El Barça lo intenta hasta el final pero se queda seco en San Mamés y suma un nuevo pinchazo en Liga

Por días como estos queda claro que al Barcelona le falta un pelín más y que tiene un pequeño problema de cara a puerta. El equipo de Xavi no consiguió aprovechar los resultados favorables que se presentaron a lo largo de la jornada y se tiene que conformar con un nuevo empate fuera de casa que no le sabe a nada (0-0). El objetivo era recortar diferencias con el Real Madrid y en esta ocasión ha sido el Athletic el que ha dejado seco al conjunto catalán.

Había ganas de reivindicación en el Barcelona. El desarrollo de la jornada había sido prolífico para sus intereses: empate del Madrid en Mestalla (2-2) y derrota del Girona en Son Moix (1-0). Y qué mejor escenario para reivindicarse que ganando en San Mamés, un estadio que presenció la caída a los infiernos del club azulgrana allá por el mes de enero, cuando el conjunto bilbaíno se impuso al Barça en los octavos de Copa (4-2).

Era un partido importante. Y el Barça lo sabía. Ese sentir se vio reflejado en los primeros minutos del encuentro. Los de Xavi salieron presionando alto al Athletic y los primeros acercamientos al área de Unai Simón no tardaron en llegar. El Barça empezó sometiendo a un Athletic que presentó siete cambios respecto al duelo copero frente al Atlético de Madrid.

El plan de partido de los de Ernesto Valverde se vio desde el principio. Optó por esperar atrás y salir corriendo, pero el problema es que cuando tenían el balón las posesiones le duraban poquísimo al conjunto local. Se veía al Athletic muy nervioso. Y el Barça aprovechó esa agitación para ir dejando su huella en el encuentro.

Frenkie de Jong le estaba dando mucho dinamismo al conjunto azulgrana. Sin embargo, en el 26' de partido al neerlandés se le apagó la luz y tuvo que abandonar el terreno de juego lesionado. Fermín López entró en su lugar. Y el centrocampista onubense a punto estuvo de marcar un gol antológico.

El Athletic lo intentaba de todas las maneras: por dentro, por las bandas, a través de centros laterales. Pero no había manera. Al conjunto vizcaíno le faltaba algo más para poner en apuros a Ter Stegen. Al alemán se le veía muy tranquilo y cuando pasa eso mal asunto. El que sí tenía problemas era Xavi. El egarense se quedó sin Pedri y De Jong por lesión. Le crecían los enanos al conjunto barcelonista.

En la reanudación, el Athletic salió mucho mejor y empezó a someter al Barça. Con 0-0 podía pasar cualquier cosa. En ese sentido, el conjunto athleticzale se aplicó el cuento y aprovechó la velocidad de Iñaki Williams y Álex Berenguer para buscar espacios y, de esa forma, hacer trabajar al bueno de Ter Stegen.

Las tornas habían cambiado por completo. El Barça no estaba siendo capaz de mostrar esa versión tan buena que demostró en el primer acto y el Athletic no paraba de atacar. Consciente del posible cansancio de alguno de sus jugadores, Ernesto Valverde decidió dar entrada a Oihan Sancet y Ruiz de Galarreta por Unai Gómez y Mikel Vesga.

San Mamés empezó a creer y se dejó la garganta para apoyar a los suyos. Veían posible volver a ganar al Barcelona. El Athletic estaba haciendo méritos para conseguir el triunfo y empezó a creer en sus posibilidades. Aunque en realidad podía pasar cualquier cosa. Y viendo que el Athletic no estaba aprovechando sus oportunidades, el Barça dio un paso adelante sabiendo que le venía mucho mejor ganar que empatar. Pero al conjunto culé no le dio. Empate que no sabe a absolutamente nada.