudo en el segundo palo y con un enorme gesto de rabia, provocando el delirio en el Bernabéu. No es para menos: se pasó del 0-2 al 3-2.

Como decíamos al inicio. Cómo es el fútbol. Nunca antes había habido tanta diferencia de puntos entre dos equipos en un partido de Liga (42). El Almería no ha ganado todavía ningún partido (van 21 jornadas). A los andaluces lo que le falla es el gol. No juega tan mal como para estar último y ya mereció puntuar en el Metropolitano y en Montjuic, además de ahora en el Bernabéu. Pero va último.

Y el Madrid, en cambio, sigue líder, indestructible y con una sensación de que hace lo que quiere. En la primera mitad no jugó a nada y perdió 0-2. Y en la segunda mitad hizo lo que quiso y acabó remontando un duelo que a priori debía ser fácil y acabó siendo agónico.